jueves, agosto 21, 2008

Punto de fuga


Si eres David Mamet puedes hacer una película de lo que te venga en gana, hasta de artes marciales. Uno de los mayores expertos en películas corales, se pasa el cine de acción para mostrarnos una de sus principales aficiones cuando no esta escribiendo: la variante brasileña del Jiu Jitsu.

"Cinturón Rojo" es una película menor en la trayectoria de este excelso dramaturgo, guionista y director. Con todo, y al igual que con Woody Allen, el peor Mamet es mejor que la inmensa mayoría de lo que podemos encontrar en nuestras carteleras.

Las películas de Mamet están cargadas de tacos y personajes con infinitos dobleces que nunca sabes si al final serán buenos o malos. Pocas veces he sido tan insultado como la vez que fuimos a ver "El Último Golpe", excelente película que solo me gusto a mí de los ocho que fuimos a verla.

En "Cinturón Rojo" aparece Tim Allen, el mismísimo chapuzas en casa, que interpreta a una versión pasada de sí mismo y reinventa su acabada carrera, al más puro estilo Travolta en "Pulp Fiction", pero con desiguales resultados. La película nos servirá para conocer a Alice Braga, una digna sucesora de su tía Sonia en el trono de las actrices brasileñas con aspecto y apellido que despiertan nuestros más bajos instintos.

Entre conspiraciones y filosofía oriental, Mamet nos cuela unas cuantas reflexiones sobre la inocencia y el tener cuidado con los desconocidos, el sentimiento de culpa y el precio que tenemos que pagar cuando no queremos poner precio a nuestra dignidad.

En la cinta la violencia brilla por su ausencia ... siempre hay una válvula de escape para huir de nuestro adversario, aprovechar su fuerza para vencerle y quitar las caretas a todos los que nos rodean. Hitchcock estaría orgulloso de la versatilidad de su discípulo Mamet, que nunca se atrevería a pensar en ser tan grande como el Maestro del Suspense.

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