jueves, marzo 30, 2006

Tanto talento


Hasta el año 89 nunca me había interesado mucho el fútbol, en mi casa no había tradición futbolera, y en los partidillos con los amigos siempre fui bastante paquete. Pero a finales de aquel año víspera de mundial comencé a interesarme por el deporte rey. En aquella época el Madrid reinaba en España, y en esa mágica temporada 89/90 hubo un jugador con nombre de torero, que destacaba por encima de los demás, vestía el número 10 y acabó convirtiéndose en mi primer ídolo futbolístico: Rafael Martin Vázquez.

En el vestuario madridista de la época convivían la Quinta del Buitre y la de los Machos, que fundó Hugo Sánchez. Mendoza presidía con su personal estilo un equipo en el que el mexicano ponía los goles, Michel y Gordillo los centros desde las bandas, Schuster equilibraba la medular y Ruggeri, Hierro y Sanchís eran los baluartes defensivos. El papel reservado a Martín Vazquez era el de maestro de ceremonias.

Se trataba de un jugador técnico, pero también trabajador, con visión de juego, disparo a puerta con ambas piernas y una capacidad física envidiable. Su posición natural era la de interior izquierdo o media punta. Aquel año Rafa hizo cosas que no se volvieron a ver en el Bernabeu hasta que aterrizó Zidane. Pero todo aquello no le sirvió para convertirse en uno de los mejor pagados de la plantilla, Mendoza prefirió fichar a Hagi antes que subirle el sueldo a Martín Vázquez.

Su salida del Madrid le granjeó fama de traidor pesetero en la afición madridista, que siempre ha primado el espíritu de sacrificio sobre el talento. A Martín Vázquez le pasaba lo que tantas veces a Guti: la grada no comprendía sus detalles de genialidad, mientras aplaudían y vitoreaban al Chendo, Gravesen o Raúl de turno. Por suerte el Torino fijó la vista en el crack madridista y éste siguió la estela de Víctor Muñoz o Gallego, que por aquel entonces jugaban en el Calcio. Para mí fue triste ver marcharse a mi jugador preferido del Madrid, y durante sus años en Italia intenté seguir sus evoluciones allí, en la medida de mis posibilidades.

Su experiencia transalpina fue un tanto agridulce, y en poco más de dos años estaba de vuelta en Chamartín, tras un breve paso por el Olympique de Marsella. El Madrid que se encontró a su vuelta distaba mucho del equipo campeón que abandonó en el 90. Los días gloriosos de la quinta quedaron atrás y el papel reservado a Martín Vázquez era el de secundario de lujo. Su primer partido en su nueva etapa fue contra el Athletic de Bilbao en el Bernabeu, saltó a la cancha con el mismo mostacho que lucía en Turín y con el 11 a la espalda. Parecía que todo había cambiado en esos tres años, todo menos mi admiración por el crack.

En su segunda etapa madridista Martín Vázquez vivió in situ la segunda liga perdida en Tenerife, la última Copa del Rey del Madrid y la liga de Valdano. En su último año en el equipo merengue se convirtió en suplente de lujo y vio como un joven Amavisca ocupaba su puesto, convirtiéndose en la revelación de la liga aquella temporada.

El Superdepor llamó a su puerta y Martín Vázquez aceptó el reto, uniéndose a otros tantos grandes que iban a Coruña a disfrutar de sus últimos minutos de gloria. La mala suerte se cebó con él y su rodilla, que ya no volvió a ser la misma tras pasar por el quirófano del doctor Guillen. Aquellas dos temporadas en Coruña se saldaron con sólo 17 partidos jugados y la sensación de que su retirada estaba próxima. El crack siguió disputando partidos importantes ... en la pantalla de mi ordenador: siempre fue un fijo en mis equipos del pcfutbol. A pesar de que cada año le ponían más lento, su calidad seguía intacta.

En el 98 Rafa se unió a Butragueño y Michel para rememorar los mejores días de la quinta en el "Cementerio de Elefantes" del Atlético Celaya. Tras la aventura mexicana todavía tuvo tiempo de probar suerte en la Bundesliga, enrolándose en el Karlsruher, en la que sería su última experiencia futbolística al máximo nivel y demostrando una vez más su espíritu cosmopolita.

Con la selección Martín Vázquez disputó 38 encuentros, incluyendo la Eurocopa del 88 y el Mundial de Italia. Estaba llamado a ser una de las estrellas del torneo mundialista, pero su inquietante salida del Madrid condicionó su rendimiento. El Martín Vázquez que se vio en Mundial tenía poco que ver con el crack que marcó 14 goles en la liga y dio tanta gloria al Madrid aquella temporada. El lampiño 10 de inspiración maradoniana dio paso a un barbudo 6 de aspecto fiero y que estaba sumido en un proceso de regeneración previa a su aventura en el Calcio.

Rafa siguió acudiendo con regularidad a la selección en sus años en Turín, vivió la decepcionante fase de clasificación para la Eurocopa 92 y cuando Clemente se hizo cargo del equipo, dejó de ser incluido en las convocatorias de la selección, al igual que el resto de sus compañeros de la Quinta. Por su trayectoria y calidad, Martín Vázquez merecía estar en el Mundial del 94, pero en aquella época los caprichos y simpatías del de Baracaldo primaban sobre el criterio futbolístico.

Hoy en día Martin Vazquez es uno de los comentaristas de la COPE y se le puede ver a menudo en los partidos de veteranos del Madrid. Su palmarés incluye 6 ligas, 2 copas y 2 UEFAs. En una ocasión Menotti dijo de él que tenía potencial para convertirse en el mejor futbolista del mundo. Tal vez su carrera pudo haber sido más gloriosa, pero lo que es indudable es que ha sido uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol español y mi primer ídolo futbolístico.

lunes, marzo 27, 2006

Cine Patrio


Desde hace años el cine español se queja de su escasa cuota de pantalla en comparación con el americano. Supongo que los cineastas nacionales tienen parte de razón, pero lo que está claro es que el camino para cambiar la situación no pasa por hacer versiones de los géneros yankees que triunfan en nuestro país.

"7 Vírgenes" sigue la senda de "Los Lunes al Sol", "Hector" o "El Bola". Se trata de una película sencilla que refleja muy bien las alegrías y miserias de los barrios españoles. El protagonista es Juanjo Ballesta, que será siempre recordado por su papel en "El Bola". La primera vez que oí hablar de "7 Vírgenes" creí que se trataba de una comedia de adolescentes en la que los protagonistas se dedicaban a desvirgar jovencitas, estaba bastante equivocado.

Tano es un adolescente confinado en un reformatorio y que gracias a la boda de su hermano disfruta de un par de días de libertad. A partir de ahí y en compañía de su amigo Richie hace una demostración de "Carpe Diem" en toda regla. En un fin de semana el protagonista es capaz de hacer y vivir mucho más que otros en años; recordándonos, una vez más, que la libertad es el don que más se echa de menos cuando se pierde.

La película esta muy bien rodada y salvo algunos detalles, como el acento madrileño del protagonista en contraste con el andaluz del resto, hace que el espectador se crea la historia y a sus personajes. A parte de Ballesta en el elenco destacan los debutantes Jesús Carroza y Alba Rodriguez. Ambos son la clase de talentos naturales que muy de tarde en tarde aparecen en los castings multitudinarios. De momento, ambos fueron nominados al Goya como mejores actores revelación y Carroza se llevó a casa la estatuilla. Esperemos que no se encasillen y podamos verles demostrando su talento innato en próximas ocasiones.

En resumen, "7 Vírgenes" es una de esas películas españolas que merece la pena ver y demuestra una vez más que cuando el cine patrio se hace bien, contando historias cercanas y creíbles, no tiene nada que envidiar al americano, que en muchas ocasiones sólo es superior en presupuesto y marketing.

sábado, marzo 25, 2006

La Naranja Mediática


Ambientada en la exclusiva zona californiana de Newport Beach y repleta de personajes guapos, O.C. nos cuenta la vida de un grupo de adolescentes forrados de dinero y sus familias. A la serie también se le podría llamar "Los pijos también lloran", y de paso homenajear a uno de los primeros culebrones sudamericanos que se emitió en España.

El protagonista es un joven conflictivo de los suburbios al que en algunos momentos llaman "Chino", por sus rasgos algo orientales y haberse criado en ese barrio. Al comienzo de la primera temporada "Chino" fue adoptado por el abogado Sandy Cohen y su familia, convirtiéndose en un auténtico hermano para Seth y un nuevo hijo para Kirsten y el propio Sandy.

Podría seguir contando los diversos parentescos de los personajes de esta serie, endogámica como pocas, pero supongo que acabaría aburriendo. Así que prefiero hablar de la banda sonora, que se vende como rosquillas en los países anglosajones, y reúne a algunos de los mejores grupos del panorama indie-pop inglés y americano. La música de gente como Ryan Adams, The Vines, The Killers, Beck, Keane o Kasabian desfila por la serie convirtiéndola por momentos en un video-clip dramatizado, además de un excelente producto de marketing.

Lo mejor de O.C. es, sin duda, que no se toma demasiado en serio a sí misma. Sus actores y creadores son conscientes de que están haciendo un culebrón sofisticado y su pretensión no va más allá del puro entretenimiento. Es una de esas series que sin haber pisado nunca California hacen que te identifiques con sus personajes.

Los capítulos de O.C. hablan de las incertidumbres e inseguridades típicas de los quinceañeros y al verla te das cuenta de que no desaparecen con el paso de los años: en el fondo todos acabamos comportándonos como el joven asustadizo que alguna vez fuimos, sobre todo en materia amorosa.

En principio O.C. puede repeler a mucha gente por el tufo a pijerío americanoide que desprende, pero merece la pena ver unos cuantos capítulos antes de juzgarla. Cuando te enteras de quién es quién en la serie, acaba enganchando. Espero que los que se nieguen en redondo a verla al menos escuchen su banda sonora, que es de las mejores que se pueden oír en televisión actualmente.

miércoles, marzo 22, 2006

Leyendas Celtas


Supongo que gran parte de mi interés por los pueblos celtas se debe a lo distintos que son sus paisajes del sitio en el que me crié. El perenne color verde de sus campos contrasta profundamente con el amarillo y marrón típicos de la meseta castellana. La lluvia forma parte de la cultura celta y cuando en esos países sale el sol, brilla más que en ninguna otra parte del planeta.

Uno de los últimos resquicios del orgullo celta son sus equipos, ejemplos de cómo el deporte absorbe la cultura de un pueblo para forjar su propia leyenda. La influencia de druidas, duendes y meigas sigue presente en un campo en el que toda ayuda sobrenatural es siempre bien recibida.

Los Boston Celtics son el equipo más laureado de la historia de la NBA, sus 16 anillos son inalcanzables para la mayoría de franquicias. Bill Russell y Larry Bird destacan entre las decenas de excelentes jugadores que han vestido alguna vez el verde de un equipo fundado como homenaje de los inmigrantes irlandeses a sus ancestros. La franquicia del trébol de cuatro hojas ha sabido explotar su suerte como pocos, y aunque lleva un par de décadas a la deriva, su mera presencia sobre la cancha es pura historia y leyenda del baloncesto.

El Celtic de Glasgow es el equipo católico de la ciudad más grande de Escocia. En sus vitrinas 37 ligas, 33 copas y sobre todo la Copa de Europa que ganó en el año 67, convirtiéndose en el primer equipo británico en alzarse con el torneo. Su estadio, el Celtic Park, es conocido también como el "Paraíso" y en los últimos años se ha convertido en un cementerio de elefantes, donde disputan sus últimos partidos jugadores míticos como el irlandés Roy Keane. El derby con el Rangers es uno de los más añejos de todo el fútbol europeo y son duelos en los que la rivalidad va mucho más allá del plano deportivo, enfrentando a católicos y protestantes.

El Celta de Vigo no es el equipo más laureado de Galicia, pero representa como pocos el romanticismo en el fútbol. Cualquier aficionado al deporte rey que se precie no puede olvidar el juego del Celta de Víctor Fernández. Aquel equipo capitaneado por Mostovoi y Karpin destacaba por su fútbol ofensivo y el trato exquisito a la pelota. Año tras año el Celta daba el do de pecho en liga, copa y UEFA. Aunque nunca llegó a ganar nada, siempre mereció hacerse con un título. Lotina relevó a Fernández y consiguió llevar al equipo celtiña a la Champions, hundiéndose en segunda al año siguiente. Por suerte esta temporada se encuentra de nuevo entre los grandes, y de la mano de Fernando Vázquez, vuelve a pelear por clasificarse para su competición, esa UEFA que tarde o temprano acabará ganando.

Estos son solo algunos ejemplos de equipos espoleados por las tradiciones célticas. El espíritu indomable de estos pueblos milenarios sigue vivo en estas escuadras. Su singular mezcla de magia y fiereza se refleja siempre en el terreno de juego. Todo ello sin olvidar el factor suerte: en ninguna otra parte del planeta crecen tantos tréboles de cuatro hojas como en los pastos celtas.

domingo, marzo 19, 2006

Borrón y cuenta nueva


Hace unos diez años un compañero de clase me dejó un libro que acababa de leerse, su nombre era “Trainspotting” y hacía poco se había estrenado una película con el mismo nombre. La historia iba de un grupo de jóvenes heroinómanos escoceses, sus chanchullos y peripecias diversas.


Aquel libro me gustó mucho, no tanto por lo que contaba como por lo bien que estaba escrito. El autor utilizaba varios narradores, lo que daba mucho ritmo a la novela, y los diferentes puntos de vista te daban una visión global de lo que iba contando.

Hace unos meses me enteré de que existía una segunda parte de “Trainspotting”, se llamaba “Porno” y los creadores de la primera película estaban esperando que los actores originales envejecieran para rodar la secuela. En poco tiempo me hice con un ejemplar de “Porno” y después de leerlo puedo asegurar que esta a la altura de su predecesor.

Irvine Welsh nos trae de nuevo a los jóvenes de Leith, ya entrados en la treintena y que hace tiempo dejaron atrás la heroína. Algunos de ellos la han cambiado por la coca y otros simplemente van tirando como pueden.

Sick Boy, Spud, Renton y Begbie repiten como narradores en “Porno” y a ellos se une la enigmática Nikky. Esta chica es una de las claves de la historia. Universitaria, bulímica, aficionada al sexo y las drogas blandas, la joven Nicola se convertirá casi sin quererlo en estrella del porno.

El protagonista principal de esta entrega es Sick Boy, eternamente enredado en sus trapicheos y manipulando siempre que puede al resto de personajes. Su obsesión por Renton le hará volver una vez tras otra al pasado sin prestar suficiente atención a los nuevos tejemanejes que se trae entre manos.

El desaparecido Renton vuelve tras su destierro forzoso en Ámsterdam, dejando atrás su pasado yonki, para reconvertirse en formalito novio enamorado. Todo ello sin perder su tendencia natural a estafar al personal.

Recién salido de la cárcel, Franco Begbie sigue siendo el mismo de “Trainspotting”, su peculiar sentido del humor, o mejor la ausencia de él, volverán a convertirle en una especie de mártir de la ultraviolencia. Las descripciones que Welsh hace de sus pensamientos psicópatas son de lo mejor del libro y le hacen un personaje tan detestable como imprescindible.

Spud pierde protagonismo en esta continuación, pero se reivindica como tipo que de puro bueno acaba convirtiéndose en tonto. Aunque tome menos drogas, sigue siendo el mismo colgado de siempre. Su ausencia de maldad hace que se le acabe cogiendo cariño.

Hay otros secundarios que redondean la historia, y que hacen que este libro sea uno de los mejores que he leído últimamente. Welsh sigue siendo el mismo escritor gamberro de siempre, y con “Porno” vuelve a demostrar que tiene una capacidad innata para engranar historias escatológicas. Es inevitable que al leer sus libros te parezca estar deambulando por las calles de Edimburgo o deseando tomar unas pintas de Guinness en cualquier Pub escocés de mala muerte.

jueves, marzo 16, 2006

Medicinas alternativas


Surgido de las cenizas del Glam el grupo Placebo vuelve a la carga esta misma semana con su disco "Meds", quinto álbum de estudio de la banda. Con este trabajo, el grupo retoma las bases musicales que lo caracterizaron en sus inicios y pretende superar al álbum anterior, "Sleeping With Ghosts", del cual se vendieron un millón y medio de copias.

Tras una década de trayectoria, los integrantes de la banda denotan una evolución artística, pues en Meds se refleja el desarrollo de un sonido que tiende más hacía el pop. La propuesta de este disco es mostrar la explosiva fuerza que Placebo llegó a tener durante sus primeros años de existencia, la cual desenvuelve cierto misticismo con matices oscuros.

Bajo la producción de Dimitri Tikovoi, este nuevo trabajo representa el deseo del grupo por retomar el entusiasmo que tenían cuando debutaron en la escena musical, por lo que dejan de lado la aproximación al género techno que lograron con Sleeping with ghosts. Un extra que ofrece este álbum es la colaboración especial de Michael Stipe (R.E.M.) en el tema "Broken promise" y VV (The Kills) en el corte que da nombre al disco.

El trío que lidera Brian Molko es mucho más popular en Francia que en cualquier otro lugar, su particular sonido no deja indiferente, o te enamora o lo acabas odiando. La androginia de Molko y los suyos podrá gustar más o menos, lo que es indiscutible es que mezclan como nadie el Rock Indie británico con influencias glam y góticas.

Habiendo oído todos sus trabajos puedo decir que este es el más completo, en los anteriores había canciones excelentes y otras bastante flojas, eran la clase de discos que cuesta oír de principio a fin. "Meds" se oye del tirón y deja el regusto de estar escuchando uno de los mejores álbumes del año.

Si tuviera que quedarme con una sola canción de "Meds" elegiría "Pierrot The Clown", se trata de un tema melancólico, ideal como banda sonora de una despedida y que con sus suaves melodías nos recuerda que por muy profundas que sean nuestras heridas, siempre habrá medicinas musicales capaces de curarnos a través del efecto Placebo.

martes, marzo 14, 2006

Historias del Pcfutbol


La primera vez que jugué al pcfutbol fue dos o tres meses después de tenerlo sobre la CPU de mi ordenador, estuve todo ese tiempo sin hacerle ni caso porque no creía que mereciera la pena. Al probarlo me enganchó desde el principio, aquella versión 2.0 lo tenía todo: la primera división española, fichajes, un simulador sencillo y jugable . En el año 94 no se le podía pedir mucho más a un videojuego de fútbol.

Lo mejor eran sin duda los fichajes, poder ver a Romario, Bebeto, Gullit, Matthaüs .vistiendo la camiseta del Madrid. Hacer un equipo a tu gusto e inflarte a ganar títulos. Aquel jueguecillo hacía afición, lo pasábamos de lujo hablando de los fichajes que habíamos hecho la última semana o con qué equipo íbamos a intentar ganar la liga esta vez.

Aquello fue sólo el principio, Dinamic Multimedia nos preparaba cada año una nueva versión mejorada. Con el tiempo pudimos jugar competiciones europeas, ampliar el estadio, manejar nóminas y cláusulas de rescisión. Las versiones para otros países como el pccalcio, pcapertura o pcpremiere se acabaron fusionando en una sola en la que podías elegir entre infinidad de equipos europeos y americanos.

Tal vez el simulador no fuera de lo mejor, pero estaba claro que el juego tenía alma. El pcfutbol hacía que te aprendieras el nombre y la historia de jugadores desconocidos para el gran público, al final acababas convirtiéndote en un experto en fútbol mundial sin necesidad de ver un solo partido.

Cada temporada el ritual era el mismo: comprar el juego el mismo día que lo ponían a la venta, dedicar las siguientes semanas un mínimo de cuatro horas diarias a llevar al Madrid a ganarlo todo y cuando ya tenía el juego dominado elevar hasta la gloria europea a algún equipo perdido en alguna división menor. Recuerdo haberlo ganado todo con el Leganés, el Ancona o el Wrexham, sin saber siquiera dónde estaban sus ciudades en el mapa.

En el 2001 Dinamic Multimedia se fue a pique y con ella el pcfutbol. Las temporadas siguientes lo echamos mucho de menos, hasta que en el 2004 se anunció que volvía. Unos cuantos miles de nostálgicos compramos el pcfutbol 2005 el mismo día que salió a la venta, y a los 5 minutos de jugar con él nos dimos cuenta de que aquella escoria no tenía nada que ver con nuestro adorado juego. La decepción fue tremenda, tanto que dimos por perdido para siempre el pcfutbol, por muchas versiones que sacaran con ese nombre en el futuro.

Hay otros juegos del deporte rey, pero ninguno ha conseguido combinar gestión futbolera y simulación como lo hacía nuestro viejo pcfutbol. Tal vez podría haber dedicado aquellas horas a estudiar, leer, ver la tele o socializarme; pero dudo que lo hubiera pasado tan bien como jugando al pcfutbol.

sábado, marzo 11, 2006

Carta al Más Alla


Jim Sheridan es uno de los directores que mejor ha sabido reflejar el espíritu de Irlanda, el país celta reconocido como el mejor de todo el mundo para vivir. Películas como “Mi pie izquierdo”, “En el nombre del Padre” y “The Boxer” nos mostraron la realidad de un país marcado por su carácter indómito, nunca dispuesto a aceptar la ocupación inglesa.

Con “En América” Sheridan abre una nueva página en su filmografía, esta vez sin la inestimable colaboración de Daniel Day Lewis, pero con unas guionistas que le conocen como nadie: sus propias hijas. El director irlandés logra reinventarse a sí mismo trasladando la acción a Nueva York y dejándose seducir por dos maestros de las historias neoyorkinas: Spike Lee y Paul Auster.

Del genio del cine de color Sheridan toma prestada la ambientación de los barrios bajos de la ciudad que nunca duerme. La fotografía recuerda por momentos a la de “El verano de Sam” o “La Última noche”, ya que aunque se perciben la delincuencia y los ambientes marginales, estos son elementos secundarios y que no deben distraer al espectador del auténtico mensaje de la película.

Paul Auster es al realismo mágico lo que Magic Johnson y Larry Bird al baloncesto: se encargó de revitalizarlo profundamente en la década de los 80 y todo el que se produce hoy en día está influenciado por él. Sheridan y sus hijas acuden a la ciudad de Auster a coquetear con el realismo mágico en las calles del maestro. Y lo hacen de forma sutil, para que el espectador ni siquiera se de cuenta de que está siendo hechizado. Recurriendo en ocasiones, para despistar, a falsos guiños al Midas de Hollywood, como son esos pequeños homenajes a E.T, que abundan en la película.

La familia Sullivan emigra a América con la esperanza de una nueva vida, que les haga olvidar la muerte de su hijo pequeño. Samantha Morton está esplendida, como siempre, en el papel de madre cariñosa, sufridora e inasequible al desaliento. Paddy Considine interpreta con solvencia al padre de familia, angustiado por la culpa en la muerte de su vástago e incapaz de mostrar suficientes emociones para ejercer su profesión de actor.

Las hermanas Bolger son el gran descubrimiento del film, los ojos de las pequeñas nos llevan de la mano en todo momento por ese universo nuevo, tan alejado de las verdes tierras irlandesas como estas dos niñas de cualquier miedo. Son ellas las que obligan a abrir la puerta al ángel de la guarda de la función, el genial Djimon Hounsou, que en su papel de Mateo nos vuelve a demostrar que en el cine, como en la vida, las cosas no suelen ser lo que parecen; que los en apariencia más fieros suelen esconder a los más dóciles, y que hay que dar una oportunidad a las personas antes de desecharlas, aunque parezcan sádicos caníbales y sus hogares recintos aptos para sacrificios sangrientos.

Los Sheridan se encargan de recordarnos en esta película que siempre es pronto para bajar los brazos y que la mayor responsabilidad que tenemos para con nuestros seres queridos muertos es continuar nuestras vidas de la mejor manera posible, recordándoles siempre con alegría y en sus mejores momentos. Para ello utiliza a las niñas, que como portadoras de la inocencia nos hacen volver a creer en la magia, en la formulación secreta de deseos y en ayudas inesperadas que suplen las carencias del elitista sistema sanitario americano.

En resumen “En América” es una más que recomendable adquisición para todos aquellos que disfruten con el cine de Jim Sheridan, el realismo mágico de Auster o que simplemente quieran conservar en sus videotecas una película sencilla y relajante, de esas que te dejan la sensación de ser mejor persona cuando acabas de verlas.

martes, marzo 07, 2006

El Rey


Nunca he sentido gran simpatía por los franceses ni por sus monarcas, pero hay uno que siempre me cayó bien, se trata de Eric Cantona: El Rey de la República Francesa. Mucha gente recordará a Cantona por la patada de Kung-Fu que le propinó a un aficionado del Cristal Palace en pleno partido, pero otros muchos le recordamos por el mítico anuncio de Nike en el que se levantaba el cuello de la camiseta, decía "Au Revoir" y le colaba un golazo al mismísimo diablo.

Cantona es uno de los personajes más temperamentales de la historia del fútbol, a menudo se le iba la cabeza, pero su genialidad estaba fuera de toda duda. Inició su carrera en el fútbol francés, jugando en el Auxerre, Marsella, Burdeos, Montpellier y Nimes. En esos equipos demostró su calidad como futbolista y su inestabilidad mental. Con apenas 25 años llegó incluso a plantearse su retirada del fútbol porque no veía la luz al final del túnel al que le había conducido su difícil carácter.

Por suerte el Leeds se cruzó en su camino y le dio la oportunidad de rehacer su vida deportiva en Inglaterra. Cantona marca la frontera entre el viejo fútbol inglés, lastrado por las tragedias deportivas en los estadios, y la moderna Premier League. Después de ganar la liga con el Leeds en el 92, Cantona fue traspasado al Manchester United, y se encargó de devolverle la gloria al mítico club inglés, que llevaba 26 años sin conquistar un título liguero.

En sus 5 años en Manchester coincidió con grandes futbolistas como Kanchelkis, Keane, Hughes o Schmeichel; pero su mejor socio fue un jovencísimo Ryan Giggs, con el que en algunos momentos parecía tener comunicación telepática. Los Fergy Boys (Beckham, Scholes, hermanos Neville ...) también debutaron con Cantona sobre el campo. Los aficionados del United adoraban al francés porque siempre daba la sensación de dejarse la piel en cada partido. Aún hoy siguen coreando su nombre en las gradas de Old Tratford, recordando tiempos mejores.

Su aportación a los Diablos Rojos se resume en las cuatro ligas que consiguieron en el lustro que Cantona jugó con ellos, incluyendo sendos dobletes en los años 94 y 96, gesta que el equipo de Manchester jamás había conseguido antes. El monarca francés supo asumir el legado de futbolistas legendarios como George Best o Bobby Charlton, convirtiendo al Manchester en una máquina de hacer dinero gracias al merchandising y dando lustre a la recién nacida Premier League.

Las dos asignaturas pendientes de Cantona fueron la Champions League y la selección francesa. La superioridad del Manchester en las islas no se reflejó en las competiciones europeas. Antes de la ley Bosman el United tenía que remozar sus alineaciones en la Champions para cumplir con las limitaciones de jugadores asimilados (británicos no ingleses e irlandeses) que imponía la UEFA. Ese handicap, unido a la irregularidad del equipo de Alex Ferguson en Europa, hicieron que la mayoría de las veces el campeón inglés pasara sin pena ni gloria por la Liga de Campeones.

Con los Blues a Cantona le tocó vivir una época de transición entre la Francia de Platini y el equipo campeón del mundo del 98. Una gran generación de futbolistas, entre los que destacaban el propio Cantona, Papin o Ginola, no llegó a disputar nunca un mundial y su participación en la Eurocopa de Suecia del 92 se saldó con un estrepitoso fracaso. Eric siempre fue el favorito de Platini, pero de nuevo su difícil carácter pudo más que su talento, después de múltiples sinsabores con su equipo nacional, no volvería a vestir la camiseta francesa tras la sanción por la patada de Kung Fu.

Cantona era un tipo sobrado de confianza en si mismo y gracias a su carisma transmitía esa seguridad a sus compañeros. Su chulería era evidente viéndole sobre el campo, siempre sacando pecho y con el cuello de la camiseta levantado. Pero bajo su apariencia de leñador se escondía un amante de la filosofía, el teatro, la poesía y el arte. Un tipo enigmático que siempre citó entre sus ídolos a Maradona, Mickey Rourke, Marlon Brando, Jim Morrison y sobre todo al poeta francés Rimbaud.

En junio del 97, tras ganar de nuevo la liga y caer en las semifinales de la Champions, Cantona sorprendió al mundo del fútbol anunciando su retirada. Sólo tenía 31 años, pero ante la pujanza de las nuevas figuras del United, el Rey se dio cuenta de que su reinado podía estar tocando a su fin. Él era ante todo un ganador y quería ser recordado por los aficionados en todo su esplendor, no como un tipo pasado de años que se arrastraba por los campos para seguir ganando un sueldo que ya no merecía. También se especuló que su retirada favorecería a la selección francesa que ya no tendría que preocuparse por el impacto de su no convocatoria en el Mundial del 98.

Tras retirarse del fútbol Cantona se ha dedicado a la interpretación con el sobrenombre de King Cantona y al fútbol playa, capitaneando a la selección gala. Pero nunca ha llegado a olvidar al United, ha trabajado como entrenador de las categorías inferiores del club y en los últimos tiempos ha mostrado su descontento con el rumbo que ha tomado la entidad desde que el magnate Glazer se hizo con su control.

Cantona siempre será un monarca con alma de poeta maldito. Esperemos que pronto podamos verle dirigiendo a los Diablos Rojos o a cualquier otro equipo. Mientras tanto nos quedaremos con una de sus frases: "Pase lo que pase, siempre hay cosas que podrías haber hecho mejor. Marcas dos goles y piensas que lo podrías haberlo hecho mejor, sientes que podrías haber marcado un tercero. Eso es perfeccionismo, y es lo que te hace mejorar en la vida".

sábado, marzo 04, 2006

Votaciones para los Oscars



Si yo fuera académico estas serían mis votaciones en las principales categorías de los Oscars:

  • Mejor Actor Secundario: George Clooney ("Syriana"): No he visto esta película, pero dicen que Clooney se sale en ella. Sería injusto que con tres nominaciones se fuera de vacío esa noche. También me gustaría que el eterno chico malo Matt Dillon se llevara la estatuilla por su genial actuación en Crash y porque me cae francamente bien.
  • Mejor Actriz Secundaria: Rachel Weisz ("El Jardinero Fiel"): La inglesa es una de mis actrices favoritas, es sensual, contundente y siempre es creíble frente a la cámara. Aunque no he visto la película me encantaría que se llevara la estatuilla. Si no se lo lleva Weisz espero que la elegida sea Catherine Keerner, porque su interpretación en Capote de la escritora de “Matar a un Ruiseñor” es soberbia.
  • Mejor Actor: Philip Seymour Hoffman ("Capote"): El eterno secundario del cine independiente americano se ha reencarnado en Truman Capote y demuestra que es uno de los mejores intérpretes del cine actual. Sin duda la suya es la mejor actuación del año, así que salvo sorpresa el Oscar será suyo.
  • Mejor Actriz: Felicity Huffman ("Transamerica"): La actriz de "Mujeres Desesperadas" se ha tomado muy en serio lo de convertirse en transexual y su esfuerzo interpretativo bien merece el eunuco de oro. Reese Witherspoon será una digna contrincante y desde su pulpito de nueva novia de América venderá muy cara su derrota.
  • Mejor Guión Original: Paul Haggis ("Crash"). Este año le toca, ha hecho una labor magistral en la escritura de un guión en el que se entremezclan decenas de personajes sin que el espectador se pierda en ningún momento. Estamos ante uno de los mejores guionistas del cine actual, así que el Oscar debe ser para él.
  • Mejor Guión Adaptado: MacMurtry / Ossana ("Brokeback Mountain"): Partiendo de una novela corta han sabido sacar todo el partido posible a una historia complicada de tal forma que no escandalizara al impresionable público americano.

  • Mejor Director: Ang Lee ("Brokeback Mountain"): El taiwanes es el director más polivalente del panorama mundial, lo mismo le da dirigir una de artes marciales, un western o una película ambientada en la Inglaterra victoriana. Su dirección en la película de los vaqueros gays es impecable y ya va siendo hora de que este gran cineasta tenga una estatuilla en sus vitrinas.
  • Mejor Película: "Crash". Después de ver las cinco películas nominadas, me quedo sin duda con ella. Estamos ante un clásico moderno, rodada en apenas 35 días, en ella se refleja como pocas veces el complejo mundo que nos ha tocado vivir. Todos somos ciudadanos del mundo, después de ver “Crash” todos hemos vivido en Los Angeles

jueves, marzo 02, 2006

Doc



Nunca he sido un gran fan de las series de médicos, suelen centrarse demasiado en términos clínicos que no me interesan demasiado o en la vida privada de los trabajadores de los hospitales, que me importan todavía menos. Pero cuando vi por primera vez el anuncio de "House" supe que aquella serie me gustaría.

El protagonista de la función es Gregory House, un misterioso gurú médico que trabaja en el Hospital de Princeton y que en su interior almacena cantidades industriales de ironía y sarcasmo. El actor que le interpreta es Hugh Laurie, un inglés de los que no perdonan el té de las 5 y que se ha ido a vivir al continente americano para poder reencarnarse en el Doctor House.

Además del protagonista, la serie cuenta con buenos secundarios como Robert Sean Leonard, actor de "El Club de los Poetas Muertos" y que llevaba desaparecido muchos años. Los aprendices de House también cumplen con solvencia su cometido de apoyo y réplica al maestro. La tensión sexual mezclada con alivio cómico lo pone la directora del centro, a la que da vida Lisa Edelstein.

"House" se mueve en la estela de CSI en cuanto a la tensión narrativa y la utilización de efectos visuales para reflejar reacciones fisiológicas del cuerpo humano. A menudo los médicos de la serie se convierten en detectives que tienen que investigar en el entorno de los pacientes las causas de extrañas enfermedades. En ocasiones la serie se vuelve melancolica por la escasa vida fuera del hospital que tienen los doctores protagonistas. Lo más normal es que en cada capítulo algún paciente tenga que hacerse algún TAG y/o ser reanimado con desfibriladores.

House es un tipo huraño que nunca lleva bata, con una cojera de origen no explicado, engulle analgésicos de 10 en 10 y no puede dejar de ver a diario "Hospital General" en su microtele portátil. Le encanta meterse en la vida de sus compañeros rebuscando en sus historiales, sin dar un solo detalle de la suya propia. Es un borde que al final siempre acaba mostrando su lado sensible. Pura contradicción en un tipo excesivo que odia pasar consulta porque cree que los pacientes siempre mienten.

El esquema de todos los capítulos es similar: comienzan con alguien que cae fulminado misteriosamente; es ingresado en el hospital de Princeton; House se interesa por el caso; tormenta de ideas con sus aprendices para ver que enfermedad rara puede tener el paciente; pruebas con varios tratamientos hasta que alguno funciona y al final el paciente se salva in extremis. Entre los distintos pasos de la trama se suelen incluir alguna consulta del Doctor House con pacientes no tan graves. En esos momentos el galeno despliega su peculiar sentido del humor cruel. Por mucho que se repita, la serie engancha.

"House" no es apta para hipocondríacos, las extrañas enfermedades de los pacientes suelen partir de situaciones cotidianas, y nos recuerda que en cualquier momento todos podemos caer como moscas. La sensación que te queda después de ver cada capítulo es de "Carpe Diem" y de "La Salud es lo primero". Doc House es un tipo que siempre dice lo que piensa porque ya no tiene nada que perder y al que lo único que le importa es que sus enfermos se curen, en su caso el fin siempre parece justificar los medios.