lunes, diciembre 07, 2009

La Última Noche



Cuando llega el principio del fin, todo parece cobrar sentido en apenas tres minutos. Lo que diferencia la vida de la ficción es la imprevisibilidad de los momentos, el no ser capaces de sospechar el final que nos espera, por muy listos que nos creamos y por muy atado que pensemos que lo tenemos todo, hasta lo inevitable.

Hay momentos en los que las canciones que forman parte de nuestra vida se cruzan con las series que comienzan a hacerse un hueco en nuestras almas. El comienzo del fin de "The Shield" cuenta con la mejor de las bandas sonoras, el "Disarm" de los Smashing. Cuando escribió esta canción, Billy Corgan sabía que algún día ilustraría la mejor de las historias, una en la que los errores comenzaran a pasar factura por todos los pecados cometidos.

Lo que diferencia a "The Shield" de todas las demás series es que jamás puedes sospechar lo que pasará en la siguiente escena. La frontera entre el bien y el mal es tan difusa que desde el principio es imposible distinguir a buenos de malos. Las verdades absolutas se difuminan por capítulos, disfrazadas de escatología y violencia extrema.

"The Shield" es sobre todo la historia de una amistad, un grupo de élite hermanado por códigos de honor y sangre, en el que todo lo que está fuera del círculo de confianza es susceptible de volar por los aires. Los Ángeles es la urbe maldita en la que la mugre salpica las estrellas doradas, el glamour se ve frenado por los más bajos instintos y todos sus habitantes pelean por sobrevivir un día más en la gran ciudad, cueste lo que cueste y sin poder mirar hacia atrás ni hacia delante, por miedo a un final repentino.

Las canciones de las Calabazas nos salvaron de la desesperación absoluta, nos hicieron convivir cómodamente con el fracaso. Nos hicieron entender que la perfección no radica en sus letras, ni en sus melodías, ni en la voz de Corgan ... sus himnos simplemente hacen cualquier momento más llevadero, dan sentido a muchas de las estupideces que nos rodean, nos ayudan a revelarnos contra la dictadura de lo cotidiano.

Nadie dijo que ver "The Shield" fuera fácil, puedes tardar hasta 50 capítulos en entender porque la sigues viendo; pero cuando todo parece perdido, esta serie mostrará uno de esos momentos que jamás verás en ninguna otra, ni en el cine ... uno de esos instantes que parecen un deja vú, porque ya no podrás dejar de sentirte identificado con sus protagonistas.

martes, octubre 20, 2009

Hasta siempre jugón



Creo que la primera vez que vi y oí a Montes fue en "El Día Después" original, tuvo que ser en "Lo que el ojo no ve" o alguna sección similar. En la cabina de comentaristas de un estadio cualquiera, se desgañitaba con narraciones barrocas e improperios como ¡¡¡ Pero Gadget !!! Poco tiempo después empezaría a trabajar para el Plus, narrando los partidos de la NBA, que hasta entonces siempre había ofrecido la segunda cadena.

En mi casa nunca ha habido plus, las rayas y el susurro ininteligible del canal número seis, escondían todo el baloncesto americano con el que tanto disfruté de pequeño. Montes era el heredero de Trecet, pero en versión más excesiva, culta y salada; pero del que solo podía disfrutar cuando el bueno del Sr. F me pasaba algún partidillo grabado, preferiblemente del All-Star o de los Lakers.

En el baloncesto moderno siempre habrá dos etapas claramente diferenciadas: Antes y Después de Magic. Cuando el Mago se retiró en el año 91, nos dejó huerfanos a todos los seguidores de los Lakers. Ni Jordan ni nadie conseguiría cubrir un vacío que duró hasta el día que Magic volvió a las canchas en el año 96, con unos cuantos kilos de más y reconvertido en un 4 poderoso. Por supuesto, Montes estuvo allí para contárnoslo y yo pude conseguir ver el partido completo, previo paso por casa de un amigo para programarle el vídeo y evitar perderme una ocasión tan inolvidable.

Poco puedo añadir a lo que ya han dicho Peeeete y el Sr. F sobre Montes. Siempre estaremos en deuda con él por todos los latiguillos recurrentes que introdujo en nuestro vocabulario, los buenos ratos que nos hizo pasar delante de la pantalla y todo lo que nos enseñó de música, cine y, sobre todo, baloncesto.

Cuando Montes empezó a narrar la NBA en el Plus hacía más de una década de la efímera estancia de Fernando Martin en Portland. Desde España veíamos a paquetes como Esposito o Rusconi llegar al baloncesto americano, mientras nuestros mejores talentos nunca cruzaban el charco por miedo o falta de oportunidades.

Hace apenas un mes, Montes se despidió para siempre de nosotros, contándonos como una selección campeona del mundo, en la que la mayoría ha jugado o jugará en la NBA, se proclamaba la mejor de Europa en Polonia; partiendo como favorita y venciendo a todos sus demonios durante un campeonato muy irregular. Sin duda una parte importante de esa victoria fue también suya, porque la generación que estaba sobre la pista había crecido escuchando narrar la NBA a Montes, él tuvo la culpa de que interiorizáramos que ya no tendríamos que volver a estar "Cerca de las Estrellas", porque las Estrellas de verdad eramos nosotros: los miembros del Calabazas Club.

lunes, septiembre 21, 2009

Volver


Hace diez días nadie daba un duro por la selección española de baloncesto, un equipo que vagaba sin rumbo por un mar de mediocridad, derrotas y victorias poco convincentes. Los de Scariolo parecían condenadas al escarnio absoluto, que muchos esperaban para pasarles factura desde la más profunda envidia, por los éxitos cosechados en los últimos años.

Anoche nos convirtieron en Campeones de Europa de baloncesto por primera vez, la sensación no era nueva del todo, pero sí que lo era la forma en que lo consiguieron. Todo este campeonato parecía orquestado para reivindicar la condición de buscavidas de los 12 de la ÑBA. Al principio se nos calentó la boca criticándoles cada vez que nos daban ocasión, para luego volver a caer rendidos a los pies de un equipo en estado de gracia, contagiado de las infinitas ansias de ganar de Pau Gasol.

La conjura en una de las habitaciones dio como resultado un cambio radical de actitud. El endiosamiento dreamteamistico dio paso a una mentalidad de picapedreros talentosos, dispuestos a llevarse por delante a todos los que se cruzaran en su camino hacia el oro. Con la selección en trance, daba igual quien hubiera llevado la manija, hasta el peor entrenador del mundo hubiera ganado el oro con este equipo.

Hace un tiempo, la selección le devolvía cada verano la ilusión a Pau en sus peores años en Memphis. En este Eurobasket Gasol ha saldado de una vez por todas la deuda que tenía con este equipo, devolviéndole la ilusión y el espíritu ganador a un grupo con el estomago cada vez más lleno y que necesitaba del caudillaje inteligente del mejor baloncestista español de todos los tiempos.

Lo que vivimos ayer fue la culminación de un ciclo inolvidable que comenzó hace ocho años en Turquía. Por aquellos días, Gasol lucía un impoluto peinado a raya y soñaba con mantenerse a flote en la NBA, dando alguna alegría de vez en cuando a sus compatriotas. En todos estos años, este equipo ha prolongado nuestras vacaciones de verano, con la sensación de que con ellos siempre habría algo que celebrar.

Dentro de un tiempo hablaremos con nostalgia de esta selección, pero ya no habrá quién nos quite el orgullo de que nuestra generación - y sus aledañas - se coronaran campeonas de Europa de Fútbol y Baloncesto en una misma época.

martes, junio 09, 2009

Y con él llego Kaká


En unos pocos días Florentino ha conseguido el fichaje eternamente prometido por Calderón, una de las primeras mentiras del infausto presidente cuyo mandato a elevado a los altares a Floren, por aquello de las comparaciones odiosas y los hechos consumados.

A nadie le puede disgustar la contratación del brasileño, un tipo religioso de inmensa calidad, nada problemático y con mucho caché internacional. Birlarle a su estrella máxima al Milán es una muestra más de que los tiempos están cambiando. En un fútbol dominado por los grandes magnates, Floren es una rara excepción por aquello de que teoricamente él no es el dueño del club, aunque no tengo nada claro de donde va a sacar los 300 millones para transformar la plantilla en un equipo campeón.

Parece que los siguientes serán Villa y Silva, no se sabe muy bien en que orden. Son los hombres de la "españolización", una política tan absurda como la de los "Zidanes y Pavones". Fichar a un solo jugador es tan ridículo como querer encajar a diez nuevos en apenas unos meses. Se acerca una "pequeña revolución" ¿será capaz de llevarse por delante a Raúl?

No creo que Floren sea tan bueno como nos lo está pintando la prensa, hay que reconocerle sus méritos como presidente, pero no hay que olvidar que si la cosa se pone fea volverá a salir por patas. Al fin y al cabo, la historia le ha dado una segunda oportunidad para enmendar los errores de su primera etapa, pero no está claro que él sepa bien cuales fueron esos errores.

El fútbol escapa a la pura gestión empresarial, la seriedad laboral que rezuman Floren, Valdano y Pellegrini es un profundo alivio después de tres años de pitorreo y situaciones absurdas; pero al final el fútbol es un juego y, como tal, tiene una profunda componente de azar que no puede controlar ni el capo más manipulador.

Los madridistas soñamos con una alineación con Casillas, Ramos, Pepe, Vidic, Clichy, Xabi Alonso, Rivery, Silva, Kaka, CRonaldo y Villa ... así como la expulsión de Raúl del equipo. Floren ha puesto la primera piedra de su nuevo proyecto, seguiremos expectantes la construcción de un equipo capaz de pasar de octavos en la Champions.

lunes, junio 08, 2009

Corazón Cenicero



"Battle for the sun" es el nuevo disco de Placebo que hoy sale a la venta. En doce años la banda inglesa se ha consagrado como una de nuestras favoritas y, sin duda, a la que más ganas tenemos de ver en directo. Estarán el día 11 de julio en el BBK Live de Bilbao, pero nosotros no estaremos allí. Les seguiremos esperando en Madrid, donde seguro que tocarán pronto.

Su nuevo disco es una nueva vuelta de tuerca de estos ciclotímicos empedernidos, a los que nos gusta mucho oír, pero cuya androginia no acabamos de digerir del todo. Esta vez han estado grabando durante tres meses en los estudios Metal Works de Toronto y tienen nuevo batería, Steven Forrester, fichado después de telonear al grupo con su banda Evoline durante la gira americana de 2006.

La Batalla por el Sol es más positivista que el excelente "Meds" y sigue con la tónica de mejora constante de un grupo que al principio hacía discos en los que más de la mitad de las canciones eran infumables y el resto sublimes. En los dos últimos discos se pueden escuchar todos los temas y la tónica general es excelente.

En el fondo, su sonido es siempre el mismo, la voz de Molko es única y a nosotros nos evoca sensaciones familiares: comienzos de milenios, confusión, desasosiego y calma después de la tempestad. Los Placebo son los auténticos sucesores de Smashing, desde la distancia entre sus sonidos, y esta vez han sido mezclados por Alan Moulder, que ya ha trabajado varias veces con las Calabazas.

El "Hard Pop" de Molko es más luminoso que nunca y puede que no convenza a sus fans más antiguos, lo que está claro es que se han aliado con el tiempo y los elementos para desafiar los avatares de una industria en proceso de descomposición. Su mensaje es el de siempre: los que resisten acaban ganándose la eternidad.

viernes, junio 05, 2009

Los orígenes del Gran Khan


El ruso Sergei Bodrov en "Mongol" nos cuenta los orígenes de Genghis Khan , una de las películas más densas que he visto en mucho tiempo. A simple vista parece una biografía de acción más, pero si rebuscamos en el IMDB se puede llegar a descubrir que estuvo nominada a los Oscars representando a Kazajistan y como mejor película en los premios del cine europeo.

Para todos aquellos que no sabemos mucho de la Mongolia medieval, hay momentos en los que es fácil perderse entre tanto personaje de ojos rasgados a los que solo se logra distinguir por el peinado. Conviene saber antes de verla, que la película se centra en los primeros años de Temüjin, el que luego acabaría conociéndose en uno de los mayores conquistadores de la historia, digno competidor de Alejandro Magno y Napoleón entre otros.

La historia de Genghis es la de una voluntad a prueba de bombas, capaz de unificar bajo una sola bandera a todas las tribus nómadas de mongoles que deambulaban por la Estepa. Viendo "Mongol" es inevitable acordarse de "Dersu Uzala", la mítica película que Julián nos llevó a ver hace una década y media, a aquella tampoco acabamos de cogerla el punto, pero aún nos seguimos acordando de los gritos de Dersu y el Capitán en mitad de la Taiga.

Temüjin/Genghis es el paradigma de la perseverancia y la resistencia ante la adversidad, de esos que tanto gustan en el cine de siempre. Bajo el manto de película seria, se esconden muchas peleas a cámara lenta, no tantas como en "300", pero las suficientes para llamar la atención de los amantes del género violento.

Los paisajes mongoles son una de las claves de la película, junto con el estoicismo que caracteriza al protagonista, él es el único que no le tiene miedo a los truenos, porque le pillan de vuelta de una vida llena de palos, en la que aprendió a sobrevivir a base de sentido común y ganas de demostrarles a su enemigos que no podrían acabar nunca con él.

En definitiva "Mongol" es un buen negocio y el comienzo de una saga en la que nos contarán toda la vida del mítico Genghis. Hoy en día no estamos sobrados de historias y la del Gran Khan merece la pena ser contada, siempre que lo hagan a lo grande, sin aburrirnos a ratos como en esta primera.

jueves, junio 04, 2009

Once More Time


Esta noche comienzan de nuevo las finales de la NBA, el acontecimiento deportivo que todos estábamos esperando desde el último partido del Estudiantes en la liga regular. La gran incógnita sigue siendo si los Lakers habrán aprendido la lección del año pasado o serán víctimas de su sempiterna irregularidad y de la extraordinaria pujanza de los Magic de Dwight Howard.

De nuevo un español se acerca al anillo, después de una temporada magnifica de Pau, en la que seguimos acostumbrados a que consiga doble-doble en todos y cada uno de los partidos que juega, ahora toca volver a darlo todo, contra un rival inesperado y con una ventaja de campo que puede ser definitiva a la hora de enfrentarse con un equipo novato en lo de pelear hasta el final por el anillo.

El Tío Phil seguirá descontando los minutos que le faltan para la retirada definitiva, con diez aretes en las manos, ya ni su amada Jeanie le podría retener en el banquillo angelino. Tendría todo el derecho a dar paso a Byron Scott, para que cerrara definitivamente la cuadratura del círculo: Kobe siendo entrenado por un Laker de la época del Showtime, bajo la atenta mirada de Kareem, certificando que los 70 se reconcilien al fin con los 80, 90 y el siglo XXI.

Parece que Bynum está de morros con el Maestro Zen, los Lakers harían muy bien en intercambiarlo este verano por el otro Gasol, seguro que la Tanketa se saldría jugando en L.A. junto a su hermano. El único problema es que los yankees son demasiado cortos para entender la diferencia entre una eterna promesa y el sucesor de Sabonis que llegó de la soleada Península Ibérica.

Pau tampoco estará en el Europeo de Polonia, donde se comprobará si la selección tiene suficientes recursos como para que no se noten las ausencias de sus mayores estrellas. Apuesto a que echaremos de menos a Pepu, Scariolo no es ni la mitad de entrenador que el tipo que nos hizo campeones del mundo. Los caprichos de Pepe Saez nos van a pasar factura más pronto que tarde.

Este puede ser el año, si Pau gana ese anillo será un poco de todos, pero sobre todo servirá de confirmación de que el talento, la inteligencia y el trabajo conducen inexorablemente al éxito ... al menos cuando vienen acompañados de algo de suerte: quién le iba a decir a Pau hace un par de años que acabaría jugando en la franquicia más importante del planeta.

miércoles, junio 03, 2009

Una mala jugada


El viejo Buk sabía de sobra que muchos buenos hombres acabaron en el arroyo por culpa de una mala mujer. El mítico Raymond Chandler también conocía bien esta historia, que no es otra que la escribió con Billy Wilder para el guión de "Perdición".

En un tiempo en el que no existían los ordenadores, los comerciales de seguros eran almas errantes en busca de un lugar en el que descansar de la dura vida de vendedor ambulante. Walter Neff es el protagonista, un empleado del año que decide enfrentarse al sistema, creyendo conocer todas las trampas y desafiando el infalible olfato de su jefe, el venerable Edward G. Robinson.

La oscuridad de aquellos tiempos difíciles está presente en todo momento, los pecados que se acaban volviendo contra nosotros por culpa de conciencias ajenas. Un mundo de ricos chocará contra la aparente inocencia de unos tipos sin mácula, condenados a enamorarse de arpías cuyos llantos camuflan la furia de una tormenta despechada.

En busca del crimen perfecto, la vida de Walter quedará reducida al nerviosismo generado por la tensa espera del que sabe que le van a pillar, las noches en vela pensando cuando le llegará la hora de pasar por caja para pagar por todos sus errores. Acabará odiando a la mujer que le condujo al cadalso, pero sobre todo a si mismo, por haber sido tan estúpido como para creer que todo saldría bien.

La mezquindad empresarial se cruzará con el instinto de un jefe que lo ha visto todo. El suspense dará paso a un final inesperado, unas gotas de justicia poética en medio de la confusión de sentimientos y necesidades básicas. Una historia sencilla, uno de esos clásicos capaces de sobrevivir durante décadas, porque hablan de lo que todos conocemos: nuestros mejores errores sin solución.

martes, junio 02, 2009

Tuvo que correr

Nada que añadir al excelente post del gran Zerep, simplemente la mejor canción del poeta urbano más grande que ha dado este país:

Tuve que correr
cuando la vida dijo: "ve"
No hubo manera de pararme
Correr que fue volar
Beber de un solo trago todo el mar
Y no sació mi sed el agua
Tomé el sendero sin saber
que me alejaba para no volver
Dulce como miel
probar el roce de su piel
Ella en el suelo, yo en el aire
Dulce pero cruel
llenó mi mundo de papel
Jamás pensé que llegaría a helarme
Que perdería el calor
y con el tiempo la razón
En el camino tropecé
con esa piedra desde la que arranqué
Tomé el sendero sin saber
que me alejaba para no volver
En el camino encontré
lo que jamás pensé tener
Tuve que correr
cuando en el viento pude oir
que igual que vine habría de marcharme,
que como vine habría de marcharme


lunes, junio 01, 2009

La figura del crack mediático en nuestra sociedad


Hoy comienza una nueva etapa para el madridismo, en la que Florentino P. vuelve a tomar el timón de una nave a la que dejó tirada en mitad de un océano de mediocridad. La gran pregunta es si Floren ha aprendido de sus errores, sus declaraciones de los últimos días no dejan muy claro este tema, solo el tiempo dará y quitará razones.

Cuando apareció en el 2000, fue capaz de echar a Lorenzo Sanz, presidente de un equipo campeón de Europa, pero que nadaba en un mar de irregularidades deportivas y económicas. El fichaje de Figo fue capital para desestabilizar del todo al Barça y devolver la ilusión a una afición que en un par de años había visto ganar más Copas de Europa que en los treinta anteriores.

Aquel verano del 2000, todavía eramos "tiernos" universitarios, sin ingresos ni responsabilidades. Cuando iniciábamos las salidas en Goya, era inevitable hablar de Floren y sus promesas de madridismo superlativo. Cuestionábamos la forma en la que echó a Redondo y soñábamos con otra manera de hacer las cosas, apalancados en cualquier esquina del Parque Juan Bravo, sabiendo que aquella noche seguramente acabaríamos en Gatsby y que el Madrid volvería a ser campeón de Europa en breve.

Floren se sacó de la manga un modelo económico en el que los billetes fluían a raudales, pero su modelo deportivo perdió muy pronto el norte, si es que alguna vez lo tuvo. Su maquinaria mediática nos hizo creer que todo se acabaría arreglando, hasta que estalló por los aires en febrero de 2006.

Después de unas elecciones esperpénticas, en las que ganó la opción que parecía menos mala, han venido tres años raros, de triunfos locales y fracasos internacionales. Algo parecido a lo que vivimos a finales de los 80 y principios de los 90, pero condensado en 1000 días, que acabaron con una orgía de cinco derrotas consecutivas y todo el hastío y la desidia que once tíos pueden poner sobre un terreno de juego.

Comienza una etapa de fichajes, especulaciones, noticias dudosas, ilusiones y decepciones. Todos somos nueve años más viejos (sobre todo Raúl) y hace mucho que perdimos la inocencia; pero todavía nos queda algo de esperanza, no en un modelo futbolístico a largo plazo, sino en triunfos inmediatos que nos hagan recuperar la autoestima futbolística; al fin y al cabo, el Madrid siempre ha sido como nosotros: la ley del mínimo esfuerzo rentabilizada hasta el extremo.

martes, abril 14, 2009

Pito Caladero Barcelona


Mis pesquisas me llevaron de cabeza a la capital de la nación catalana. En esto del nacionalismo, como en tantas otras cosas, nunca he sido muy radical: mi opinión siempre ha dependido mucho de la mina que tuviera al lado y de cómo me cautivara su sonrisa.

Decidimos situar nuestro operativo a escasas cuadras de la playa de la Barceloneta, se rumoreaba que la fauna acuática del lugar incluía peces de tres y cuatro ojos, así que dejaría para mejor ocasión lo de darme un bañito y llegar nadando hasta la boya. Nuestro gancho para la "Operación Pantumaca" sería Pito, un afamado corresponsal de guerra, con múltiples conexiones en la órbita balontirística.

Desde que Juan de Dios Román aparecía cada miércoles en la tertulia mañanera de Gozalo en Radio Marca; se habían destapado unos cuantos escándalos de corrupción arbitral, trata de blancas y apaño de partidos en la división de honor de Balontiro. En esa misma tertulia también hablaba Ramón Trecet, al que Pito odiaba a muerte por sus crueles críticas al alaskeño Oleson. Todo esto fue suficiente para que el afamado y guapetón agente M.A. Caladero abandonara su trabajo tapadera como CTO en una afamada y corrupta empresa de estructuras termodinámicas.

Allí estaba yo y conmigo estaba Pito. Juntos habíamos pasado algunos veranos en Zamora, en aquellos campamentos de la SOLFA, en los que teníamos que compartir habitación con los alumnos de las SOLFAs catalanas (SOLFA Eixample y SOLFA Viladecans). Siempre envidiamos a nuestros alter egos catalanes, por compartir pupitre con gallinitas mucho más bellas que las que a nosotros nos tocaron en la calle Formentera y luego en Tajuñatalaz: se ve que en las SOLFAs catalanas no había barra libre de cafe con bollos y picatostes.

Lo que menos me gustaba de esos campamentos, es que me hacían levantarme a las ocho de la mañana: yo en vacaciones siempre he sido de dormir mucho y bien. Nuestro primer movimiento en Barna consistía en contactar con un par de seguidoras de la Penya, que respondían al sobrenombre de Krusties y con las que quedamos en vernos en un garito llamado Plataforma, a escasos metros de la mítica sala Bagdag. Nunca pensé que lo que ocurriría aquella noche cambiaría para siempre mi existencia y la de todos los que me rodeaban ...

Continuará

lunes, abril 13, 2009

Erase una vez ... en Italia


"Novecento" es probablemente la última gran película que me quedaba por ver de la primera época dorada de De Niro. Con casi 300 minutos de metraje, esta megaepopeya repasa la primera mitad del siglo XX en la vida de dos personajes que representan las dos caras de la moneda italiana: el señor cuasifeudal y el siervo sobrado de pelotas y escaso de suerte, que acabarán unidos por un destino común inesperado.

Con figuras como Depardieu, Burt Lancaster, Donald Sutherland o el propio De Niro; Bernardo Bertolucci compone una obra superlativa por su tamaño, pero algo cansina en su desarrollo, tal vez para apreciarla de verdad habría que verla por capítulos o del tirón sin levantarse siquiera para ir al baño.

Por la pantalla desfilarán comunistas, fascistas, socialistas, partisanos y todas las demás ideologías que llevaron a la ruina a los italianos y cuyo recuerdo les haría resurgir tras la Segunda Guerra Mundial. El mundo que nos retrata Bertolucci esta rodeado de esa atmósfera viejuna de nuestros abuelos y bisabuelos, cuando los señores tiranizaban a los braceros en un régimen de semi-esclavitud y era prácticamente imposible mejorar tu estatus social, porque la mayor parte de los ricos ya lo era desde la cuna y no dejaban a ningún extraño acercarse a su selecto club.

Habiendo nacido el mismo día de comienzos de siglo, Olmo y Alfredo vivirán vidas muy distintas, las de un campesino bastardo y el nieto del Patrón, condenados a heredar la suerte de sus antepasados, sin importar los méritos que atesoren durante su propia vida. Bertolucci no escatima en medios para pintarnos la cruda realidad de la época con pelos y genitales, envolviéndola en un manto de bellos paisajes y funestas intenciones.

La brusquedad de los movimientos de los personajes, es la de un tiempo en el que el pueblo llano se hartó de los abusos de los poderosos y decidió que también querían su parte de pastel, que ya no se conformarían nunca más con las migajas. La reacción de los "señores" fue inventarse a los camisas negras de Mussolini, fascistas sin ningún escrúpulo, ideados para devolverles el poder aplacando las iras del populacho. La Segunda Gran Guerra acabó poniendo a todos en su sitio, allí donde acaba esta mastodóntica historia.

Como en casi cualquier película, el amor también tiene sitio en su descomunal metraje. Las mujeres de Olmo y Afredo serán tan distintas entre sí como parecidas a ellos mismos. La ruleta de la vida les acabará separando de ellas, por la misma inevitable inercia que guiará su peculiar amistad ... en un siglo muy lejano, ese Novencento en el que casi todos nacimos.

domingo, abril 12, 2009

Finde baloncestístico


Nada mejor en Semana Santa que una buena sobredosis de baloncesto del bueno. A pocos días de que se acaben las temporadas regulares, es importante hacer balance de cómo están las cosas y de lo que cabe esperarse en las próximas semanas.

La sonrisa del Chacho es un vago recuerdo que ni los más viejos del lugar logran situar en el tiempo, tal vez su última aparición se remonta al día que Pepu nos coronó como campeones del mundo en Tokyo. Desde que la fotosíntesis se alejó de su vida, el Chacho ya no resplandece como antes y tiene que soportar a un sucedáneo suyo, llamado Steve Blake, encargado del timón de los Trail Blazers, sin duda uno de los equipos revelación de la NBA en este curso baloncestístico 08-09.

Lonkar y Carnicero disfrutan con Rudy mucho más que con cualquier otro ÑBA, debe ser el descaro o esa jeta de "Impossible is Nothing", que parece sacada de una camiseta añeja de Caladero. Puede que Navarro sea más fiable, Pau sea más decisivo, Calderón más inteligente ... pero Rudy es el más espectacular de todos y al final el baloncesto que importa es el que te hace quitarte el sombrero, el que divierte y maravilla a partes iguales.

Contra los Blazers, Kobe dio una lección de como tirar a la basura un partido en los últimos dos minutos. Se llenó de balón y cada una de sus decisiones fue una cagada. Pau le observaba con la atónita mirada del que no lleva los pantalones, del que no acapara las principales entrevistas después de cada partido, del condenado a soportar los caprichos y el destructivo ego del jugador franquicia.

Los Lakers de este año tienen tres cracks (Bryant, Gasol y Odom), algunos secundarios ilustres (Fisher, Ariza, Bynum, ) y auténticos paquetes que no serían titulares ni en la ACB (Walton, Farmar, Vujacic y todos los que no juegan). Con menos que esto, el año pasado se plantaron en las finales y esta temporada han conseguido ser los mejores del Oeste. La gran esperanza es el desconocido Shannon Brown, rescatado de los Bobcats y que parece ser la principal baza del tío Phil para tapar las evidentes carencias del perímetro de los californianos.

Los Blazers se cepillaron a los Lakers y el Granada hizo lo propio con el Estu. Gracias al Fuenla y su decisión de jugar mañana contra el Madrid, pudimos volver a ver por la tele a los del Ramiro, muchas semanas después de la última y tocó verles palmar otra vez. Creo que en las dos últimos años les he visto perder más veces que en las diez temporadas anteriores: estamos mejor que hace un año, pero el equipo sigue oliendo a podrido.

Los rebotes del Chimpa y los triples de Iker "Horry" Iturbe, no son suficientes para salvar a nadie, sobre todo si el equipo contrario está inspirado y te tiene bien cogida la medida. Tal vez deberíamos volver a echar al entrenador, a la mitad de la plantilla o incluso volver al Palacio: el equipo necesita un revulsivo y un cambio de mentalidad. Las caras de los espectadores en el Arena eran de ¿otra vez lo de siempre? y los gritos de la Demencia escondían la frustración de los que empiezan a olvidar tiempos mejores.

De aquí a final de temporada quedan unos cuantos finales emocionantes, en los que un español volverá a intentar ser el primero en alzarse con el anillo de la NBA y los del Ramiro lucharán por seguir un año más en la élite, todo lo que no tenga que ver con los Lakers y el Estu es secundario.

viernes, abril 10, 2009

El Rey Tímido del Fútbol


Andres Iniesta es un producto de la mercadotecnia del Larguero, un hijo adoptivo de De la Morena y sus torneos de fútbol 7 para alevines. Aquel niño manchego, que tanto nos han recordado una y otra vez en los medios de Prisa, se acabó convirtiendo en un futbolista clave, tanto en el Barça como en la Selección. Como tipo agradecido que es, le escucharemos cada noche de partido en la SER, comentando sus impresiones del encuentro.

Los excesos de la inteligencia emocional hacen que tipos aparentemente apocados, estallen en forma de estajanovismo sensorial, cuando encuentran eso que es lo que mejor saben hacer. Con un balón en los pies, Iniesta derrocha maestría y versatilidad. A veces basta con saber como hacer bien las cosas y tener la cabeza lo suficientemente fría para ejecutarlas tal como imaginamos que se tienen que hacer.

Cuentan los que le conocen que las quejas no forman parte de su repertorio, que su palidez esconde un poderoso caparazón que le hace inmune a las manzanas podridas del vestuario. Puede que jamás sea un ídolo de masas, pero tampoco le hace falta, su florido palmarés habla por si mismo: se retirará habiéndolo ganado todo.

El fútbol sin balón es esa rareza en la que Butragueño era un maestro mucho antes de convertirse en adorador de seres superiores. Al final el instinto se acaba mezclando con la experiencia, por corta que esta sea. Su jeta de niño bueno esconde un espíritu de futbolista rebelde, de los que reivindican su ley: su manera única de hacer el fútbol.

Con partidos como los del Málaga y el Bayern, da la sensación de que el Barça de Guardiola juega a hacer historia, mientras el resto de equipos luchan por evitar que se coma todo el pastel. Pep ha encontrado tres pretorianos de tamaño mediano (Messi, Iniesta y Xavi), capaces de convertir sus instrucciones en arte, mientras el madridismo sueña con el segundo advenimiento del Megaconstructor Superior.

jueves, abril 09, 2009

Salmones en el río de la vida


Bajo toda la costra de su excelente maquillaje, "El curioso caso de Benjamin Button" esconde una gran película, mucho mejor que "Slumdog Millonaire" u otras parecidas a ella, como "Forrest Gump", que en su día arrasaron en los Oscars. Es una cinta sin alma, un relato vacío de sentimientos, pero plagado de emociones, pura contradicción capaz de enternecer al mismísimo Boyero y de hacer que veamos su final como el comienzo de otra historia.

La armonía de las casualidades puede convertir una historia de Scott Fitzgerald en una reflexión sobre el absurdo de nuestras vidas, cuando se trata de medir los esfuerzos que gastamos a diario. Nuestras líneas vitales siempre han ido paralelas y nunca nos habíamos preguntado que pasaría si tuvieran que ir contra corriente a las de todos los demás.

Benjamin Button es un personaje de Coppola, una criatura víctima de una naturaleza distinta y no elegida, con unas manecillas de reloj clavadas en un destino infausto, que le hará disfrutar de la vida con el hambre de aventuras de un adolescente y las prisas de los que saben que ya no les queda mucho tiempo por vivir.

Cate Blanchett no es la actriz más sexy ni nunca lo será, pero interpreta como nadie a criaturas etéreas, hadas que se cruzan en nuestras vidas para completarlas cuando nada parece tener sentido. Su papel es un secundario que hace encajar todas la piezas de un puzzle, que creíamos haber visto en pantalla mucho antes, una historia repetida pero culminada a la manera de un elegante aplauso final.

Con Pitt nos moveremos atrás y adelante en el tiempo, viajaremos por el Nueva Orleans más mágico y sucio, en busca de una explicación para lo inevitable, un entretenimiento del que acordarnos cuando el tiempo corra en nuestra contra, una historia sencilla para salir del cine pensando en la nuestra propia.

miércoles, abril 08, 2009

Segundas partes


A parte del Padrino II, el resto de segundas partes están bajo sospecha de ser malas o muy malas, siempre bajo la sombra del original. Desde sus origenes "Californication" había ido de más a menos, tras un arranque demoledor, había sido víctima de la repetición y los tópicos más trendis, hasta sumergirse en un final feliz y pasteloso, apto para casi todos los públicos.

La segunda temporada se planteaba como un desafío para ver si está versión light de Bukowski con la jeta de Mulder, era capaz de hartarnos del todo o sorprendernos con una remontada digna de un campeonísimo. Aun estando bajo sospecha, Hank Moody es un personaje televisivo imprescindible, su propia naturaleza de hombre de una sola mujer ultrapromiscuo (cuando ella no le quiere) le condena a una infelicidad armoniosa en la que el sexo en cantidades industriales, es capaz de curar algunas heridas del alma.

Con secundarios cada vez más surrealistas, la eterna dualidad N.Y. vs. L.A. cobra más fuerza que nunca: el sol eterno frente a la urbe de rascacielos con alma propia, el arte frente a la industria del entretenimiento. Nuevos personajes se unen a Hank en su cruzada contra los convencionalismos y su reivindicación de los niños grandes, incapaces de mentir para salvar el pellejo.

Las mujeres serán la causa y a la vez la solución de todos los problemas de Hank. En esta segunda temporada descubriremos los orígenes de su amor por Karen y su hija se reivindicará como lo más importante que hay en su vida. Mientras, el aroma de la kavorka hará que nuevas féminas se acerquen a él para apagar su incandescente furor uterino.

Sexo, drogas y Rock'nRoll seguirán siendo la combinación mágica de una serie que nunca se tomó demasiado en serio a sí misma, pero que tiene algunos momentos de lucidez extrema, en los que te hace replantearte ese peterpanismo que nos resulta tan familiar. Situaciones disparatadas acaban desembocando en agujeros negros en los que parece acabarse el mundo y, al final, a la mañana siguiente, el sol vuelve a aparecer en el horizonte, dispuesto a brillar porque en California no sabe hacer otra cosa.

Hank se reencontrará con sus musas literarias y el talento de su diarrea verbal le hará encontrar un nuevo camino, que acabará donde empieza la siguiente temporada, con los mismos ingredientes de siempre: un Bukowski cómodo y comercial, domado por el destino, pero implacable cuando se trata de disfrutar de la vida y, en particular, de todas las mujeres que se crucen en su camino.

martes, abril 07, 2009

El Mundo es Tuo



Miami es la Tierra Prometida de los que crecimos viendo a Sonny Crockett con aquellas americanas blancas, cazando malos latinos en una ciudad plastificada de farlopa. En Miami no te encuentras flamencos (el animal) por la calle, ni abundan los frontones; pero en sus barrios buenos, los potentados tienen siempre un puertecillo en el jardín y van a "trabajar" en lancha.

El Art Deco es mucho más que el garito donde siempre van las hermanas de LJ, es un estilo arquitectónico en el que predominan los colores pasteles y la despreocupación típica de los felices años 20, de aquella Belle Epoque que sirvió de preludio al crack del 29. Miami es la ciudad Art Deco por antonomasia, el paraíso de los Roy Keanes perdonadores de camisas rosas.

La media de edad allí ronda los 40, por aquello de que abundan los veinteañeros y los jubilados que huyen a Florida en busca de sol perpetuo y mínimas preocupaciones. Un sitio parecido a nuestras amadas Canarias, en el que fumarte un puro es tan de precepto como saborear un copazo de ron debajo de una palmera.

Los chicos del Malibú te prometen la tranquilidad eterna desde una terraza con vistas a South Beach. Un día cualquiera es una oportunidad de escapar a la monotonía y sumergirte en un sueño transoceánico de playas inmensas y caminos sobre el agua, que desafían a la furia de los huracanes.

El American Airlines Arena te despide al zarpar desde el puerto de Miami, allí acude puntualmente Polveti, cada vez que le sale de los huevos ir a ver a los Heat, para luego poder comentarlo en Yankeelandia. En la Casa Tua las copas son infinitas y los lugareños te comentan que Alejandro Sanz va mucho por allí ¿A quién le importa? el enano del falso acento andaluz, jamás debía haber abandonado el Parque Zeta.

El mestizaje obliga a que te sientas como en casa y a la vez no dejes de acordarte de Pacino en "El Precio del Poder". Paseando por Miami Beach entenderás como nunca la frase "The World is Yours". Nunca estarás tan cerca de casa estando en realidad tan lejos.

domingo, marzo 15, 2009

Oceanos de Tiempo


Cuando sabes que ya no podrás volver a ver a alguien, es como si hubiera muerto, como si todo hubiera acabado para siempre. Las noches más absurdas son las que acaban marcando nuestra existencia, con eventos no esperados. Cantidades industriales de alcohol pueden prender la mecha que combustione nuestro mundo y lo ponga todo patas arriba.

Tumbado en una playa de Dubai, me puse a reflexionar sobre cómo había llegado hasta allí, sobre lo que hubiera sido de mi vida si hubiera seguido más tiempo a mi lado. Seguramente hubiera tenido que apartarme de mis amigos, de mi familia, empezar a trabajar antes, descuidar los estudios, convitiéndome en un tipo taciturno y anodino, algo parecido a lo que era ahora, pero con diez años menos.

El lujo y la ostentación hacen que te olvides de lo fundamental: la supervivencia mental y física. Entre tanta maravilla artificial, contaba los minutos que faltaban para escaparme de ese paraíso construido con petrodolares en forma de ladrillos. Las noches eran largas, dificilmente lograba conciliar el sueño, el trabajo estaba casi finiquitado, la presión había desaparecido y había conseguido sobrevivir a un sitio y un tiempo de locos.

En aquel garito exigían inspeccionar tu cuenta corriente para entrar, aquellos clientes tan distinguidos se encargaron de franquearme la entrada a un espacio pequeño y sombrío, de los que tanto me gustaban cuando apenas tenía 20 años. La música era mestiza, como el alma de todos los que fingíamos no escucharla. Botellas multicolores inundaban las pupilas de todos esos lugareños y forasteros, que se estaban condenando con pensamientos que flotaban entre vapores etílicos.

Las luces de neón se mezclaban con un conveniente astigmatismo, tuve un deja vú, me pareció verla allí, diez años después, con el mismo rostro perfecto de hace una década y los ropajes de una princesa de las mil y una noches. La barra del bar estaba franqueada por varios siervos de Alá, que hacían la vista gorda mientras sus correligionarios se bebían las puertas del infierno.

No podía ser ella, pero a la vez lo era, su mirada no me reconoció, pero a la vez percibió algo familiar en mi: la expresión característica de aquellos que mejor te conocen. Era obvio que no hablaba mi idioma y que no podía cruzar más de un par de frases en inglés con los clientes de aquel tugurio. Su perfume era característico, el hastío y la desesperación enjuagaban unas lágrimas secas, en un rostro donde una leve sonrisa elevaría tus sueños a la condición de realidad.

Los días que me quedaban en los Emiratos, los pasé restando los segundos que faltaban para que llegara la noche, para volver a colarme en las entrañas del asfalto, para beberme mi dosis de nostalgia, cruzando la frontera de la realidad para volver atrás en el tiempo y enmendar errores que jamás te perdonarían. Su cuerpo había resucitado para mí, para servirme el elixir de la eterna embriaguez y confundir mis delirios etílicos con una segunda oportunidad del destino.

Derrotado por las circunstancias, me sumí en un sueño profundo, del que solo me despertaron los gritos ininteligibles del personal del local. Sus voces me decían que me fuera, que mi hora había llegado y los perdedores debían acabar en otra parte. En la calle, la noche se fusionaba con los milagros arquitectónicos, cristales que multiplicaban por mil su imagen en mi cabeza ... hasta hacerla realidad.

El viento arrastraba su melena, parecía perdida, como esperando a alguien que ya no llegaría jamás. No necesitamos hablar, mis ojos se lo dijeron todo, el resto fue un camino desconocido para los dos. No sabíamos como volver a casa, pero sabíamos que la encontraríamos juntos. Se deslizaba por aquellas calle de diamante, como una criatura presa de un cuento, de un deseo ajeno a la razón y a los sentimientos.

Un hotel de 200 plantas en el que jugar con sus siete estrellas, una suite cerca del cielo, puede ser el escenario perfecto para empezar tu vida de nuevo, para sumergirte en burbujas de comprensión no verbal. Cuando el sol amenace con acabar con la magia de aquella noche, ella se vestirá, despidiéndose para siempre con un dulce beso en tu frente y un reconfortante "descansa".

jueves, marzo 12, 2009

Cuando fuimos Champions



lunes, marzo 09, 2009

El reverso del mito


Gritos de ¡¡ Que nos devuelvan el dinero !! y ¡¡ Vaya mierda de película !! recorrían una sala aborregada, en la que algunos espectadores habían dejado intactas sus palomitas. Un final muy sopranesco dejó a la concurrencia hundida en sus butacas, preguntándose por qué no se descargaron la película de Internet, por qué esta vez decidieron pasar por taquilla.

"El Luchador" es una película sucia, un cruce entre "8 Millas" y "Rocky". Cuando sus personajes parecen al borde de la redención ... todo empieza de nuevo. Los 80 fueron su mejor época, unos años en los que "The Ram" (sucedáneo de Randy "Macho Man") recorría las Arenas más celebres de los States, reinando en ese deporte espectáculo que marcó el final de nuestra niñez: el Pressing Catch.

El Wrestling es casi una religión en los States, a sus fans no les importa que esté amañado, ni que sus héroes estén cincelados con toda clase de anabolizantes y psicotrópicos. El Pressing Catch representa el maniqueísmo máximo, una lucha de buenos contra malos en la que todo vale con tal que el show no pare y la gente pueda desahogarse con gritos atronadores.

Mickey Rourke se quedó sin su Oscar de Ave Fénix por una película en la que no para de interpretarse a sí mismo, metafórica y literalmente. Todos nos imaginamos los excesos pasados de un personaje con el alma herida, alguien a quien todos nos parecemos en una mañana de resaca infernal, cuando echamos la vista atrás y no nos acordamos con claridad de lo que paso la anoche.

Marisa Tomei es la "Princesa de Azufre" de Randy "The Ram", la chica que acabaría con el protagonista si "The Wrestler" tuviera un final made in Hollywood. La suciedad también envuelve su vida y a todo lo que la rodea. Su cuerpo se contonea por la barra con la nostalgia de tiempos mejores y la esperanza de que sus mínimas normas le sirvan para no torcer aún más su delicada existencia.

La familia acabará pasando factura a Randy por sus excesos, no le acompañarán entre el público de esas cuatro paredes que rodean el estrecho cuadrilatero, desde el que saltará para conseguir su última embestida. Las luces de neón iluminarán su alma cansada, mientras su cuerpo se prepara para seguir fingiendo que ya nada importa, mientras los vítores del público sigan silbando su nombre, mientras siga habiendo alguien que recuerde lo grande que fuiste una vez.

lunes, marzo 02, 2009

El Aura de los Perdedores



Mucho podríamos hablar del Fuenla-Estu de ayer, pero para eso está la crónica del Tío Pete, que es mucho más ortodoxa y responde a todos los cánones del periodismo profesional, engalanado por los sueños de un poeta amante del baloncesto.

Hace mucho que veo perder al Estu contra el Fuenla, tanto tiempo que ya no recuerdo la última vez que ganamos. Las gradas del Fernando Martín están repletas de chavales fuenlabreños que no paran de mirar a la cabina de retransmisiones, para cerciorarse de que te alegras de la victoria de su equipo. Yo ayer estaba para pocas bromas, atrás quedaron los tiempos de la ataraxia, ayer tocaba ganar y regalamos el partido.

Casimiro ha impuesto la Ley Marcial en un equipo acostumbrado a la anarquía y a aprovechar como nadie las casualidades. Se pueden enumerar por decenas los grandes jugadores que han pasado por el Estu las últimas dos décadas. Ya he hablado muchas veces con nostalgia de ellos, de los tiempos en que estábamos condenados a ser semifinalistas de la ACB y a jugar cada año competiciones europeas.

En estos años la desidia se ha apoderado de todos nosotros, nos hemos convertido en unos perezosos como Pepu, preferimos ver los toros desde la barrera mojándonos lo justo, para evitar perder la reputación. Al Estu le ha pasado igual, una gestión deportiva y económica muy regular, le ha pasado factura a un equipo de baloncesto que no cuenta con un club de fútbol, un ayuntamiento o algún mecenas que le financie los errores y les regale cierto margen de equivocación.

Casimiro ha enderezado algo el rumbo, pero aún le queda mucho por hacer, porque los 90 ya pasaron y el Estu como mucho cuenta con la séptima mejor plantilla de la liga. En tiempos de crisis, toca hacer más con mucho menos. El Fuenla de este año es un espejo en el que mirarse, un equipo feliz con unos cuantos talentosos, veteranos y noveles que conviven en paz, obsesionados con el sueño de alcanzar los play-offs.

Ese cruce entre Drazen Petrovic y Pablo Marmol que responde al nombre de Oleson, es uno de esas explosiones milagrosas que aparecen en el baloncesto cada mucho tiempo. Un jugador que marca diferencias, con un físico muy normal, una muñeca prodigiosa y la mentalidad de un titán al que se la pela que Trecet no le considere digno de la selección, porque ni sabe quien es Trecet, ni vestir la roja es una de sus obsesiones.

La oficialización de la explosión definitiva del "Chimpa" Suarez fue la mejor noticia de un partido emocionante, a ratos tosco y muy alejado de los convencionalismos al uso. El Aura de los Perdedores les persigue hasta que logran despegarse de su proverbial mala suerte, hasta que dejan de creer que están condenados al caos y el talento se convierte en una consecuencia improbable de una disciplina espartana. Este domingo nos convertiremos en el único equipo que venza dos veces al Barça en la liga regular.

jueves, febrero 26, 2009

Chorreos y Telégrafos


Fue abrir la boca Boluda y venirse abajo todo. Un Madrid tosco y sin ideas salió trasquilado de su duelo con el mejor equipo de eliminatorias. En un partido aburridísimo, no se podría destacar nada en absoluto. Lo mejor de todo es no haber pagado ni un céntimo por verlo.

El papel de los equipos de nuestra liga en estos dos días ha sido lamentable, quitando el Madrid, todos los demás jugaban contra equipos menores y tampoco fueron capaces de derrotarles. No se pueden sacar conclusiones hasta el partido de vuelta, pero la imagen que han dado ha sido muy pobre.

El Madrid necesita unas cuantas capas de pintura, por mucho que gane 8 partidos de liga seguidos o golee al Sporting o el Betis de turno, todavía se están pagando los errores de planificación de los últimos años y el imperativo de tener que poner a Raúl de titular SI o SI.

Han sido demasiados años sin pisar los cuartos de la Champions y ni una victoria épica en Anfield nos hará pensar que tenemos posibilidades serias de levantar la orejona. El Madridismo crítico tiene una gran oportunidad de chorrear al otro, el de los forofos incondicionales de cualquier cosa que meta goles.

Nos esperan unos cuantos meses en los que reiremos, nos cabrearemos, disfrutaremos y hasta nos aburriremos con este Madrid de transición, previo al segundo Florentinato.

miércoles, febrero 25, 2009

Adictos a la condescendencia



Sentado, esperando para machacar, Rudy invocó el espíritu de Fernando Martín, que desde hace dos décadas sobrevuela todas las canchas donde un español bota un balón de baloncesto. Las lágrimas que derramamos aquella tarde de diciembre, sirvieron para bañarnos en el coraje y la ilusión de que algún día nosotros seríamos los más grandes en ese y la mayoría de los deportes de equipo cuyas reglas entendemos.

El paraíso no está exento de obstáculos, muchos son los que se cruzan en tu camino con la intención de minar tu moral, no valorar tus mates con el mismo rasero que a los miembros oficiales del stablishment, decir que Rudy lleva puesta la camiseta de Ricky Martin ...

El circo de la NBA lo es más que nunca en el fin de semana de las estrellas, ese que veíamos cuando eramos pequeños con la narración de Trecet, que nos lo vendía como algo retransmitido desde otro planeta, al que jamás nos invitarían porque no eramos dignos de pisarlo. Unos pocos pioneros (Trail Blazers) clavaron una pica en los todopoderosos States y el baloncesto profesional empezó a desangrarse, a perder su carácter divino para convertirse en kriptonita, nuestro coto privado de caza.

¿Merece la pena quedarse en la NBA? Habría que preguntárselo al Chacho, a Garbajosa o a Navarro. Los tímidos y siesos gestos de Pau en la presentación del All Star Game, son los de un español de pura cepa, de los que aprendimos en el colegio que los excesos gestuales y la sobreactuación conducían a merecidas palizas en los recreos y levantar demasiado la mano en clase era suficiente para convertirte en un paria social adolescente, de los que disfrutan saliendo a la pizarra y hablando en público.

Los Concursos de Mates están más amañados que el Pressing Catch, lo importante es que la grada se dio cuenta y se lo hizo notar con sus abucheos a los ineptos y corruptos miembros del jurado. Ya no quedan intocables en el baloncesto, el 2012 es el año en que ganaremos la medalla de oro olímpica. Esa noche Rudy no se acordará de los que puntuaron bajo sus mates, porque estará pensando en Fernando Martín, que seguirá velando por los intereses de nuestro basket desde el Más Allá, como lleva haciendo las dos últimas décadas.

martes, febrero 24, 2009

El Boxeador y una chica de Alcobendas


Tumbado en su poltrona, el Boxeador observa como aquella chica con la que se cruzó hace más de una década, se ha coronado como la actriz del momento, como la aspirante máxima al trono de la mejor interprete nacida dentro de nuestras fronteras. Nunca sospechó que una noche de febrero, sus destinos se volverían a encontrar, bajo los focos del Kodak Theater.

Él siempre fue un hombre de excesos, capaz de explorar todo lo abarcable, con la única exigencia del todo o nada. Desde la violencia más brutal hasta los caminos del pacifismo utópico, sus sentimientos a veces estaban tan vacíos como ese vaso de escocés que nunca vio lo suficientemente lleno.

Con ella aprendió el significado de los pechos con sabor a tortilla de patata, abrió los ojos para inundarlos de realidades insólitas, cruzó el charco por primera vez, para toparse con fundamentalismos que jamás abrazaría una guapa de barrio de Alcobendas. Con ella superó todos los complejos idiomáticos, se sumió en una espiral de drogas, sexo y compañeros de reparto que no siempre estuvieron a la altura del guión de sus sueños.

Cuando la noche se acababa y el sol amenazaba en el horizonte, un uppercut no era suficiente para vencer la tristeza de una realidad muy deficiente. Su ambición era insaciable, con ella solo valía ser el mejor: el segundo no era más que el primer perdedor.

Echaba de menos su casa, a su gente, todas las cosas que le convirtieron en lo que un día fue. Sus historias seguían teniendo la misma gracia, pero ya no quedaba nadie que las entendiera, nadie que estuviera ahí para reírselas. Regando el gaznate con Bourbon de Memphis, aún tuvo tiempo de acordarse de otros compatriotas que se dejaron la vida cruzando el Atlántico.

Él sabía que aquella chica llegaría lejos y que el día que lo hiciera, todos dirían que un día fueron sus amigos. Todos menos él, que siempre se obsesionó con seguir el camino más difícil, que solo quiso besar a las mujeres más adorables, elegantes y dulces: las que menos se parecían a él.

lunes, febrero 23, 2009

Bienvenidos a casa


No pudo ser, pero dio un poco igual. Ya hacía demasiado tiempo que el equipo llevaba dando tumbos a la deriva, en tierra de nadie. El Palacio tiene un color especial, es nuestra casa y no hemos vuelto a ser los mismos desde que la abandonamos por culpa de un incendio no del todo aclarado. El Palacio sabe a partidos europeos después de clase, a quedadas en la estatua de Gala, a palomitas con fanta naranja en el descanso, a forjas de amistades imperecederas ...

Un Estudiantes vestido de oscuro llegó más lejos que en los últimos siete años. Un cuarto del equipo (Brewer, Jasen e Iturbe) estuvieron en la final del 2004 y siguen dando guerra un lustro después. Ya no quedan casi canteranos, pero el "Chimpa" Suarez está mejor que nunca. La afición sueña con días de play-off y un retorno para siempre al Palacio.

La Copa es una sucursal de la "March Madness" de la NCAA, equipos de otra galaxia como Unicaja, Tau o el Barça, se enfrentan a los de la zona media, que aspiran a dar la sorpresa mientras acunan a la próxima estrella de nuestra multi-campeona selección de basket. Los más cenizos pronosticaron que la ley Bosman sería un cáncer para nuestros equipos nacionales, pero al final las selecciones han salido reforzadas y ahora nos sobran jugadores decisivos. Aquellos que se ganan minutos en la ACB están de sobra preparados para medirse a cualquiera a nivel internacional.

Pepu comenta el partido por la tele, mientras Scariolo toma notas desde la grada. El gran pecado del barbudo fue no querer pasar por el aro de Pepe Saez y da la sensación de que con Pepu si que hubiéramos ganado las olimpiadas. Casimiro se amasa los cabellos pensando en la vuelta a casa el próximo domingo, sopesa con inquietud el apretón de manos y las preguntas incómodas cortesía del Tío Pete.

13t pierde la cabeza por los rincones del Palacio, mientras las nuevas generaciones rememoran tiempos pretéritos, en los que los Martín, Norris, Jofresa, Creus o Pinone viajaban como titiriteros por la España profunda, para demostrar que existen pocos deportes más divertidos. En aquellos tiempos soñábamos con una selección campeona y veíamos boquiabiertos los partidos de una inalcanzable NBA.

Los Celtics ya no se pueden considerar campeones del Mundo, sólo de su decadente país. La cuna del baloncesto moderno se desplazó hace tiempo a tierras más orientales y hoy en día su epicentro reside en una mítica cancha en el sudeste de la almendra madrileña: El Adelfas Arena, en el que unos cuantos intrépidos inaugurarán en un par de semanas el apasionante curso baloncestístico 2009.

sábado, febrero 14, 2009

¿Debería ser la última?


Las luces de neón despiden el adiós definitivo de Clint Eastwood al oficio de actor. Hace años que el alcalde de Carmel decidió convertirse en autónomo para no tener que acatar las órdenes de otro. Su despedida tenía que ser a lo grande, con una película dogmática en la que nos enseñara un par de lecciones sobre la vida… y sobre la muerte.


Desde un suburbio cualquiera de una ciudad americana cualquiera, Eastwood cabalga por última vez para enfrentarse a su propia infelicidad. Un sentimiento de culpa ancestral le corroe por dentro mientras consume sus días de viudedad entre latas de cervezas y cigarros que enciende con su viejo mechero de la guerra de Corea.


Clint odia a los que son diferentes porque le recuerdan a si mismo, rodeado de orientales se siente un bicho raro, aunque sabe de sobra que se sentiría así aunque viviera rodeado de americanos de pura cepa. Está chapado a la antigua y desprecia a todos los que no comprenden unos códigos de honor tan caducos como necesarios para que su vida tenga un mínimo sentido.


Desde su porche se disfrazará por última vez de “Harry el Sucio” con el espíritu de un Quijote que nunca sonríe y al que le gusta hacer todo con sus propias manos. Su aprendiz esta vez será un nieto adoptivo oriental, al que le enseñará todo lo que necesita saber para sobrevivir en el siglo XXI con principios añejos pero efectivos, basados en el coraje y la dignidad.


El Ford Gran Torino que da nombre a la película es la obsesión del protagonista y el hilo conductor de una película de las de antes, de esas que veías cuando eras adolescente, de las que te dejaban pensando un rato en lo rápido que se mueve todo y en cómo hay personajes capaces de parar el tiempo con sus diálogos, con sus movimientos de viejo lobo solitario, capaz de convertir en mayúscula cada una de las películas en las que aparecen.


Esta vez la Academia no se ha rendido a sus pies y a nadie le importa. “Gran Torino” es un proyecto pequeño, decidido y rodado en dos tardes, que se sostiene con la interpretación y la maestría del último clásico del cine moderno. No hay quien pueda discutir que Clint Eastwood es el mejor cineasta que aún respira mientras leéis estas líneas.

lunes, enero 26, 2009

Angelina y Clint


Clint Eastwood no encontró un hueco para si mismo en "El Intercambio", sobrepasada la barrera de los 70, ya solo le quedan por interpretar papeles residuales que, por supuesto, bordará. En un mes disfrutaremos de la que tal vez sea su última actuación: "Gran Torino".

Como dice Boyero, el clasicismo envuelve por todas partes el cine de Eastwood, sobre todo en sus últimas películas, en las que se está hartando de reivindicar su versatilidad como director, su inmenso talento para llevar las historias de otros a la pantalla, haciéndolas suyas gracias a una manera única de dirigir actores, vaciándolos de su personalidad propia hasta el último fotograma del metraje.

La oscuridad lluviosa envuelve a la Angelina de "El Intercambio", una mujer abandonada tan poco creíble como cuando hacía de esposa ignorada en "El Buen Pastor". Su físico condiciona unas actuaciones por encima de la media, aunque se vista de madre angustiada de los años 20, Angelina siempre será una de las criaturas más deseables sobre la faz de la tierra.

Clint Eastwood conoce formas infalibles para meternos el miedo en el cuerpo, ya las utilizó en "Mistic River", despertando a los demonios y a los lobos que habitan en nuestro subconsciente más profundo. Cuando se junta con su colega John Malkovich, Eastwood es capaz de actualizar cualquier historia, sobre todo si está infectada de corrupción y mentiras.

En los últimos minutos del metraje, nos reencontramos con Geoffrey Pierson, el mismísimo Jack Malloy que daba la réplica al Señor Floppy en "Infelices para Siempre". Irreconocible bajo un renovador halo de dignidad, este actor reivindica como nadie la magia de Clint Eastwood, su capacidad para sacar lo mejor de cualquier intérprete y hacernos creer que cualquier historia ocurrió de verdad.

miércoles, enero 21, 2009

Rompiendo barreras



Fall Out Boy, comunmente abreviado «FOB», es una banda de Rock Alternativo de Chicago, que se formó en el 2001. El nombre de la banda se debe a un personaje de The Simpsons con el mismo nombre, conocido en España como Fision Boy.

El grupo ha cosechado varios premios y ha sido reconocido por su álbum debut "From Under the Cork Tree". Lanzado en el 2005, alcanzó la categoría de Doble Platino por vender más de 70.000 copias en su primera semana. Su promoción llevo a FOB de gira por todo Estados Unidos, Canadá, Japón y Europa.

En Febrero del 2007 lanzaron su segundo disco titulado "Infinity On High" y consiguieron despuntar en las listas de éxitos, llegando al número 1 en el Billboard y vendiendo más de 260.000 copias en su primera semana. El sencillo principal, "This Ain't a Scene, It's an Arms Race", alcanzó el número 1 en múltiples listas de hitazos. Para presentar el álbum, la banda tocó en el concierto Live Earth y otros muchos festivales de aquel 2007.

Hay algo que su lider Pete Wentz quiere dejar claro con su último disco, lanzado en noviembre y que lleva por título "Folie A Deux": su vida personal es cosa aparte. Así que en este nuevo material no hay que esperar escuchar canciones para corazones melosos, como uno esperaría tras la reciente paternidad de Wentz, fruto de su relación con la cantante Ashlee Simpson.

El bajista y letrista principal de la exitosa banda de rock decidió crear un álbum que superara la calidad y éxito de sus trabajos anteriores. Y parece que lo logró. Folie A Deux, frase en francés que significa algo así como "locura de dos", es un disco que permite sentir las emociones de Wentz, a pesar de que el músico se propuso no meter en los temas sus experiencias personales, como hiciera en el pasado. Su buen resultado es un desafio para los más escépticos.

miércoles, enero 07, 2009

Primeras impresiones de The Shield


Existe un territorio reservado para los antihéroes más excesivos: donde la noche se confunde con el día en la parrilla de Telemadrid, la cadena que pagamos y de la que tiramos todos los madrileños. Allí reside "The Shield", la tercera pata del mejor triunvirato de la historia de la televisión ("Los Soprano" - "The Wire" - "The Shield").

Las noches en las que el sueño no se atreve a visitarnos, podemos encender nuestras pantallas y enfrentarnos cara a cara con Vic Mackey, uno de los polis más chungos de la historia de la TV. Mackey lucha cada madrugada por no convertirse en un sucedaneo del Denzel Washington de "Training Day".

Algo se pierde en el doblaje, pero aún así los excesos parecen muy reales. La inmundicia y los crímenes son los mismos que ya vimos en otras series y pelis ambientadas en L.A. El tiempo no perdona ni a las grandes series, los primeros capítulos envejecen mal, pero hay maderos que no necesitan tecnología futurista para demostrar de que pasta están hechos.

En una América prerevolucionaria, Vic y sus chicos representan a todos esos guardianes de la ley sin escrúpulos que no dudarán en infringir serios correctivos cuando todo se convierta en caos y depresión. Sus métodos son tan poco ortodoxos como efectivos, hace años que cruzaron la línea y ya nunca podrán volver al otro lado.

En sus noches de insomnio Espe Aguirre toma buena nota del buen hacer de Vic Mackey, un Sheriff de Coslada a la americana, que cada finde reune a sus chavales para premiarles con una barbacoa de lo más completa, para ellos todo vale si se trata de detener a los malos, siempre que no tengan que detenerse a sí mismos.

martes, enero 06, 2009

Huyendo a los lados



La culpa fue de mis vecinos de arriba, hacían demasiado ruido y me acostumbraron a estudiar con música. Al principio era clásica, pero luego aprendí a ignorar las letras de las canciones. Todo empezó de una forma absurda, pero acabó derivando en una abstracción de la realidad.

Era fácil mantener una conversación oyendo, no escuchando. Las palabras tenían su propio ritmo y se mezclaban con el ruido ambiental. Siempre me aburrieron las clases, horas desperdiciadas en unas aulas donde podríamos haber sido felices, pero en las que nuestro único consuelo era encontrar un punto de referencia, algo que mantuviera nuestra atención todo el tiempo posible.

Por mucho inglés que aprendiera, todas esas letras no tenían ningún sentido para mi, daba igual que fueran elegantes o barriobajeras, estaba condenado a tararear foneticamente y no entender el mensaje que el cantante intentaba colarme.

En una noche nefasta, bajando por Doctor Esquerdo, el sonido de los claxones envolvía Madrid, como un manto protector que nos recordaba que no teníamos porque vivir deprisa, ni cumplir expectativas que otros pusieron en nosotros, pero que jamás serían nuestras.

Todas esas canciones que jamás escucharemos en directo, constituyen nuestro leitmotiv: la banda sonora de nuestros empates a cero, de las veces en las que no quisimos o pudimos hacer lo que teníamos que hacer. Nuestros remordimientos suenan a voz cazallera, a barras de bar castigadas por máquinas de discos infernales.

Entre melodía y melodía nos sumergimos en el sueño más profundo, el de la tranquilidad que precede a la tormenta. El mundo no estaba hecho para que nosotros lo cambiaramos, porque estabamos condenados a que él acabara transformandonos a nosotros.

lunes, enero 05, 2009

Colorido fugaz


Wong Kar Wai se sumerge en la mítica Ruta 66 de la mano de la aterciopelada voz de Norah Jones, la única capaz de hacer sombra a Alicia Keys en el trono de las cantantes/actrices ocasionales. El color es el ingrediente mágico del chino, la guinda de su pastel de arándanos, ese que nadie quiere y nosotros acabamos devorando, cuando el hambre aprieta a media noche.

En "My Blueberry Nights", un reparto plural se cruza en la vida de Norah Jones, para hacer que se descubra a sí misma y venza su inevitable miedo a no confiar en los extraños. La América profunda se inmiscuye en el insomnio crónico de Norah, cuyo único objetivo es comprarse un coche para poder volver donde empezó todo.

El inglés que interpreta Jude Law, desembarcó en los States pensando que allí todo sería más sencillo y, desde entonces, ha estado coleccionando momentos robados a la cámara de seguridad de su bar. La locura se encuentra con él cada noche y le perdona la vida, por culpa de una esperanza maldita que se consumió con el último cigarrillo que tuvo que fumar en la fría noche neoyorquina.

David Strathaim sueña con recuperar al amor de su vida, mientras la ve pasear a lo lejos, agarrada del brazo de dos tipos a los que partiría el alma a la menor oportunidad, por el mero hecho de pasar su tiempo con ella. Rache Weisz no sabía donde se metía, no eligió ser como es, atormentarse por culpa de una existencia poseída por el odio de lo que ya nunca más podrá alcanzar.

Natalie se aferrará a la última mano, en la que sabe que ya no puede perder. Cuenta los minutos que faltan para reencontrarse con su peor enemigo: su padre. Ya no podrá deshacerse jamás de su Jaguar, el único recuerdo que le queda de su progenitor. En una mala noche se bebió una baraja de cartas mojadas en bourbon, un coctel imprescindible para seguir sonriendo llegado el momento de reconocerte en los otros.