martes, octubre 20, 2009

Hasta siempre jugón



Creo que la primera vez que vi y oí a Montes fue en "El Día Después" original, tuvo que ser en "Lo que el ojo no ve" o alguna sección similar. En la cabina de comentaristas de un estadio cualquiera, se desgañitaba con narraciones barrocas e improperios como ¡¡¡ Pero Gadget !!! Poco tiempo después empezaría a trabajar para el Plus, narrando los partidos de la NBA, que hasta entonces siempre había ofrecido la segunda cadena.

En mi casa nunca ha habido plus, las rayas y el susurro ininteligible del canal número seis, escondían todo el baloncesto americano con el que tanto disfruté de pequeño. Montes era el heredero de Trecet, pero en versión más excesiva, culta y salada; pero del que solo podía disfrutar cuando el bueno del Sr. F me pasaba algún partidillo grabado, preferiblemente del All-Star o de los Lakers.

En el baloncesto moderno siempre habrá dos etapas claramente diferenciadas: Antes y Después de Magic. Cuando el Mago se retiró en el año 91, nos dejó huerfanos a todos los seguidores de los Lakers. Ni Jordan ni nadie conseguiría cubrir un vacío que duró hasta el día que Magic volvió a las canchas en el año 96, con unos cuantos kilos de más y reconvertido en un 4 poderoso. Por supuesto, Montes estuvo allí para contárnoslo y yo pude conseguir ver el partido completo, previo paso por casa de un amigo para programarle el vídeo y evitar perderme una ocasión tan inolvidable.

Poco puedo añadir a lo que ya han dicho Peeeete y el Sr. F sobre Montes. Siempre estaremos en deuda con él por todos los latiguillos recurrentes que introdujo en nuestro vocabulario, los buenos ratos que nos hizo pasar delante de la pantalla y todo lo que nos enseñó de música, cine y, sobre todo, baloncesto.

Cuando Montes empezó a narrar la NBA en el Plus hacía más de una década de la efímera estancia de Fernando Martin en Portland. Desde España veíamos a paquetes como Esposito o Rusconi llegar al baloncesto americano, mientras nuestros mejores talentos nunca cruzaban el charco por miedo o falta de oportunidades.

Hace apenas un mes, Montes se despidió para siempre de nosotros, contándonos como una selección campeona del mundo, en la que la mayoría ha jugado o jugará en la NBA, se proclamaba la mejor de Europa en Polonia; partiendo como favorita y venciendo a todos sus demonios durante un campeonato muy irregular. Sin duda una parte importante de esa victoria fue también suya, porque la generación que estaba sobre la pista había crecido escuchando narrar la NBA a Montes, él tuvo la culpa de que interiorizáramos que ya no tendríamos que volver a estar "Cerca de las Estrellas", porque las Estrellas de verdad eramos nosotros: los miembros del Calabazas Club.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Davideeeeee, te faltaban tags para etiquetar este post, inclasificable como el personaje al que despides.

Nota sobria pero emotiva, como le hubiese gustado al jugón. Sabes dios donde estarán esos videos laker.

El vídeo de M&D opinando sobre las bodas es un monumento a la lucidez. Firmable por cualquier muchacho de bien. Gracias por completar el triángulo mágico de homenajes al gran Montes.

Abrazo