martes, febrero 28, 2006

Adios Floren


¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya sobre la espantada de Florentino? Pues que me alegro de que se haya ido, cuando no puedes resistir la tentación lo mejor es cortar por lo sano. Su tentación era meter mano en la parcela deportiva. El genio de las finanzas no supo delegar la gestión de la plantilla. Al final, el que se presentaba como antítesis de Gaspart se convirtió a su manera en otro presidente forofo.

Ahora la caja esta llena y el vestuario apesta a podrido, llegó la hora de hacer una buena limpia, no sé si el tal Fernando Martín será el hombre adecuado, pero si no lo es espero que convoque elecciones cuanto antes. Los socios son soberanos y ellos deberán elegir quién tiene que reflotar este barco de incierto futuro deportivo.

Florentino ha convertido al Madrid en una máquina de hacer dinero. Cuando sales de España te das cuenta de que mucha gente sólo conoce Madrid por el equipo merengue, lo cual dice mucho de un club de fútbol que es mucho más que eso, se trata más bien de un fenómeno social. Vaya bien o mal el Madrid genera interés constantemente, aquí, en Bariloche o Madagascar.

Ver jugar en el mismo equipo a Figo, Zidane y Ronaldo fue un lujo; pero a la larga todo tiene un precio y si se te pasa por la cabeza que Beckham debería ser el titular en el lateral derecho, es que has perdido el norte. Florentino lo perdió hace tiempo y puesto que no ha encontrado un hombre de confianza que presente un plan deportivo decente, lo mejor es que vuelva a dedicarse en exclusiva a la construcción. Su legado es un carretilla de millones de euros en la tesorería del club, una Ciudad Deportiva de lujo y un estadio remozado que en breve será de cinco estrellas. En su caso el refrán "Otros vendrán que bueno le harán" es una perogrullada.

martes, febrero 21, 2006

Uno más entre las estrellas


Al principio Gasol no me caía bien, y cuando hablo del principio me refiero a cuando fue drafteado. Aquel tipo desgarbado me parecía demasiado chulo y prepotente. Es cierto que lo había ganado todo en el Barça aquel año, pero yo estaba convencido de que se estrellaría en la NBA y volvería pronto a casa. Su amaneramiento característico hizo que empezara a llamarle Gaysol, un tipo terriblemente sobrevalorado.

En el europeo de Estambul Gasol jugó bien y yo seguía sin tragarle. Alfonso Reyes y Navarro fueron los motores de aquella selección. A fuerza de coraje y talento, respectivamente, condujeron a la selección hasta el bronce. Gasol no fue determinante.

En su primera temporada en Memphis estaba deseando que Gasol se estrellara para demostrar que yo tenía razón, que el grandullón estaba sobrevalorado. Pero Gasol se salió, fue elegido Rookie del año y tuve empezar a tragarle, sobre todo cuando vi un reportaje en el plus sobre su vida diaria en la Cuna del Rock, como intentaba adaptarse al Sur profundo de los Estados Unidos sin perder de vista sus raices.

Mi opinión sobre Gasol cambió definitivamente en el Mundial de Indiana. Sus ganas de ganar eran contagiosas, me hizo pasar muy buenos ratos frente al televisor. Empecé a entender que lo que distinguía a Gasol de otros buenos jugadores no era su estatura o su talento, sino su mentalidad. El tipo estaba convencido de que si se esforzaba a tope podía ser el mejor, y nadie le iba a persuadir de lo contrario. Cuando se cayera al suelo, Gasol siempre se iba a levantar y a intentarlo con más ganas.

Ha sido un lujo tener a un español en el All Star, ya iba siendo hora de que le reconocieran sus méritos. Parece que los americanos empiezan a considerarle el jugador franquicia que siempre ha sido. Gasol ha tenido la suerte de que Jerry West llevara la manija de las operaciones en los Grizzlies. En pocos años el mejor ejecutivo de la NBA ha convertido a una franquicia perdedora en carne de play-off, y además en la hipercompetitiva Conferencia Oeste.

Ante todo Gasol es un tipo listo, ha sabido desligarse de polémicas nacionalistas y sus ganas de ir a la selección en verano son muy de agradecer en alguien que juega casi 90 partidos por temporada con su equipo. Esperemos que este año pueda estar en el mundial de Japón; con él en la cancha y Pepu en los banquillos, el éxito está más cerca que nunca.

Como partido, el All Star Game no me ha convencido, demasiado circense, por momentos parecía una exhibición de los Globe Trotters. Una pena que Pau no metiera una sola canasta, desde el principio se vio que se iba a tomar demasiado en serio el partido, en la presentación de los jugadores se le vio cohibido, bastante sieso. Teniendo en cuenta los pocos minutos que jugó y que sus compañeros se lo tiraban todo, sus opciones de anotar eran escasas.

Es curioso ver como al final Gasol se ha convertido en ese cinco que tanto necesitaban los Grizzlies, y ha sido esa posición la que le ha catapultado al All Star. Habría que ver que pasaría si Gasol jugara en el mismo equipo que Shaq o algún otro pívot dominante, tal vez acabaría convirtiéndose en una especie de Tim Duncan, pero eso de momento es ciencia ficción.

A día de hoy no parece que los Grizzlies tengan opciones claras de pelear por el título en los próximos años. Salvo que una jugada magistral de Jerry West traiga otra megaestrella y a unos cuantos jugones más a la Cuna del Rock, Pau tendrá que cambiar de aires para conquistar un anillo. Con su nuevo look a lo Bill Walton, todo es posible. Gasol ha dejado atrás su imagen de niño bueno y al fin se ha dado cuenta de que para ganarle la partida a sus rivales bajo el tablero su aspecto tenía que parecer más salvaje.

¿Cuál será el próximo reto del mejor jugador español de la historia? Yo apuesto por ganar algún partido de play-off o estar en alguno de los tres mejores quintetos de la liga. De momento la NBA se lo va a tomar más en serio, quién sabe si algún día le veremos vistiendo la camiseta de los Lakers, los Celtics o los Knicks. Juegue dónde juegue Pau ya se ha ganado un hueco entre los Grandes.

domingo, febrero 19, 2006

Pinoso


La primera vez que fui al baloncesto tenía poco más de diez años, un vecino que trabajaba en Caja Postal nos regaló unas entradas para ver al Estudiantes. Yo no sabía gran cosa del deporte de la canasta y lo poco que sabía era de la NBA. El baloncesto español estaba de luto, hacía solo un mes de la muerte de Fernando Martín y el vacío que dejó se sentía en todas las canchas.

Aquel día de reyes del año 90 jugaban Estudiantes y CAI Zaragoza en el Palacio de los Deportes, el quinteto inicial del Estu era Antúnez, Herreros, Winslow, Pinone y Orenga. Yo no conocía a ninguno de ellos, pero sobre todo me llamaba la atención aquel tipo blanco y orondo que no sabía si era español o extranjero. La demencia no se cansaba de corear ¡¡¡PI PI PINOSO, PI PI PINOSO!!!, se trataba del "Oso" Pinone, un jugador diferente.

Cuando Pinone aterrizó por primera vez en Madrid corría el año 84 y llegaba para sustituir a un tal Craig McCormick, cortado tras sólo 3 jornadas de liga. Nacido en Hartford en el estado de Conneticut y de ancestros italianos, Pinone destacó en el baloncesto desde sus inicios en instituto South Catolic, lo que le dio la oportunidad de jugar en la universidad de Villanova donde se destapó promediando 16,1 puntos y 6,6 rebotes por partido en sus cuatro años en la liga universitaria.

Sus buenas actuaciones llevaron a Pinone a la selección americana, con la que conquistó la medalla de plata en el Mundial de Colombia 82. Pero cuando llegó al draft sólo pudo ser seleccionado en tercera ronda con el número 58 por Atlanta. John Pinone era un cinco encerrado en el cuerpo de un alero, por la estatura, ya que su peso estaba en consonancia con el de sus rivales bajo los tableros. La realidad es que Pinone era demasiado bajo para jugar de pívot en la NBA. Pocos años después, jugadores con un físico parecido como Charles Barkley o Larry Johnson supieron reconvertirse en aleros y acabaron triunfando en la mejor liga del mundo.

La aventura de Pinone en la NBA duró menos de un mes. Al cabo de siete partidos con los Hawks fue cortado, habiendo promediado 3 puntos en los 9 minutos de media que le dejaron jugar. Aquella temporada la acabó en los Ohio Mixers de la CBA en los que no destacó demasiado.

Su llegada a Madrid fue vista con recelo por los aficionados estudiantiles, que no veían en él al pívot dominador que necesitaba el equipo. En poco tiempo se ganó el cariño de la afición por las grandes dosis de inteligencia y coraje con las que suplía sus limitaciones físicas. Aquel año formó pareja de americanos con David Russell, que aportaba espectáculo a raudales a un tándem inolvidable para los hinchas del Ramiro.

La presencia de Pinone contribuyó decisivamente a la progresiva mejora del equipo colegial, que de apenas estar entre los mejores de la liga se convirtió en un fijo en las semifinales por el título. Con él llegó la primera clasificación para competiciones europeas y también se vio inmerso en la mudanza del Magariños al Palacio. Gente como Azofra, Herreros, Antúnez o Alfonso Reyes debutaron con Pinoso en cancha.

David Russell se fue y llegó Ricky Winslow, un jugón que durante cinco temporadas formó con Pinone una de las mejores parejas de americanos de la historia de la ACB. La afición estudiantil no estaba acostumbrada a ver ganar muchos partidos a su equipo y al final de cada encuentro agradecía las victorias a sus jugadores coreándoles ¡¡¡QUE SALGAN LOS TOREROS!!! hasta que volvían a la cancha desde los vestuarios para recibir el aplauso unánime de todo el Palacio.

El año 92 fue el mejor en la carrera de Pinone. Tras quedarse a las puertas del título de Copa el año anterior, el equipo colegial capitaneado por Pinoso conquistó aquella edición en una vibrante final contra el CAI Zaragoza. Aquella noche Granada fue más mágica que nunca y se rindió a los pies del gran Pinone, que fue unánimemente elegido MVP del torneo tras liderar a su equipo hasta conseguir su segundo entorchado en toda la historia del club.

El destino le tenía guardada otra noche inolvidable pocos meses después. En abril el Estudiantes culminó una excelente campaña como debutante en la máxima competición continental enfrentándose en cuartos de final al Maccabi de Tel Aviv en el Palacio. Los que lo vivimos in situ no podremos olvidar jamás aquella noche. Al grito de ¡¡¡ PUM PUM PUM NOS VAMOS A ESTAMBUL !!! todo el Palacio llevamos en volandas a nuestro equipo hasta su primera Final Four continental. Aquella noche disfrutamos como nunca con los Toreros y bajamos a la pista, como en las grandes ocasiones, para poder abrazarles en persona y llevarnos a casa la red de la canasta.

La 92-93 fue la última temporada de Pinone como jugador de baloncesto y se saldó de nuevo con un cuarto puesto en la liga. Todavía le quedaba baloncesto de sobra en las venas, pero echaba demasiado de menos su tierra. El equipo echó de menos durante mucho tiempo los 18.6 puntos y 6.6 rebotes que aportó durante sus temporadas en la ACB y tardó años en cubrir el hueco que dejó en el corazón de los aficionados.

Si buscas John Pinone en Internet aparecen más entradas del grupo de Jazz que lleva su nombre como homenaje que del jugador de baloncesto. La huella que dejó en el baloncesto nacional y sobre todo en el estudiantil es difícil de cuantificar. Bastaría pensar en su heredero natural: el "Osezno" Alfonso Reyes y todo lo que ha aportado al Estudiantes y a la Selección, pero eso sería solo el principio. Pinone forma parte de esa rara estirpe de deportistas carismáticos por su mera presencia en la cancha, un jugador diferente que siempre dio lo mejor de sí mismo sobre el parquet, un hombre que hoy cumple 45 años y al que cualquiera que le viera en una cancha no podrá olvidar fácilmente. Felicidades Pinoso.

jueves, febrero 16, 2006

Tiempo de Tony


Después de ver las cinco temporadas de "Los Soprano" es inevitable estar ansioso por que empiece la sexta. Falta poco más de un mes para que la HBO comience a emitir la que según algunos rumores será la última temporada de una de las mejores series televisivas. Justo una semana después de la ceremonia de los Oscars el espectáculo continuará.

Para los que no la conozcan, hay que decir que el creador de "Los Soprano" es David Chase. El que fuera productor de "Doctor en Alaska" se sacó de la manga una serie novedosa partiendo de un género que parecía más que agotado. La clave del éxito de la trama no es otra que Tony Soprano, un tipo ciclotímico que demuestra constantemente que es capaz de lo mejor y de lo peor.

Los personajes son mafiosos de otra época injertados en el siglo XXI, si cogieras a Vito Corleone y le soltaras en la Nueva Jersey de hoy en día se volvería majara, y eso es lo que le pasa a Tony Soprano. Su mayor alivio es comer helado a granel mientras ve películas antiguas en el salón de su enorme casa, esa es una de las imágenes recurrentes de la serie, un remanso de paz que contrasta con sus habituales arrebatos de violencia.

¿Se puede ser un líder carismático y a la vez un enfermo mental necesitado de psicoanálisis? Según "Los Soprano" sí. Tony es un tipo capaz de reventarle la cabeza con un bate, sin pestañear, a cualquiera que le lleve la contraria y a la vez en cualquier momento se puede caer redondo al suelo víctima de una crisis de ansiedad. La palabra excesivo se queda corta a la hora de definir al prota de esta serie, para entender de lo que hablo no hay más que verle mamándose acompañado de bailarinas de strip tease en tanga y al poco rato regañando a su hijo porque no ha hecho los deberes. El patriarca de los Soprano es un extraño cruce entre crápula profesional y Family Man.

Uno entiende porque se le va la cabeza viendo la gente que le rodea: una esposa harta de mirar para otro lado; una hija buenecilla y progre en edad de merecer; un hijo adolescente caprichoso y descentrado; un sobrino yonki que aspira a ser su heredero; una hermana tan incontrolable como insoportable; un tío senil que ejerce de consigliere en la sombra y un grupo de "soldados" a los que Tony infunde tanto temor como desconfianza.

Los Soprano añoran una patria perdida que apenas conocen, no paran de engullir comida italiana mientras rememoran a sus ancestros de origen humilde. El dinero manda y Tony escoge como modelo de comportamiento a los emperadores romanos, una veces a Julio Cesar y otras a Calígula.

La amenaza latente del FBI está ahí siempre y hace mucho más interesante el viaje. No conviene encariñarse demasiado con ningún personaje, porque en cualquier momento puede desaparecer de la serie, sobre todo si intenta destacar demasiado o se va de la lengua.

El espectador se identifica por momentos con los protagonistas, con sus frustraciones, su ira, sus vicios. Considera a Tony un tipo entrañable y al rato tiene que detestarle porque acaba de liquidar sin piedad a su mejor amigo . El gran éxito de la serie es que da la sensación de que si fuéramos mafiosos nos comportaríamos como ellos, y si ellos estuvieran en nuestro pellejo no serían muy distintos de lo que somos.

Quedan 24 días para que vuelvan "Los Soprano", seguiremos esperando impacientes para ver los nuevos capítulos según los vayan emitiendo en USA. Tal vez llegue el día en que en España una televisión gratuita se digne a incluirlos en su parrilla, y es que pocas series reflejan tan bien las luces y sombras de la condición humana.

lunes, febrero 13, 2006

Tele dentro del cine


El próximo 5 de marzo "Buenas Noches, y Buena Suerte" estará en la pelea por el Oscar a la mejor película. Con este trabajo Clooney se vuelve a reivindicar como cineasta inteligente y comprometido. Se trata de un film independiente, con una cuidada fotografía en blanco y negro, una película a la antigua usanza, con unos personajes que se pasan todo el metraje fumando y bebiendo escocés.

La película cuenta la historia del enfrentamiento entre el periodista Edward R. Murrow y el senador Joe McCarthy, famoso por ser el principal promotor de la Caza de Brujas anticomunista a mediados de los 50. Se trata de una película seria, con pocas concesiones al alivio cómico, y que se hace muy corta. Deja con ganas de más, lo cual es bueno, pero sabiendo que no va a haber segunda parte, deja un cierto regusto de frustración en el espectador.

El film está cargado de buenas intenciones: homenajear al periodismo valiente e íntegro, defender la libertad de expresión, recordar que la televisión puede y debe ser mucho más que puro entretenimiento . Pero a la postre "Buenas Noches, y Buena Suerte se convierte en una de esas películas que no responden a las expectativas de su trailer, que esta cargado de ritmo, a diferencia de la película.

David Strathairn es el protagonista de la cinta, un tipo al que Clooney eligió porque da la impresión de llevar el peso de toda la humanidad sobre sus espaldas, uno de esos hombres que tienen que hacer lo correcto aún sabiendo que ello les puede costar un gran precio. Resulta curioso verle en su doble faceta de presentador serio y a la vez frívolo entrevistador de famosetes para poder ganarse el pan. La película se sostiene gracias a su sobria interpretación y da gusto ver a uno de esos secundarios de toda la vida acaparando minutos de metraje.

El resto del elenco no le va a la zaga al protagonista: el inefable Robert Downey Jr demuestra, como siempre, que es un pedazo de actor; Patricia Clarkson no desentona como la única mujer en un mundo de hombres; el propio Clooney hace una interpretación contenida, intentando no llamar la atención en su película; y el resto son viejos conocidos como Frank Langella o Jeff Daniels que redondean un reparto muy acertado y que da la sensación de haber sido implantado en aquellos inquietantes y supuestamente felices años 50.

En definitiva, "Buenas Noches, y Buena Suerte" es una buena película que sabe a poco. Deja con ganas de saber más de los personajes, sobre todo de qué fue de sus vidas tras esas semanas de enfrentamiento con McCarthy. Es una de esos trabajos que hay que ver por valiente y distinta. Una metáfora cinematográfica que utiliza el pasado para hacernos reflexionar sobre un presente en el que se vulneran derechos civiles en pos de guerras preventivas contra el terrorismo y en el que la televisión se cepilla a las primeras de cambio cualquier programa que no responda a las expectativas de audiencia. El dinero de la publicidad manda y la caja tonta dejó hace tiempo de ser la agitadora de conciencias que podría haber sido.

jueves, febrero 09, 2006

La última noche mágica


En el mundo del deporte se tiende a magnificar éxitos y fracasos, cuando se recuerdan en frío las victorias más colosales y los fracasos más humillantes pierden importancia. Pocas veces un acontecimiento deportivo llega a convertirse en un fenómeno social, hace hoy 14 años se produjo una de esas raras ocasiones.

El 7 de noviembre de 1991 la noticia corrió como un reguero de pólvora, Magic Johnson anunciaba que dejaría las canchas porque era portador de anticuerpos del virus V.I.H. Su repercusión social fue demoledora, la gente empezó a concienciarse de que el SIDA no era una enfermedad sólo reservada a homosexuales o drogadictos. Una semana antes de aquella rueda de prensa Magic jugaba su último partido oficial contra el Joventut en París.

Cuando Earving "Magic" Johnson debutó en la NBA esta liga pasaba por uno de sus peores momentos, en poco más de una década el 32 de los Lakers, con la ayuda de Larry Bird entre otros, revitalizó la competición y la llevó a sus más altas cotas de popularidad. Pocos meses antes de la fatídica rueda de prensa los Lakers cayeron en las finales de la NBA frente a los Bulls de Michael Jordan.

Como homenaje a uno de los mejores jugadores de su historia y ante la incertidumbre de una posible vuelta a las canchas, los Lakers decidieron colocar aquella temporada a Magic en su lista de lesionados. Esto permitió que pudiera ser votado para el All Star. Los aficionados eligieron que Magic tuviera un último momento de gloria deportiva aquella tarde de febrero del 92 en el Orlando Arena.

Cuando Magic saltó a la cancha el día del All Star Game en el ambiente había una mezcla de emoción y melancolía, aquel hombre de sonrisa perenne podía estar disputando sus últimos minutos como profesional. Al verle sobre el parqué su gran amigo Isiah Thomas no dudó en correr hacia él y fundirse en un abrazo. Desde el inicio quedó claro cual era el espíritu de aquella noche.

Drexler, Mullin, Malone y Robinson acompañaron a Magic en el quinteto inicial de la Conferencia Oeste, en el equipo contrario formaron Thomas, Jordan, Pippen, Barkley y Ewing. Nueve de ellos fueron seleccionados en el 96 entre los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA. El cartel era prácticamente inmejorable, solo se echaba en falta a Larry Bird, que por culpa de una lesión no pudo estar en la cancha.

Magic anotó 25 puntos y repartió 9 asistencias en 29 minutos de juego. La conferencia oeste ganó el partido por 153 a 113 y el MVP se fue a las vitrinas del 32. Los momentos más vibrantes del choque fueron sin duda sus dos triples finales siendo defendido por Isiah Thomas y Jordan. El Mago ofreció en aquel encuentro lo mejor de su repertorio: manoletinas, asistencias mirando al tendido, robos increíbles, su famoso gancho "Baby Sky Hook" . Todo ello aderezado por la sonrisa más famosa del deporte mundial, que aquella noche era más amplia que nunca.

Cuando Magic debutó en los Lakers yo apenas contaba unos días de vida, aquel 9 de febrero del 92 con 12 primaveras presencié frente a la tele de mi habitación el canto de cisne de mi jugador favorito, el que me hizo amar este deporte. Por suerte estaba equivocado y todavía podría verle jugando unas cuantas veces más, en las olimpiadas de Barcelona y cuando volvió a los Lakers en el 96, pero esa es ya otra historia.

Lo más importante de aquella noche mágica no fue el partido en sí, ni los múltiples homenajes, sino la posibilidad de ver a un hombre aquejado de una enfermedad que hasta entonces era considerada una sentencia de muerte, enfrentándose a su destino con la mejor de sus sonrisas. En el deporte de la canasta siempre habrá un antes y un después de Magic Johnson, un genio que aquella noche nos recordó que, pasara lo que pasara, la magia siempre seguiría viva en todos aquellos que le vimos jugar alguna vez.

martes, febrero 07, 2006

Jerry vs. Yanke


Cada día Telemadrid tiene menos audiencia, las razones son obvias: se ha convertido en una extraña mezcla entre una televisión de partido y La 2. La última vuelta de tuerca de la cadena de Pozuelo se ha producido esta misma semana con la inclusión en su parrilla de "Seinfeld", de lunes a jueves en horario estelar.

Cuando Esperanza Aguirre consiguió la presidencia de la Comunidad de Madrid lo primero que hizo fue colocar a Germán Yanke como presentador del telediario de la noche. El autor de "Ser de derechas" y "Euskal Herria Año Cero: la dictadura de Ibarretxe" no necesita confesar de que pie cojea. En poco tiempo las audiencias cayeron en picado, ni siquiera la presencia de la guapa Sandra Barneda pudo evitar el desastre.

Desde sus inicios Telemadrid había sido una excelente cantera de presentadores de informativos: Hilario Pino, Juan Pedro Valentín, Marta Fernández o Javier Reyero tuvieron su primera oportunidad en la cadena autonómica. Poner al frente de su principal informativo a un tipo que hace que Urdaci parezca un progresista era un insulto a la inteligencia de los espectadores y en poco tiempo tuvieron que rectificar.

Yanke cambió el Telenoticias nocturno por el de media noche y desde entonces cada madrugada podemos verle en "Diario de la Noche", un personalísimo repaso de la actualidad diaria de la mano de nuestro reaccionario amigo que de nuevo aparece acompañado de Sandra Barneda. Esta chica demuestra noche a noche su paciencia, está claro que debe ser una de las presentadoras mejor pagadas o más masoquistas de la televisión nacional.

Para redondear el esperpento Yanke además presenta "El Debate" los miércoles en horario estelar. Se trata de un espacio cuyo título no deja lugar a dudas y en el que se abordan temas de alto contenido apocalíptico nacional. Un plató con una iluminación tenebrosa contribuye a alterar el sueño del incauto espectador que en los descansos de "Aquí no hay quién viva" o "Los Serrano" se atreve a hacer zapping por las inhóspitas tierras de la cadena que todos los madrileños pagamos con nuestros impuestos. Es curioso que nunca se debata sobre temas de interés meramente regional, seguramente ello obligaría a criticar al gobierno autonómico, y lo último que quiere Yanke es morder la mano que le da de comer.

En el otro lado del cuadrilátero catódico de Telemadrid tenemos a Jerry Seinfeld, pionero de los recitadores de monólogos y que a principios de los 90 nos brindó una de las mejores telecomedias de la historia de la televisión. "Seinfeld" es una serie que no trata sobre nada y en la que es imposible no identificarse con los cuatro neoyorkinos protagonistas aunque no hayas pisado jamás la gran manzana. La serie ha envejecido bastante bien y a mí me sigue haciendo la misma gracia que el primer día, aunque hay capítulos que ya me sé de memoria.

Pero no todo es Yanke o Seinfeld, Telemadrid tiene otros programas bastante lamentables, como la versión remozada de "Noche de Fiesta" que presenta Andoni Ferreño los viernes noche, las retransmisiones deportivas que estropean los flojos comentaristas o los concursos que no interesan a nadie. Sin embargo entre tanta morralla también hay cosas muy buenas, como el cine clásico los domingos por la noche o los documentales en prime time, algo con lo que sólo La 2 se atreve. En general la calidad del cine que se emite en la cadena es bastante alta y es raro el día en que no hay al menos dos películas.

No es extraño que a Telemadrid la vea cada día menos gente, es el resultado de dos concepciones televisivas que repelen al gran público: manipulación informativa y televisión de calidad. Extraño cocktail para una cadena que ha vivido días mucho mejores pero que todavía tiene tiempo para cambiar de rumbo antes de acabar en el abismo mediático.

lunes, febrero 06, 2006

Vuelve El Más Grande


"Youth without Youth", algo así como "Juventud sin Juventud" es el título de la próxima película de Francis Ford Coppola. El Maestro llevaba ocho años alejado de la dirección, en ese tiempo se ha dedicado a sus viñedos del valle de Napa, a sus negocios hosteleros y a observar los toros desde la barrera de la producción cinematográfica.

A sus 76 años Coppola vuelve a sus orígenes tras descartar "Megalopolis", la que estaba llamada a ser su obra maestra definitiva, ambientada en la Nueva York del futuro. Cuando con apenas 40 años has escrito y dirigido las dos primeras partes de "El Padrino" y "Apocalypse Now", hablar de que tu mejor película está aún por llegar son palabras mayores. En el caso de Coppola no es descabellado, estamos hablando de uno de los mejores cineastas de la historia y seguramente el mejor de entre los que aún están en activo.

El Maestro Coppola es uno de esos artistas totales que son víctimas de su propia genialidad. Consiguió un éxito total con proyectos de encargo como la trilogía del Padrino y vio como sus proyectos más personales fracasaban en taquilla. Películas como "Corazonada", "Tucker" o "Jardines de Piedra" le llevaron a la ruina a finales de los 80. La bancarrota le obligó a filmar una tercera parte de "El Padrino" y ahí empezó su declive. Los 90 no fueron mucho mejores para el Maestro. Su filmografía en esa década se reduce a "Drácula", "Jack" y "Legítima Defensa". Tres obras menores pero que sin embargo destilan el inconfundible aroma que sólo él imprime, incluso en sus obras más comerciales.

Francis Ford es ante todo un cineasta cinéfilo, sus películas están cargadas de homenajes y guiños al cine clásico. Además desde su productora Zoetrope se ha encargado de apoyar proyectos independientes. Su hija Sofía se ha convertido en la heredera natural del Maestro; con su personal talento y los consejos de su padre nos ha regalado "Las vírgenes suicidas","Lost in Translation" y en breve "María Antonieta". F.F. además de las de su hija también ha producido obras interesantes como "Sleepy Hollow", "Kinsey", "Los 4400", la última de Robert Duvall tras la cámara o la segunda película de De Niro como director.

"Youth without Youth" está basada en la novela homónima del rumano Mircea Eliade. Es la historia de un profesor cuya vida sufre un cambio extraordinario que llamará la atención de los nazis, en las postrimerías de la II Guerra Mundial. Con esta historia Coppola pretende volver a su cine más personal. Está rodando en Bulgaria y Rumania y entre el elenco de actores los más conocidos son Tim Roth y Bruno Ganz.

Estamos de enhorabuena, el Gigante Adormecido al fin está despertando de su letargo. Desde los 80 Coppola ha dado la sensación de estar jugando a medio gas, hastiado de una industria que ni le entiende ni le quiere. Es una pena que grandes cineastas no encuentren financiación para sus películas, lo mismo le pasó al Maestro Orson Welles. Por suerte Coppola al fin ha vencido el miedo a un nuevo fracaso y da la sensación de que morirá con las botas puestas. Que me vayan reservando entradas para el día del estreno de "Youth without Youth".

sábado, febrero 04, 2006

Trovadores cibernéticos


Este lunes se puso a la venta "Whatever People Say I Am, That's What I'm Not", disco debut de Arctic Monkeys, considerados por muchos la última esperanza blanca de la escena musical británica, y esta vez parece que la cosa va en serio. Ellos son el reverso de la moneda de la piratería musical a través de Internet, han conseguido hacerse famosos gracias a la red y el boca a boca entre internautas. Difundieron sus primeras canciones de la forma más barata y una vez conocidos por el gran público se han colado de golpe en lo más alto de las listas de ventas de su país a través del sello independiente Domino.

En su música mezclan los típicos ritmos del brit-pop de los 90 con influencias punk. Entre los grupos que podrían haberles inspirado están Oasis, Libertines, Queens of the Stone Age y otros muchos. Además, en sus conciertos se adivina su afición al hip-hop británico y americano. "I Bet You Look Good on the Dancefloor" fue su primer single y por si solo les ha convertido en un fenómeno social. Han llenado salas en su país sin tener una sola canción editada. Han actuado en países como Holanda, Bélgica, Alemania, Canadá o Estados Unidos con apenas un single en el mercado.

Cuentan que una de las claves de su éxito son sus potentes letras con las que se identifican fácilmente los jóvenes británicos de clase media. Con apenas 20 años al cuarteto de Sheffield le sobra frescura sobre el escenario, tal vez estén todavía un poco verdes, pero a buen seguro que en poco tiempo tendrán suficientes tablas como para llenar grandes superficies.

Habrá que ver cuanto dura el momento de los Arctic, de momento no paran de batir records. Se han convertido en la banda que más ejemplares y a mayor velocidad ha movido su primer trabajo, el cual ha sido designado por la revista New Musical Express como quinto mejor disco británico de la historia.

Es una excelente noticia para la música independiente que un grupo pueda empezar distribuyendo de forma sencilla sus canciones sin necesidad de discográficas o acudir a programas televisivos de adiestramiento musical. Seguro que todos salimos ganando si el éxito de las bandas empieza a ser proporcional a su calidad y no a lo bien que nos lo vendan empresas que buscan el beneficio económico por encima de todo.

jueves, febrero 02, 2006

Perfil Bajo


A principios de temporada Madrid y Atleti podían presumir de estar dirigidos por los entrenadores más laureados del fútbol sudamericano. Unos meses después los dos misters han tenido que hacer las maletas y volverse a su tierra a malgastar a gusto el dinero de sus finiquitos.

En ocasiones la genialidad nace de la necesidad. Hace unos años el Barça no tenía dinero para despedir a Rikjaard y tuvieron que mantenerle en el cargo en un ejercicio de paciencia forzosa. Su mezcla de psicología con la plantilla, buen trato con la prensa y carácter apacible han sentado cátedra en el fútbol español, pero no era el primer entrenador de "Perfil Bajo" en los últimos tiempos.

"Low Profile" es una expresión bastante coloquial en inglés para hacer referencia a alguien que cumple sin llamar mucho la atención. Cuando Florentino echó a Del Bosque y dijo que buscaban un entrenador de "Perfil Bajo" a todos nos hizo gracia porque no estábamos acostumbrados a oírlo. Queiroz se convirtió en el paradigma del "Perfil Bajo" y tras el fracaso de su temporada al Madrid le quedaron pocas ganas de repetir con un entrenador de ese corte.

Cuando la situación se hizo insostenible con Luxemburgo se recurrió al entrenador del Castilla, al que muy pocos conocían. A primera vista López Caro parecía una versión tristona y beata de Caparros. En los programas de radio le tomaban el pelo por rezar padrenuestros antes de los partidos en el vestuario más hedonista del fútbol mundial y nadie se tomaba en serio a un tipo que era definido por Butragueño como una solución provisional.

Más de un mes después de tomar las riendas del equipo, López Caro lleva seis victorias consecutivas y sin llegar a maravillar con su juego el Madrid tiene mejor pinta. Todavía no está muy claro si la directiva apuesta de verdad por el lebrijano, le han dejado porque no convencían los entrenadores disponibles o simplemente era la solución más barata. Yo creo que de momento lo está haciendo bien y si la cosa se tuerce recurrirán a Floro que de momento permanece agazapado viéndolo todo desde el palco.

Las claves de la buena trayectoria del Madrid con López Caro son bastante obvias: mejora del entrenamiento físico, explotación de las bandas y un esquema táctico más equilibrado. Robinho parece que ha encontrado su sitio en el costado izquierdo y el equipo no echa mucho de menos a Ronaldo. Hasta Zidane parece rejuvenecido jugando en su sitio y sin ataduras defensivas.

En su segunda aventura europea Bianchi asumió la dirección del Atleti por una apuesta, o eso decía él. Su decisión de no conceder entrevistas a la prensa le acarreó la antipatía de dicho colectivo. Eso, unido a los malos resultados y su evidente falta de adaptación al fútbol español hicieron que fuera destituido. El entrenador del filial Pepe Murcia fue el elegido para tomar las riendas del equipo colchonero. El cordobés es una suerte de Ernesto Neyra que consume almax en el banquillo de dos en dos. Lo cierto es que desde que llegó al Atleti le va mejor que con Bianchi y al final en el fútbol eso es lo que importa.

El efecto llamada ha hecho que Málaga y Real Sociedad se subieran esta misma semana al carro de los "hombres de la casa". Manolo Hierro y el hermano de Arconada se han hecho cargo de los equipos de sus amores, en este caso con la misión de evitar el descenso de categoría.

Es una buena noticia para el fútbol español que entrenadores procedentes de categorías inferiores lleguen a dirigir equipos de primer nivel. Son los que mejor conocen la cantera y es de suponer que llevando varios años en el club sientan más los colores. Además, es una motivación extra para los entrenadores del filial saber que algún día puede que les llegue su gran oportunidad de dirigir al primer equipo. Mientras tanto el precursor de los "hombres de la casa" de perfil bajo sigue en el paro esperando que algún equipo se acuerde de él o que Florentino se vaya del Madrid. Paciencia Vicente.