domingo, agosto 31, 2008

Sin Dualismos


Una noche de insumisión al dominó puede servir para descubrir "Life", la mejor serie que ha parido el curso televisivo 2007/08. Una rara avís que mezcla misterio, intriga policial y cargas de profundidad nada típicas en una serie del prime time americano. Entre homicidio y homicidio, el detective Crews buscará vengarse de los que le condujeron a doce años de inmerecida cárcel.

Los labios más espectaculares de la pequeña pantalla pertenecen a Sarah Shahi, que interpreta a Dani Reese, la compañera que buscará espantar sus propios demonios mientras soporta los desvaríos Zen de Crews y va informando a su jefa de cada comportamiento excentrico del ex-presidario.

Reese y Crews forman una pareja de inevitable química y no necesariamente sexual. Más allá de la tecnología de los CSI, estos dos polis representan a la vieja escuela, esa estirpe de sabuesos que conseguía confesiones engañando a los sospechosos, tirándose faroles y fiándose siempre de su infalible instinto.

Todos los personajes de "Life" rezuman autenticidad, su sarcasmo es tan real como los crímenes que investigan o las maniobras de evasión que utilizan para sobrevivir a sus recuerdos. Indagan para convertirse en mejores maderos, en gente libre capaz de distinguir algo de verdad entre las mentiras que les rodean por todas partes.

El sol y la inmundicia abundan en las locas calles de L.A., las mismas de "Crash" pero pasada por el pasa-pure de la televisión en abierto. La policía de la policía también acecha en cada esquina a un Crews Atrapado por su Pasado, al que ni todo el dinero de su indemnización millonaria, devolverá los años que perdió en la cárcel, ni librará de las sospechas de sus compañeros de profesión.

Es insólito que una serie de calidad que empezó emitiéndose cuando acababa CSI, haya acabado consolidándose en el Prime Time de TeleCinco. Aprovechemos mientras la cadena amiga la respete, ya solo quedan un par de capítulos de la primera temporada por emitirse, los justos para aguantar mientras esperamos con impaciencia que empiece la segunda en los States.

sábado, agosto 30, 2008

El día que cerraron todos los kioskos


Sabíamos que este día llegaría, que las páginas claudicarían al fin ante las pantallas y el negro sobre blanco ya nunca más volvería a ser el mismo. Nos sentíamos alienados por tanta tecnología, pero a la vez la necesitábamos, ya nunca podríamos vivir sin gadgets ... sin querer las cosas más rápidas, más precisas, menos sinceras.

Como un agosto cualquiera, los kioskos cerraron sus puertas, esta vez para siempre. Ya nunca más podríamos bajar a comprar El País o El Marca, tendríamos que leerlo en nuestros portátiles o nuestros móviles. Los herederos de Boyero tendrían que contestar las preguntas de los internautas, mientras el negro de turno les escribía los artículos, ocultando sus sucios rizos y amaneramiento, buscando esa inspiración que le salvara de nuestro desprecio eterno.

El Señor de los Excesos me confesó una noche que jamás llegaríamos a estar satisfechos del todo, que nunca saciaríamos nuestra hambre de triunfos, que cada victoria nos obligaría a conseguir otra más seria, que cada derrota nos encabronaría más y a la siguiente oportunidad actuaríamos como si no hubiera mañana.

Como un Bender humanizado, abusamos de todo lo bebible, comible, fumable y follable. No cerramos ninguna puerta, por si más adelante nos apetecía volverla a abrir. Visitamos demasiadas ciudades en las que nos sentimos incomprendidos, en las que tuvimos que sufrir a los lugareños y escapar de la inmensa soledad provocada por el desconocimiento del idioma local.

Nos consolamos quemando noches y días, esperando que el tiempo nos fuera propicio y no nos pasara factura hasta poco antes del amanecer. Sabíamos que en cualquier momento nos podíamos volatilizar, por culpa de nuestras ansias de vivirlo todo, de no dejar pasar ni una oportunidad, de demostrar que siempre hay algo mejor que hacer que irse a camazo.

Nos daba igual sacarle todo el jugo a nuestras existencia, lo que queríamos era bebérnoslo sin tener que exprimirlo. No nos hacía falta una sonrisa perpetua para demostrar si estábamos bien o mal, nuestro optimismo iba por dentro y lo interiorizábamos minando la moral de los demás, con miles de reglas absurdas que no conducían a ninguna parte.

Algunos nos llamaron vagos, otros Iruretas de la Noche. Siempre nos fue el estajanovismo extremo, demostrar que nada era imposible, sobre todo si nos decían que jamás seríamos capaces de hacerlo. Una noche nos despertamos entre sudores, era verano y el calor arreciaba en Madrid, aquello era una buena señal, aún no habíamos pasado a mejor vida.

viernes, agosto 29, 2008

Vencedores y vencidos


Ningún título puede ser más descriptivo que "Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie", ese libro que necesitábamos como el comer, desde que Pertierra nos dejó varados en el siglo XVII, en sus clases de historia de 3º de BUP.

Juan Eslava Galán consigue crear un libro de historia para los que odian la historia, logra entretener con anécdotas grotescas que forman parte del pasado de nuestro país, que escarban en el absurdo de una guerra que nos condenó a medio siglo de ostracismo y lo consigue hacer de forma objetiva, repartiendo cera para todas las partes.

Han pasado suficientes años de la Guerra Civil como para que podamos abstraernos y mirar para delante, leer libros como este con una sonrisa, aunque lo que cuente este lleno de injusticia, sangre y vísceras. Eslava Galán nos repite varias veces que la imagen que mejor refleja lo que fue esta guerra es la del "Duelo a Garrotazos" de Goya: una pelea absurda para ver quien es más bruto.

El autor consigue enumerar infinidad de datos sin llegar a aburrir al lector, algunos de ellos son relevantes y otros pura paja. La sensación final que deja el libro es tan vibrante como desoladora, como si los mayores expertos en el conflicto estuvieran ya criando malvas (literal o figuradamente) y nos pudiéramos permitir el lujo de pasar página, con el permiso de nuestros muertos.

Nunca llegaremos a saber qué hubiera pasado si la República hubiera ganado la Guerra aunque la Sexta ya especuló sobre el tema en un lamentable pseudo-documental. Seguimos teniendo la sensación de que nos perdimos las dos Grandes Guerras del siglo XX y, puede que gracias a eso, el que escribe y los que leen hayan tenido la posibilidad de nacer.

La baraka o buena suerte de Franco va marcando el compás de una guerra que no nos tocó vivir y de la que ahora podemos aprender algo más de forma entretenida, con un libro que no gustará ni a vencedores ni vencidos, pero que tampoco detestarán unos ni otros.

jueves, agosto 28, 2008

Un mal paso


La esplendida desnudez de Marisa Tomei sirve de introducción a "Antes que el Diablo sepa que has muerto", otra película monumental de Sydney Lumet, un clásico con más de 60 años de profesión a cuestas, dispuesto a morir con las botas puestas, rodando peliculones en los que demuestra que la genialidad no está reñida con la longevidad.

Philip Seymour Hoffman es un monstruo capaz de comerse cualquier cámara que se le ponga por delante. Este coleccionista de premios, se ha propuesto pasar a la historia como el mejor actor de su generación y ningún cliché físico será capaz de limitarle, de encasillarle en papeles menores o amables. Nadie como Seymour Hoffman puede interpretar a un personaje devastado por sus demonios, por una insuficiente culpa, por unos vicios que siempre acaban pasando factura.

Uma Karuna declaró hace poco que no podía resistirse a los hombres dominantes con exceso de personalidad. Los personajes que suele interpretar su ex-marido Ethan Hawke suelen ser todo lo contrario. Lo suyo parece una competición con Chris O'Donnell para ver cual de los dos es capaz de reencarnarse más veces en tipos completamente tontos. Este es otro trabajo regular, que le sigue condenado al ostracismo de los ídolos caídos de la generación X.

Hace 45 años, Albert Finney empezó a coleccionar nominaciones a los Oscars. Al final le caerá uno honorífico, puede que hasta postumo. Finney pertenece a una raza de actores que se curtieron en el viejo Hollywood y con los años aprendieron a ser viejos en pantalla, sin renunciar a buscarle ilimitadas aristas a sus personajes, poliédricos engendros capaces de todo por sobrevivir, antes de que el diablo venga a por ellos, a cobrarles las deudas pendientes por no poner precio a su inmenso talento.

Un mal paso te puede condenar al infierno, una mala adición de la que no puedes escapar y te lleva a buscar soluciones fáciles, a confiar en imbéciles que te conducirán al abismo. El mayor peligro está en nuestras cabezas, en la ausencia de culpa que llevará a Seymour Hoffman al final de la noche, a esconderse del demonio hasta poder demostrarle que es uno de los nuestros.

miércoles, agosto 27, 2008

El Madrid ya no manda


Atrás quedaron los tiempos del Florentinato, cuando los jugadores de otros equipos se declaraban en rebeldía para que sus clubes los traspasaran al Madrid. El esplendor ya pasó y el equipo merengue está probando de su propia medicina, por culpa del infinito dinero de Abramovich y de una directiva ridícula, que no es más que la sombra de la que fue a principios del milenio.

Con el dinero de Robinho el Madrid comprará un par de jugadores, no parece tarea fácil, es como si los futbolistas no holandeses se lo pensaran muy mucho antes de recalar en el Madrid. Algo huele a podrido en el Bernabeu y todo el mundo del fútbol parece que está al tanto.

El Madrid necesita un killer del área y un mediocampista polivalente: Schuster lo sabe, la afición lo sabe y parece que hasta Pedja y Calderón se han dado por enterados. El plan B surge como alternativa al NO de CRonaldo y como respuesta al corte mangas de Robinho, al que seguro que le viene bien un cambio de aires.

España gana la Eurocopa y ahora toca fichar producto nacional. Salvo Huntelaar, ya quedan pocos holandeses de renombre a los que contratar, así que habrá que tirar fichas sobre Villa, Cazorla o Capel. Como los malos o intrépidos estudiantes, el Madrid lo dejará todo para el último minuto: Nanín pillará un taxi a las 23:30 del día de cierre, para inscribir al flamante fichaje de turno.

Entre Villa, Capel, Cazorla y Huntelaar; me quedo con los dos primeros, representan la promesa de una nueva era, de ver a Raúl chupando banquillo o grada, del adiós definitivo a 14 años de madridismo rancio, en los que ha pasado de todo y nadie parece acordarse de que hace ya 6 temporadas que no mojamos en la Champions.

Calderón, Pedja y Nanín rigen los destinos del club más laureado del fútbol mundial. Con semejante tropa, es normal que los futbolistas cuenten cada billete de su contrato antes de firmarlo. Lo triste es que sabemos de sobra que ni el Relojero del Mal ni el abuelo Mir lo hubieran hecho mejor. Mientras se sigan ganando títulos seguirá habiendo calma chicha, el socio es soberano.

martes, agosto 26, 2008

Cuando no pasa nada



¿Acaso no sabemos de antemano que ese amigo que con gestos sibilinos nos intenta levantar una chica, nos volverá a traicionar en el futuro y con algo más serio? ¿Sabemos leer los gestos, las señales que la gente nos va lanzando, a veces sin querer, y que les delatan en toda su nobleza o su miseria? Este es el leitmotiv de "Tu Rostro Mañana I: Fiebre y Lanza", el primero de la trilogía de Javier Marías sobre la predicción del comportamiento humano.

La escritura de Marías es tan rica como tediosa, el autor es capaz de disertar durante decenas de páginas partiendo de un pensamiento vacuo, con una habilidad que haría las delicias de los profesores más aburridos y vendemotos que se cruzaron con nosotros en nuestra vida académica.

Marías necesita 470 páginas para una semana de acción, en la que nos vamos adentrando en la mente de Jacobo Deza, su alter ego en la novela. Un profesor universitario exiliado en la pérfida albión, capaz de leer personas y averiguar como será su comportamiento futuro en función de sus gestos, palabras y actitudes; que siempre nos acaban delatando.

¿Somos capaces de guardar un secreto? ¿Cuanto vale nuestro silencio? ¿Por la boca muere el pez? Esta primera parte de "Tu Rostro Mañana" es una interesante disertación sobre el ser humano y sus debilidades menos evidentes. Una nostálgica mirada atrás en la que nos consolamos con tiempos pasados que no fueron mejores, pero que curtieron personajes imprescindibles que nacieron de las sombras de las grandes guerras.

La novela nos servirá para explorarnos a nosotros mismos mientras nos perdemos en párrafos enormes, en los que no acaba de pasar nada, echando de menos más acción y violencia. Somos víctimas del exceso de información, de un mundo que se mueve demasiado deprisa y que no nos deja apreciar el valor de la escritura pausada de los viejos maestros.

Esta primera parte es la promesa de dos libros redondos, en los que se dé respuesta a unas cuantas incógnitas, revisitando conspiraciones y conflictos viejunos. Para empezar a conocer el rostro de los demás, tenemos que averiguar primero cómo será el nuestro, leyéndonos a nosotros mismos para saber como seremos mañana.

lunes, agosto 25, 2008

Pera y Dragón (Infiltrado en las SOLFA-Olimpiadas II)


Manda huevos que de toda la villa SOLFA-Olímpica, me tocara compartir cama con un gaboniano. Lo que esta claro es que él tampoco debía estar muy a gusto con mis ronquidos hipo-huracanados. Cuando se fue de nuestra cabaña, me comentó que por culpa de la falta de sueño, había quedado último en la competición de saltos piscineros y que, además, casi se empotra contra el suelo aledaño a la piscina.

El operativo de la Operación Perrillo Pekinés estaba comiéndome la moral. Bien estaba que me tuviera que volver a infiltrar con los mismos personajes que estaban presentes cuando me acribillaron a balazos durante la cena de los 10 Anos. Lo que no venía muy a cuento, era que me tuviera que caracterizar con unas extensiones capilares que me hacían parecer un cruce entre Marge Simpson y el Conde Duque de Olivares.

Uno de los personajes clave a los que debía seguir era Javijo Antebrazados, balontirista mayor del reino y abanderado de la delegación de la SOLFA de Tajuñatalaz. Según mis fuentes (la mayoría procedentes del grupo de los Pocachos) Javijo tenía planeado allanar el camino para que un grupo de Ronin Albano-Kosovares derrocaran el régimen comunista de Hu Jintao. El objetivo final era instaurar en el gigante asiático una democracia de corte ultracapitalista.

Y allí estaba yo, por las mañanas entrenando mi salto de seto en el Nido de Pájaro y por las tardes zascandileando por la villa SOLFA-Olímpica, buscando pistas que me condujeran hasta Javijo y toda la troupe que iba a participar en tan arriesgada misión, en la que parecían estar implicadas la TIA, el NI6, el CSIC y los servicios secretos rusos y japoneses.

No tengo costumbre de beber cuando estoy de servicio, pero el cambio €-yuan era tan favorable, que raro era el día que no acababa tomándome tres o cuatro Gin Tonics. Estaba harto de comer tanto arroz, así que de vez en cuando me colaba en la Casa de España para alimentarme a base de jamón de pata negra y tortilla de patata. Aprovechando que estaba allí, me hice amigo de las chicas de la sincro, pero como soy un caballero no diré lo que hice con algunas de estas sirenas en los vestuarios del cubo de agua ... aunque si puedo dar una pista: empieza por B y acaba en UKAKE.

Una de esas tardes, me pasé por la cancha donde entrenaban los SOLFOS de baloncesto, allí había muchas caras conocidas, algún que otro troncoso y más de una tanketa. No pude resistirme a la tentación de tirar unos triples, rememorando los tiempos de COU, cuando durante los recreos no paraba de lanzar sin llegar siquiera al aro. Nada me hacía sospechar que aquella pachanga cambiaría para siempre mi fisionomía y daría un vuelco inesperado a la operación Perrillo Pekinés ...

Continuará

domingo, agosto 24, 2008

Dulce Condena


Viejas sensaciones vuelven a mi cabeza, son las mismas que cuando el Barça nos levantó una Korac en el 99 o la final de la liga en el 2004.Los Americanos inculcan a sus bambinos desde la cuna aquello de "El segundo es el primer perdedor", sin especificar el como se consigue la victoria, para ellos el fin siempre ha justificado los medios.

Sería injusto no personalizar esta derrota en dos claros culpables: Raül López y Aíto, por haberle convocado para estos juegos. El paquetísimo base de la sección de baloncesto del Real Madrid Club de Fútbol debería volver a España nadando, no dejando de parar en Tenerife para regalarle su medalla al Chacho Rodriguez, su legítimo dueño por haber hecho mucho más en estos juegos desde el sillón de su casa, que el mercenario catalán que le robó su camiseta y que no ha hecho más que restar en este torneo.

Con Pepu en el banquillo, sin la lacra de Raül y con una tripleta de bases en perfectas condiciones físicas (Chacho, Calderón y Ricky), hubiéramos ganado de calle a este Dream Team de garrafón, sin importarnos sus infinitos pasos de salida o las triquiñuelas arbitrales. Puede que no estemos tan cachas como los yankees, ni saltemos tanto, pero nos sobra casta como para ganarles sin tener que recurrir a las malas artes de los argentinos.

Carlitos Jimenez y Felipón han sido los grandes "tapaos" de estas olimpiadas, llevando hasta las últimas consecuencias todo lo que aprendieron del gran Alfonso Reyes. El deporte español tiene una deuda infinita con el Ramiro de Maeztu: sin Fernando Martín, Beirán, Pepu, Carlitos Jimenez y Felipón; este país jamás hubiera ganado una medalla olímpica en baloncesto.

Es el final de una era, Gasol dejará los Eurobaskets para concentrarse en la noble tarea de ganar anillos con los Lakers y los otros ÑBA serán también coaccionados para dejar de pasar los veranos vistiendo la roja. Aíto se irá a entrenar al Unicaja y habrá que encontrar otro seleccionador solvente ¿no sería más fácil echar a Pepe Sáez y que volviera Pepu?

No creo en las dulces derrotas, pero lo de esta mañana ha sido lo más parecido que puede haber a una. Nos volveremos a ver las caras en Londres, al pie del Big Ben le recordaremos al mundo el significado del baloncesto de patio de colegio, ese que no le teme a nada ni a nadie, porque sabe de sobra que ni todos los All Stars de la NBA, ni todo el dinero de los equipos de fútbol, podrán vencer el espíritu indomable de la roja, que es el que aprendieron de los lanzadores de huevos del Ramiro.

sábado, agosto 23, 2008

El Final de una Época


Siempre fantaseamos con el día en que alguien de nuestra edad empezara a jugar en Primera División, esa fecha se pierde ya en la noche de los tiempos y, seguramente, forma parte de aquella época en la que la generación del 79 hizo a España campeona del Mundo sub-20 en Nigeria.

El reverso de tan glorioso debut era el día en que uno de los nuestros emprendiera el camino de la retirada. Aún no hemos cumplido los 30 y sospechamos que ya son muchos los que tuvieron que colgar las botas por unos motivos o por otros.

Cuando nosotros emprendíamos el iniciático verano que dividía el BUP del COU, una joven vitoriana con nombre de patrona Madrileña y apellido de héroe de la mitología hispana, afrontaba sus primeros juegos olímpicos con la misma ilusión e incertidumbre con la que nosotros visitábamos los primeros garitos, bebíamos nuestras primeras copas y sonábamos por primera vez con princesas de la noche que nos liberaran de nuestra inmensa inseguridad adolescente.

Mientras nosotros empezamos a quemar etapas vitales sobre los adoquines de alguna universidad maldita, Almudena Cid cumplió nuestro sueño de visitar las Antípodas y lo hizo además formando parte de nuestro equipo nacional, en unos juegos olímpicos espectaculares, inaugurados por la mismísima Kylie sobre una carroza blanca y que nosotros siempre recordaremos por haber oído la final de fútbol subidos en un taxi, de vuelta a casa en otra aciaga noche en el Cats, una más de aquel fatídico año 2000.

Por fin perdimos de vista la universidad y empezamos a ganarnos las habichuelas en alguna multinacional de las que enclaustran a becarios y personal externo en las catacumbas de sus monumentales edificios. En uno de aquellos veraniegos días de jornada intensiva, nos fuimos al baño y ya no volvimos más, seducidos por los cuartos de final de baloncesto en los que los americanos nos crujieron y mandaron a casa antes de tiempo.

A pocos metros de aquel pabellón de la cuna del olimpismo, una joven española de 24 años escribía con letra estilizada en el libro de la historia del deporte, clasificándose para su tercera final olímpica consecutiva, en una disciplina tan exigente y sectaria como la Gimnasia Rítmica.

Oteando en el horizonte la barrera psicológica de la treintena, medimos con mucho cuidado cada uno de nuestros siguiente pasos vitales, con miedo a olvidarnos de hacer algo, algo que ya no podamos hacer con un 3 como primera cifra de nuestra edad. Timoratos, nos tomamos más en serio que nunca el Carpe Diem, convirtiéndonos en una sombra nerviosa de los que eramos hace una década.

Mientras nosotros seguimos peleando con nuestro peculiar "Otoño de las Certezas", Almudena Cid sigue ahí, donde siempre ha estado: mostrándonos toda su magia desde el tapiz de unos juegos olímpicos, haciendo historia en un deporte que le ha dado todo y al que le ha dado todo, cerrando con lágrimas de oro la puerta de una carrera espectacular, cuyo éxito no se mide en números sino en momentos, recordándonos que lo más importante siempre fue participar y que ya nunca más habrá una gimnasta como ella. Digamos adiós como se merece a una de las mejores deportistas españolas de todos los tiempos: con la sonrisa de los que aprendieron de ella como cerrar etapas de la mejor manera posible.



viernes, agosto 22, 2008

Regeneración


La huelga de guionistas le ha venido de lujo a "Heroes" para no quemarse más de la cuenta y hacer fichajes estrella como el de Kristen Bell, que viene a completar un trio de rubias de lujo junto a la animadora Hayden Panettiere y la treintañera de personalidad múltiple Niki Sanders. Cada una de ellas representa una década de esplendor del sueño dorado.

"Héroes" se concibió como un "Perdidos" para los amantes de los comics, pero sólo consiguió quedarse a la altura de un "Prison Break" con personajes raritos. Los primeros capítulos de su segunda temporada han sido un auténtico coñazo, pero los últimos están consiguiendo remontar el vuelo, gracias sobre todo al siempre fiable Hiro Nakamura y la menuda protagonista de "Veronica Mars".

La serie es una epopeya sobre un grupo de mutantes muy del estilo de los X-Men, que en lugar de ponerse trajes de licra, se dedican a intentar pasar desapercibidos y, a ratos, salvar el mundo. "Heroes" es además una de las principales apuestas de la putrefacta cadena autonómica que pagamos todos los madrileños con nuestros impuestos.

Un reparto coral se reparte el peso específico de una trama en la que si te apeas un rato del vagón del argumento, siempre acabas pudiendo volver a subirte, gracias a los sesudos esfuerzos de unos guionistas más fantasiosos que imaginativos.

Desde las verdes colinas medievales japonesas hasta las high schools más americanas, la serie da un nuevo enfoque a las mutaciones inducidas por agencias federales y la furia de los que fueron sometidos a alteraciones genéticas sin conocimiento de causa.

Si alguna vez te preguntaste si pudiendo volar, desplazarte en el tiempo o regenerarte cual rabo de lagartija; aún te quedarían amigos con los que pasar el rato, no dejes de ver "Héroes", en caso contrario y si eres madrileño, ponte a verla también, que la estas pagando con el sudor de tu frente.

jueves, agosto 21, 2008

Punto de fuga


Si eres David Mamet puedes hacer una película de lo que te venga en gana, hasta de artes marciales. Uno de los mayores expertos en películas corales, se pasa el cine de acción para mostrarnos una de sus principales aficiones cuando no esta escribiendo: la variante brasileña del Jiu Jitsu.

"Cinturón Rojo" es una película menor en la trayectoria de este excelso dramaturgo, guionista y director. Con todo, y al igual que con Woody Allen, el peor Mamet es mejor que la inmensa mayoría de lo que podemos encontrar en nuestras carteleras.

Las películas de Mamet están cargadas de tacos y personajes con infinitos dobleces que nunca sabes si al final serán buenos o malos. Pocas veces he sido tan insultado como la vez que fuimos a ver "El Último Golpe", excelente película que solo me gusto a mí de los ocho que fuimos a verla.

En "Cinturón Rojo" aparece Tim Allen, el mismísimo chapuzas en casa, que interpreta a una versión pasada de sí mismo y reinventa su acabada carrera, al más puro estilo Travolta en "Pulp Fiction", pero con desiguales resultados. La película nos servirá para conocer a Alice Braga, una digna sucesora de su tía Sonia en el trono de las actrices brasileñas con aspecto y apellido que despiertan nuestros más bajos instintos.

Entre conspiraciones y filosofía oriental, Mamet nos cuela unas cuantas reflexiones sobre la inocencia y el tener cuidado con los desconocidos, el sentimiento de culpa y el precio que tenemos que pagar cuando no queremos poner precio a nuestra dignidad.

En la cinta la violencia brilla por su ausencia ... siempre hay una válvula de escape para huir de nuestro adversario, aprovechar su fuerza para vencerle y quitar las caretas a todos los que nos rodean. Hitchcock estaría orgulloso de la versatilidad de su discípulo Mamet, que nunca se atrevería a pensar en ser tan grande como el Maestro del Suspense.

miércoles, agosto 20, 2008

Cruz


Tirado en aquella cama de hotel de mala muerte, no hacía más que pensar en la canción de Calamaro: "Todo lo que termina, termina mal, y si no lo hace, se contamina más ...". Ella siempre se escudó en la maldad congénita de las mujeres para hacer lo que viniera en gana: tenía licencia para ser mala.

Nunca creí en la transición a una amistad cuando una relación acaba. Cuando algo importante termina, lo mejor que puedes hacer es salir por patas, lo más lejos que puedas, para evitar la tentación de absurdas segundas partes o recuerdos que te atormentarán no dejándote seguir adelante.

Me salté las reglas y encendí un pito, en la tele ponían "Closer" doblada al alemán, ya me costó entenderla cuando la vi en español, aquello si que era una misión imposible. Nunca me convencieron los rectángulos amorosos y nunca dejará de sorprenderme como el Croupier Clive Owen se vendió al capital y acabó de escudero de Jude Law y hasta anunciando cosméticos para metrosexuales en el Corte Inglés.

Las escasas curvas de Natalie Portman hacen de ella una stripper poco creíble, pero el tormento que esconde bajo su menuda apariencia, la otorga poderes para pasar de ser el sueño de cualquier hombre a convertirse en su peor pesadilla ... cuando las cosas se tuercen, cuando ya no hay vuelta atrás.

Llegados al punto de no retorno, ni todo el alcohol del mundo sería capaz de curar nuestras heridas. Necesitaríamos una lobotomía para olvidarla, para dejar de hablar con ella en nuestro pensamiento. Con ella en tu cabeza resulta imposible seguir el argumento de cualquier película, mantener la atención en negro sobre blanco, seguir con tu vida normal, si es que eso significa algo.

Cualquier sala de espera de aeropuerto nos servirá de excusa para ser víctimas del "Sindrome de Melendi", la liaremos parda y acabaremos en el cuartelillo, custodiados por un par de gendarmes vestidos de verde, el color de esa esperanza de la que ya no nos queda ni un poco.

Nunca fuimos de pastillas para dormir, prefiero el insomnio. Paso todo el día sobre la misma piltra, preguntándome si huí de ella porque se volvió loca o se volvió loca porque huí de ella. Parece que fue ayer, pero ya ha pasado un millón de años ... o viceversa.

martes, agosto 19, 2008

Cara


El último lugar de la Tierra en el que esperaba conocerla fue donde ocurrió todo. Siempre supe que los números jugaban con nuestro destino y que el 13 no tenía porque ser un mal día, siempre que las cifras del mes y el año anularan los malos augurios del número maldito.

Cuando ya no queda esperanza ya todo da igual y lo único que puedes hacer es fumarte un puro a tu salud, que es lo único que esta intacto cuando todo lo demás falla. Llegados a ese punto, lo único que puedes hacer es bajar los brazos y sentirte libre, gritar porque a nadie le importa lo que hagas o dejes de hacer.

Y entonces llega ella y lo cambia todo, con unos ojazos y una canción que nunca oirías si no te sedujera el video musical que la acompaña. Dejas que todo siga su curso, una conversación evocadora que te recuerda otras del pasado, las mismas que tuviste antaño pero cambiando la fecha y la chica.

Todas las piezas del rompecabezas encajan ahora y sabes que ya no podrás dormir esa noche, que a la mañana siguiente te despertarás y España habrá ganado a los Estados Unidos en baloncesto, que lo que parecía imposible hace tan solo unos días se ha hecho realidad, se te olvidarán las decepciones y te darás de bruces con algo de verdad.

Peleando a la contra aprendimos que moriririamos si nos tomabamos demasiado en serio a nosotros mismos. Reculamos y adoptamos la pose de los que no necesitan saber lo que va a pasar mañana. Dejamos que el viento sacuda nuestra jeta y nos escondemos para no darnos de bruces con la realidad de lo que todavía no esta escrito.

Intuimos que es ella la que curará todas nuestras heridas, que le daremos mala vida por nuestra inclinación natural a no valorar lo que tenemos y obsesionarnos por lo que nunca pondremos tener. El último tren ya partió hacia un universo de casas clones del que intentaremos huir para encontranos con alguien completamente opuesto a nosotros, que nos diga cuatro verdades y nos ponga por fin en nuestro sitio.

Volvemos al lugar donde empezó todo, de donde escapamos con más pena que gloria, oimos el ruido de los aspersores de fondo. La televisión se ha apoderado de nuestras castigadas e hipocondriacas almas y emite "Algo en Común", nunca nos sentiremos identificados con Zach Braff, pero siempre creeremos que sólo con la sonrisa de Samantha se puede construir una película mayúscula.

lunes, agosto 18, 2008

Jugando con el tiempo


Todos nos hemos preguntado alguna vez qué pasaría si volviéramos a los 18 sabiendo lo que sabemos ahora. Coppola ha ido un poco más allá y ha creado una película inspirándose a la vez en nuestro sempiterno piterpanismo y en el relato "Juventud sin Juventud" de Mircea Eliade.

"Youth without Youth" probablemente jamás se estrene en España, pero gracias a los milagros de Internet, podemos disfrutarla en nuestras casas y deleitarnos así con el retorno del Gigante Adormecido. Con esta película, el cinéfilo compulsivo Coppola se ha reinventado a sí mismo, copiando los recursos estilísticos del más grande director de la historia: él mismo.

Viendo la película es inevitable acordarse de "Jack", "Peggy Sue se casó" y, sobre todo, "Drácula". Este nuevo Coppola, se ha reconvertido en pope indie de postal, tras producir las películas de su hija Sofía y con "Juventud sin Juventud" busca dar una nueva vuelta de tuerca a su carrera, trastocando una jubilación prematura en una resurrección cinematográfica en toda regla.

El Maestro coquetea con los géneros sin ningún miramiento y emplea al inquietante Tim Roth como su alter ego, desafiando al tiempo y los convencionalismos en una segunda juventud que le llega con un rayo y que le llevará a reencontrase en una epopeya post-bélica, con su gran amor de siempre: Alexandra Maria Lara, la musa que ha conseguido sustituir en el corazón del Maestro a la inmarchitable Diane Lane.

"Youth without Youth" ha sido ninguneada por crítica y público, con el desprecio que se otorga a lo raro y que sospechamos puede oler a polilla. No creo que a Coppola le haya importado demasiado la indiferencia, hace tiempo que asumió que sus trabajos más reconocidos serían los de encargo y que los más personales los rodaría a fondo perdido, por la mera satisfacción de crear la película que más le apeteciera cuando más le apeteciera.

El Maestro vuelve a su obsesión más recurrente: el tiempo, cómo podemos recuperar el que hemos perdido y los seres más queridos que vamos dejando atrás al compás de las manecillas de un reloj, que en ocasiones se nos clava en lo más profundo de nuestra alma, para recordarnos que ya no hay vuelta atrás y que si la hubiera, buscaríamos escapar de nosotros mismos, de nuestro destino y todos los errores que nos llevaron al eterno retorno ... la vuelta a la veneración a Francis Ford Coppola: el más grande creador de la historia del séptimo arte.

domingo, agosto 17, 2008

Siempre Nadal


Una vez más, Nadal ha vuelto a demostrar que es el deportista español más grande del momento, llevándose un oro que ha peleado como si fuera lo más importante que hay en el tenis, como si no hubiera ganado hace unas semanas Roland Garros y Wimbledom. No me cabe la menor duda de que pasará a la historia como el deportista más grande que ha dado este país. La clave de su éxito: su mentalidad a prueba de bombas.

Ayer tarde el Redeem Team se bajó los pantalones y le meo en la cara al campeón del mundo de baloncesto. Fue una derrota vergonzosa y humillante de la que solo se salvó Felipón, que reivindicó los enormes cojones de su hermano Alfonso, el mismo que puso en órbita a Gasol y compañía en el Europeo de Turquía 2001. Sin Alfonso Reyes, el baloncesto español no estaría viviendo desde hace 7 años su edad de oro; y con Pepu Hernández en el banquillo, ayer no hubiéramos caído como perros contra nuestro máximo rival en el torneo.

Aíto es perro viejo y sabrá sacar máximo partido de las heridas, aunque hay errores que ya no podrá corregir, como haber convocado a jugadores medio lesionados. Si el Chacho hubiera estado ayer sobre el parqué, hubiera aprovechado la ocasión para recordarle a McMillan que es un profundo gilipollas que jamás ganará nada en la NBA. En su lugar y con su número estaba un tal Raül, que en lugar de pasar el verano como todos, quemando fotos del rey y limpiándose el culo con la bandera española, ha sido invitado a hundir a un equipo ganador con el gafe y mal karma que le han acompañado durante toda su carrera deportiva..

Con su triple cero (0 puntos, rebotes y asistencias) ante los americanos, Raül ha vuelto a reivindicar su retirada perpetua de la selección. Si quiere que siga jugando en la sección de baloncesto del Real Madrid Club de Fútbol, seguro que lleva a los blancos a ganar tantos títulos como en la última temporada. Con ese nombre y siendo financiado por los socios del Madrid, es inevitable acordarse del "antes conocido como 7 de España", otro cacique al que le gusta hacer tapón para que no jueguen jugadores jóvenes mucho más talentosos, que deberían haberle jubilado hace años y al que en el momento que le echaron de la selección, hizo campeona de Europa a España, por la mera desaparición del mal rollo que genera su grotesca jeta y actitud en cualquier vestuario.

Estos están siendo los juegos de Phelps, de Bolt y de los Chinos; pero también es obligado quitarse el sombrero ante nuestros medallistas tapados como "El Espadachín Bueno" Pirri, el incombustible e inconmensurable Llaneras, el sempiterno Deferr o las simpáticas Vivi Ruano y Anabel Medina, que por un momento nos han recordado que, a parte de a ganar prestigio y dinero, también se puede ir a los juegos a pasarlo bien con tus compañeros de equipo.

Aprovecho este post para dedicárselo al ilustre santaeugeniano y antiguo compi de colegio Arturo Casado, que habiéndose quedado a las puertas de la final de los 1.500, con sus declaraciones al terminar la carrera ha vuelto a dar una lección de su enorme clase como deportista y persona: "Más allá de lamentarme por no estar en la final, me considero afortunado por haber participado en estos juegos, corriendo en este espectacular escenario y representando a mí país".

Habiendo estudiado en el Ciudad de Valencia, es probable que el bueno de Arturo se viera envuelto en algún lanzamiento de huevos a los pijos del Zazuar, ese tipo de actividades imprimen carácter ¿verdad Felipón? Aprovechando que ya está en Pekín ¿No podríamos darle el 11 de la roja de baloncesto a Casado y mandar al puto Raül López a dar 1 millón de vueltas a la pista del Nido de Pájaro? Seguro que todos saldríamos ganando.

sábado, agosto 16, 2008

El Otro Hank


El día que Mulder decidió desencasillarse estaba leyendo al viejo Buk, concretamente "Mujeres":

- ¿Y si yo me convirtiera en el viejo regador de gaznates?

De aquellos polvos nacieron los lodos de "Californication", una serie que en su primera temporada empieza a lo grande para acabar perdiendo fuelle, capítulo a capítulo, hasta concretarse en un final feliz e inesperado, de los que tanto odiaba el eterno bebedor de vodkas-7.

Hank Moody es el penúltimo escritor maldito, que ha perdido los favores de su musa e intentará reconquistarla para seguir ganándose la vida golpeando una vieja máquina de escribir y convirtiéndose en una atípico pater familia con su adolescente y rockera hija. El día que perdió la inspiración, Hank empezó a desarrollar una superlativa Kaborka: un instinto involuntario de seducción, que hace que la inmensa mayoría de las mujeres buenorras que se cruzan en su camino, se lancen a sus brazos sin que tenga que hacer nada para conquistarlas.

"Californication" esta llena de desnudos femeninos parciales y desafía con su nihilismo romántico a la puritana sociedad americana, que se ha rendido a los pies de Duchovny, regalándole hasta un globo de oro al mejor actor por su osadía y descafeinada interpretación del mito bukowskiano.

El alcohol es la ambivalente solución a todos los problemas de Hank. Nada como enfrentarse a la vida etilizado y lúcido, sin recordar lo que hará que nos arrepintamos mañana. Una troupe de secundarios fijos dan la réplica a este Hank de garrafa, apto para gustar a los que no leerían jamás los libros del viejo zorro del Estado Dorado.

La crisis de identidad de nuestra sociedad es fruto de un exceso de información y una escasez preocupante de amor sincero, Hank Moody lo sabe y por eso intentará volver con la única mujer que ha querido de verdad y a la que no supo pedirle matrimonio a tiempo. Por el camino tendrá que ir tirándose a decenas de féminas que enseñarán sus pechos a la cámara y nos recordarán lo mucho que seguimos echando de menos a la doctrinal "Sigue Soñando".

"Californication" se ve en dos tardes y entretendrá a cualquier Muchacho que se precie de serlo. En la segunda temporada Hank se replanteará su promiscuidad y seguirá defecando sobre los estamentos televisivos que un día le convirtieron en una estrella caza marcianos, que muchos años después acabaría sucumbiendo al encanto y la figura del escritor más carismático que alcanzó el perpetuo estado de Californication.

viernes, agosto 15, 2008

Con el debido respeto


Mark Winegardner se ha ganado la vida rellenando agujeros en la mejor trilogía de la historia del cine. Más allá de su discutible calidad literaria, hay que leer "El Padrino - El Regreso" y "El Padrino - La Venganza", porque la mera evocación de los personajes de los dos primeros Padrinos, merece que gastemos nuestro tiempo y dinero en ellos.

Los dos libros se sitúan entre la segunda y la tercera entrega de la saga, cubriendo los vacíos y preguntas que a todos nos surgían con "El Padrino III": ¿Qué paso con Tom Hagen? ¿Qué fue de los hijos de Sonny? No quería Michael dejar de ser un mafioso y convertirse en un millonario corriente ¿qué fue lo que se lo impidió?

La leyenda urbana dice que "El Padrino" es uno de los pocos casos en que la película es mejor que el libro, pero esta afirmación es poco más que una patraña. El libro original también es excelente, sabemos que Mario Puzo no fue uno de los mejores escritores o guionistas de la historia, pero si que era el mejor creando mafiosos creíbles. En sus historias todo era extremadamente real, como si todo encajara en una perfecta no ficción.

El Padrino I y II son las mejores películas de la historia del cine y sin ellas el séptimo arte se hubiera convertido treinta años antes en la bazofia que es hoy en día, en la que tenemos que recurrir a un puñado de series magistrales y media docena de películas memorables cada año, para no caer fulminados por la nostalgia de un arte condenado a la decadencia.

Como en el libro de Puzo, Johnny Fontane es uno de los personajes capitales que es ninguneado en las películas. Nick Geraci es el "desconocido" que más aparece en los libros de Winegardner, el tipo que liquidó a Tessio, llamado a ser la mano derecha de Michael y que acabará plantándose ante él.

Nunca echaremos lo suficiente de menos a Tom Hagen en la tercera del Padrino. La gran cagada de Coppola no fue colar a su hija Sofia como protagonista femenina, sino no contar con el inmenso Robert Duvall (probablemente el mejor secundario de la historia del cine). El bueno de Winegardner nos contará en "La Venganza" el por qué de su ausencia en el colofón de la saga.

Más allá de las teorías conspiratorias y de inventarse a un sosías de la familia Kennedy, Winegardner logra con sus libros llenar un poco el vacío de los adictos a una saga que, afortunadamente, nunca tendrá la relevancia mediática inducida por el beneplácito del frikismo y, por tanto, siempre contará con el respeto de propios y extraños: Son sólo negocios, nada personal.

jueves, agosto 14, 2008

Oscuridad y Caos


El día que cumplí 10 años me llevaron a ver el Batman original (me da igual que se hiciera alguno antes), el de Tim Burton y Jack Nicholson. Aquella fue la película que más ilusión me hizo ver jamás. El barroquismo de Tim Burton me sedujo y me obligó a ver todas las demás que vinieran en pantalla grande, aunque en cada película fueran perdiendo un poco más su esencia.

Christopher Nolan refundó la saga hace unos años y con "El Caballero Oscuro" nos ha regalado la mejor película de superheroes de la historia. El Guardian de la Noche adopta la jeta de Christian Bale por el día, recordándonos que si se lo propone se puede reencarnar en cualquier psicópata trajeado, amenazando la supervivencia de cualquier pantalla de cine.

"El Caballero Oscuro" se toma en serio a sí misma, dejando a un lado los colorines y sumergiéndose en la oscuridad del título, la de las enormes ratas que pueblan las aceras de Manhattan y que sirven de cobijo a Heath Ledger, el último maldito que se dejó la vida en un frasco de pastillas para poder dormir y dejar de una lado la espesura de la noche cuando ya no queda esperanza.

Morgan Freeman vuelve a dar una lección de como interpretarse a sí mismo en cada película y Gary Oldman de como la dualidad de su rostro le puede convertir en héroe o villano, según el minuto de la película y lo que estrujemos nuestra ética, si es que aún nos queda un poco de ella. Michael Caine cabalga envuelto en su paternal manto de mayordomo bonachón, que cree siempre saber que es lo mejor para su protegido, aunque lo único que consiga sea hundirle en la miseria.

Katie Holmes se fue con Tom Cruise y la sustituyó Maggie Gyllenhaal, famosa por los azotes en el culo que le daba su jefe en "Secretary" y que no consigue que olvidemos a la novia de Pacey, por mucho que se haya convertido a la cienciología de Tachín y su matrimonio sea poco más que una mentira.

"El Caballero Oscuro" se atreve a desafiar al mejor cine negro con armas que profundizan en el frikismo de postal y la ciencia ficción tecnológica. Si conseguimos conectar todos los móviles del planeta, obtendremos un todopoderoso sonar casero, que nos permitirá otear el futuro y averiguar si esta película hará historia en los Oscars, luchando por algo más que las estatuillas técnicas. Hasta entonces, no perdáis el tiempo, id a verla, que seguro que no tenéis nada mejor que hacer.

miércoles, agosto 13, 2008

Metamorfosis


Cuando ya no te acuerdas de como empezó todo, es hora de volver atrás. Tal vez fue en un pupitre o en alguna clase de gimnasia. Cuentan que la última noche que pasaron juntos Orson y Rita fue la mejor de sus vidas, bailaron hasta el amanecer y luego se despidieron, sabedores de que lo habían pasado fetén, pero ya nunca volverían a estar juntos.

El cine y la televisión siempre nos vendieron que tendríamos que ser felices en nuestra adolescencia, que nos convertiríamos en capitanes del equipo de rugby y conquistaríamos a la capitana de las animadoras, coronándonos reyes del baile de graduación, con romántico desenlace y más gloria que pena.

Nuestra adolescencia no fue como debía haber sido, pero echamos unos cuantos buenos ratos y además sobrevivimos a aquellos años de reparticiones, inseguridades y acné intermitente. Nunca nos agradó demasiado pasar por el aro, pero tampoco nos gustaba alejarnos demasiado de él, por si acaso.

Conocimos algo parecido al amor, que es cuando no eres correspondido, y cuando echamos la vista atrás, estamos convencidos de que fue mejor así. El verano era tierra de promisión, dejábamos al lado la rutina y el olor grisáceo de las que podrían haber sido nuestras hipotéticas parejas dieciseisañeras.

Exploramos senderos etílicos con la ilusión de los que podían beber legalmente a los 16, anticipamos fiestas y botellones inolvidables, fechas de las que se recuerdan con un número y una letra. Buscábamos conocer nuevas féminas fuera de nuestro ajartonado círculo de compañeras / conocidas y lo que conseguimos fue conocernos un poco mejor a nosotros mismos.

Parece que todo ocurrió hace un millón de años, pero no fue hace tanto, hace apenas 3 juegos olímpicos, cuando la generación perdida del 79 encontró su lugar en la noche.

martes, agosto 12, 2008

Gaysol cogió su fúsil


Los chinos nos han pintado la cara en un par de cuartos para olvidar, recordándonos esa sensación de que, aunque somos los campeones del mundo, de vez en cuando a los muchachos les dan unas pájaras alarmantes. Como dice Don Alejandro: para bien o para mal, todo es cuestión de mentalidad.

El susto de hoy servirá para que salgan más enchufados contra Alemania y Angola, contra Estados Unidos, puede pasar de todo. Los americanos son una pandilla de jugones que se están tomando las olimpiadas como si fueran un saco de Partido de las Estrellas. Probablemente sean el mejor Dream Team desde el original, pero no son un equipo de verdad y si España defiende como mejor sabe, podemos y debemos ganarles el sábado y en la final.

Raül López es un ex-jugador y para los minutos que está jugando, hubiera sido mejor llevar al Chacho, que gracias al gofio canario, tiene una salud de hierro y viene muy fresco de su segunda campaña en la NBA. El descaro de Ricky es admirable y se está ganando un hueco entre los grandes (en tamaño y en edad) por su forma de plantar cara a todo el que se le ponga por delante, pero aún le queda un herbor para ser decisivo cuando el tiempo se acaba.

La Tanketa no es el mismo de la ACB, le pesa la responsabilidad, pero sus kilos nos vendrán bien para hacer sombra a las grandes torres del torneo. Garbo y Calderón no están en su mejor versión, pero seguro que cuando lleguen los cruces se les pasa la modorra torontiana.

Navarro llega a estos juegos con las orejas gachas, es la mitad de lo que fue, que era la mitad de lo que es Rudy ahora. Al tío Pau le ha encabronado el triunfalismo canchero de los chinos, lo suficiente como para acabar colgándose del aro una y otra vez, gritándole en la jeta a los orientales: ¡¡¡ Aquí estoy YO !!! Hace poco más de un mes, este tipo estaba jugándose las finales de la NBA y sin apenás descanso viene a llevarse una medalla de oro, aunque se tenga que dejar la salud en el intento.

La selección de Don Alejandro parece más hecha que la de Pepu, más táctica, pero a la vez le falta ese punto de hambre necesario para no relajarse jamás. Lo de hoy ha sido un sufrimiento innecesario con final feliz y que servirá para reforzar la moral de la tropa y recordarles que no son el Dream Team, pero que si se lo toman en serio desde el minuto 0, se llevarán al Dream Team por delante.

lunes, agosto 11, 2008

Caladero Medallero (Infiltrado en las SOLFA-Olimpiadas I)


La clave de todo eran los aretes olímpicos que el Torete llevaba tatuados en salvese de decir la parte. Después de superar la barrera psicológica de los cinco gin tonics de Bombay Sapphire, todas las piezas del rompecabezas encajaban, estábamos en año olímpico y también año Pocacheo, así que era imprescindible que me embarcara en mi enésima misión de infiltración: La Operación Perrillo Pekinés.

Hacer coincidir las SOLFA-Olimpiadas con las otras, las de toda la vida, fue una hábil maniobra de los hermanos SOLFOS, pioneros en aquello de la recalificación de terrenos con infinitas plusvalías. Nunca echaríamos de menos lo suficiente el colegio de la calle Gomera, las oceánicas echas a base de bollos reciclados de Parda, ni aquellas tardes de baloncesto y salto de setos utilizando coches desvencijados en lugar de setos.

No sé por qué pelotas el buscador de Rumbo me mandó hacer escala en Moscú antes de aterrizar en Pekín. Lo que esta claro es que, como casi siempre, perdí la conexión, las maletas y acabé tirado en el aeropuerto de la capital rusa. En mala hora se me ocurrió llamar a mi viejo conocido Yevyeni, un ruso blanco (también llamado caucasiano) que en lugar de Kalua posee un helicóptero cortesía del gobierno de su buen amigo Putin.

En apenas una hora, el bueno de Yevyeni aterrizó en Moscu proveniente de su bien amada San Petersburgo. Pertrechado con una botella de Smirnoff en un brazo y otra de Absolut en el otro (por aquello de la apertura de ideas) me soltó un críptico: Vámonos de fiesta. Tomarse un copazo con el Kremlin de fondo, no tiene precio, pero por un momento sentí que me estaba saliendo del guión de la misión. Le hice un llama y cuelga al Espadachín y después de otros tres, se decidió por fin a pegarme un toque. Me comentó que estaba engrasando su sable en la Villa Olímpica y que ya estaba tardando en pasarme por allí, que estaba plagado de minas / gallinitas. Por una vez fui capaz de escapar a mis más bajos instintos, evitando la tentación de probar aquella noche los servicios de todos los burdeles moscovitas. Volví a la barra, le dije a Yevyeni que me iba al baño y no volví jamás.

No me convencía demasiado aquella chatarra de Air China que me llevaría a los Juegos de la SOLFA Amistad, pero como no había otra cosa, hice de tripas corazón y me metí un Kebab con gula, como si fuera el último alimento disponible sobre la faz de la tierra. No hace falta que diga que me pasé todo el viaje en el baño, rellenando tarritos de vinagre para aliñar los tallarines con cerdo agridulce.

Nunca he tenido una tendencia política clara, según la gallinita / mina que se me arrimara en cada momento, me podía afiliar a un partido u otro. No me acababa de convencer la Revolución Cultural de Mao,pero quién era yo para cuestionar cualquier sistema poco democrático que no comulgara con mi amada autarquía: Si no te gustan los principios de Caladero, Caladero adoptará otros que si que te gusten.

La desidia siempre fue mi amiga fiel, las tres palabras mágicas ("No me apetece") me libraron infinidad de veces de tener que pasar por el aro, de tener que comulgar con ruedas de molino, ingerir café con bollos caducados o tener que hablar en Lunfardo porque a mi jefe le saliera de los huevos llamarme Rodelaca para reivindicar a sus ancestros porteños: ¡¡¡ QUE YO SOY DE MADRID COPÓN !!!

Al llegar al remozado aeropuerto de Pekín, encontré un millón de caras iguales (¿serían chinos?) y alguna cara conocida. Los cuerpos de seguridad del estado podían haberse tirado el pisto y evitar que tuviera que compartir fragoneta con unos cuantos personajes que solo me recordaban la vez que me cosieron a balazos el día de la infausta cena de los diez anos. Allí estaban el equipo de baloncesto, balontiro y voley playa de la SOLFA Madrid. Mis intestinos empezaron a barruntar problemas ...

Continuará

domingo, agosto 10, 2008

Reconciliación


La emoción de ver ganar la primera medalla de unos juegos reconcilia a cualquiera con un deporte proscrito en el que este año solo existe un país: el nuestro. El Dream Team del ciclismo ha venido a comérselo todo este año, con un estomago casi lleno y ganas de llevarse a todos por delante, sobre todo si son gabachos y cuestionan la limpieza de nuestros deportistas.

Nunca antes oí hablar del tal Samuel Sánchez, un "tapado" con ínfulas de crack, preparado mentalmente para dar una estocada definitiva en los últimos metros de un circuito mitológico, bordeado por la Gran Muralla China. Samuel jamás había oído hablar de Confucio y si no estuviera ganando medallas en Pekín, tendría su hueco en el descenso del Sella, bebiendo Sidra a dolor y recordando con nostalgia sus pillajes de cinco minutos, entre culín y culín.

Los de Pekín son los juegos de la hipocresía, el mirar para otro lado y ocultar la mierda debajo de la alfombra: para justificar los negocios con una potencia mundial ligeramente antidemocrática. "Business is Business" y aunque los deportistas no lleven publicidad en sus camisetas, la normalidad se compra con monedas Chinas, ceremonias inaugurales de extrema plasticidad y un buen puñado de records del mundo.

"La Conversación" se convierte en la gran decepción, la película descatalogada más esperada de la historia ha sido devastada por el paso del tiempo y es inevitable acordarse de "The Wire", que tampoco es un prodigio de innovación en los gadgets, pero le saca 20 años de adelanto en esto del espionaje psico-tecnológico.

Una tarde de extremo calor te reencuentras muchos meses después con el Cine de la SER, allí hablan de una serie de TV remake de "La Conversación". El locutor se refiere a ella como sacrilegio e imposible de alcanzar las cargas de profundidad de la cinta de Hackman & Ford. Creo que me he perdido algo y no paro de pensar en otra serie, la de la HBO que contará los orígenes de Atlantic City y en la que participará el mismísimo Scorsese.

sábado, agosto 09, 2008

Viejas sensaciones



Todo me pareció novedoso aquella noche, eramos los mismos de siempre, pero hacía demasiado que no nos veíamos las caras. De la torpeza inicial pasamos a ser nosotros mismos, como si no hubieran pasado millones de horas en las que habíamos pensado qué sería ahora de nosotros.

Tantas decepciones no se merecían un final feliz, pero tampoco una escapada hacia atrás, una huida hacia ninguna parte en la que los dos acabaríamos heridos para siempre. Demasiados años buscándonos sin encontrarnos, para acabar una vez más solos, él uno sin el otro.

Corrieron ríos de alcohol, que no acabaron de llenar nuestras sedientas almas de aventureros del mediodía. Nunca echaríamos suficiente de menos nuestros mejores ratos juntos, las conversaciones interminables hasta el amanecer y la comunicación no verbal: allá donde la telepatía no es más que una excusa para recordarnos de dónde venimos.

Aquella noche todo sería distinto, estábamos otra vez juntos y no nos dejaríamos llevar por la nostalgia de tiempos mejores. Aún teníamos mucho que construir y muchos demonios a los que atormentar gritando como si no hubiera mañana.

Al final de la madrugada, nos encontramos un nuevo día en el que por fin celebrar que la mala suerte había acabado para siempre, que está vez sí que creíamos en nosotros mismos y ya ni el sueño nos podría vencer.

Exortizamos nuestros últimos fantasmas en un alarido de dolor, dejando atrás un pasado que ya no nos interesaba. Miramos al horizonte con las pupilas dilatadas, rogando por unas horas más, el tiempo suficiente para salir corriendo ... para volver a donde empezamos.