domingo, septiembre 30, 2007

Los sucesores



Mientras Billy Corgan peleaba por reencontrarse a si mismo como líder de las Calabazas, cuatro amigos de L.A. decidieron pasarle factura a los de Chicago, por todo lo que #23M.J. les había robado a los de amarillo y púrpura durante la década de los 90.

Silversun Pickups es un sosias de los Smashing Pumpkins, una versión californiana y más peluda de nuestro grupo favorito, capaces de hacer soplar el tormento y el éxtasis desde la ciudad del viento hasta las colinas donde se filman los sueños.

Los Sspu son tres maromos y una bajista, una configuración que nos suena de algo y nos recuerda lo mucho de menos que se echa a D'arcy en las calabazas. Ante todo, los Pickups son amigos ... al menos de momento y hasta que se demuestre lo contrario.

Surgieron de la nada para colarse en los clubes indies de L.A.: lo más cool dentro la ciudad más cool del planeta. Se han ido haciendo un nombre y en poco tiempo serán capaces de llenar grandes superficies en todo el mundo, mucho más allá de los países de la commonwealth que tanto les quieren en la actualidad.

Sus canciones son alegatos contra la falta de melancolía que nos invade cuando nos reencontramos con el amor perdido que una vez lo fue todo para nosotros y al poco tiempo olvidamos sin remedio. Melodías que nos recuerdan las paradojas genéticas que nos harán tropezar siempre en la misma piedra por mucho que nos esforcemos en saltarla o rodearla.

"Carnavas" es el nombre de su primer disco largo y "Pikul" el de su EP anterior. Es imposible no distraerse con la belleza poco convencional que esconde su bajista Nikki Monninger, ella marca el ritmo de una banda que en unos años será la mejor del planeta y a la que no vemos la hora de poder ver en directo.

miércoles, septiembre 26, 2007

Lo que pudo haber sido un post sobre el Oktoberfest



Pues sí, la lluvia me ha dejado a las puertas de lo que debería haber sido un post monográfico del Oktoberfest. Es la cuarta vez que vengo por la capital Bávara en menos de un año y la primera que no hace un sol de justicia a todas horas. Aquí lleva lloviendo sin parar dos días y hace un frío de pelotas, menos mal que mañana vuelvo al verano de San Miguel madrileño.

En esta tierra la cerveza es mucho más que una religión, por lo visto hasta tienen birras que cambian según la época del año: perplejo me he quedado, casi tanto como al averiguar que nuestra cerveza más internacional es la propia San Miguel, que debe ser la cuarta más solicitada en España (¿después de Mahou, Estrella y Cruzcampo?).

Lo único bueno de no ir al Oktoberfest es que he tenido un papel bastante digno en la pachanga de bolos que nos ha servido de sustitutivo. Era mi segunda vez delante del parquet que hiciera grande el Nota/Lebowski y he acabado 6º de 13 con un par de strikes y una puntuación de 105 en la segunda partida. Por supuesto, cada bolo que caía al suelo iba dedicado a nuestra piel de toro, por aquello de ser el único español en un par de km a la redonda.

Da gusto llegar a una reunión tipo K-Force (11 nacionalidades, 4 continentes) y soltar que tu país es campeón del mundo de baloncesto: que le den por saco a todos los mamones que cuestionan a Don Pepu Hernández.

Impresionado me ha dejado el iPhone en vivo y en directo, es mucho mejor de lo que había imaginado, cualquiera con un mínimo de inquietudes vitales pagará lo que haga falta por este aparatito que a simple vista no es gran cosa, pero que sin duda pasará a la historia como uno de los mejores inventos, en la categoría de los que no salvan vidas.

No tiene precio ver el vídeo del M.A. Franakus chanante en un iPhone de estos.

domingo, septiembre 23, 2007

Tan grande como su ego


Hace una década nos reíamos de Mourinho en el colegio, dando por sentado que a diario era salvajemente sodomizado por Bobby Robson, el viejo zorro inglés al que prestaba servicios de traducción, con una eficacia incuestionable. A día de hoy el portugués lo ha ganado todo en el fútbol de clubes y el resto de sus días soló tendrá que trabajar por amor al arte.

Cuentan que es un motivador nato, capaz de hacer creer que es el mejor del mundo a cualquier tronquete de dudosa calidad y poderosa zancada. Ha canalizado toda la tristeza de sus genes lusitanos hasta convertirla en una suerte de perpetua mala cara que esconde la sonrisa de un ganador inasequible al desaliento.

Sus equipos no juegan bien pero ganan, sus hinchas y jugadores le adoran, pero el mafioso Abramovich lo quería todo: ganar la Champions jugando de cine, algo que no está al alcance de casi nadie. Harto del intervencionismo y las ingerencias, Mou ha hecho su petate en busca de tierras más cálidas. Su acérrimo antibarcelonismo le hace sempiterno candidato al banquillo del Madrid, para regocijo de los amantes del "fútbol espectáculo" de Fabio Sombrero.

El Chelsea le debe todo a Yosé, han ganado más con él en tres años que sin él en un siglo. Es un personaje en la Premier, donde no podrá entrenar en un tiempo y que echará mucho de menos su antipatía glamourosa. Haga lo que haga con su carrera, siempre será noticia. Si fue capaz de ganar la Champions con el Oporto puede ganar lo que sea con quien sea.

Es una versión corregida y mejorada de Maguregui, amante incondicional de un fútbol tan pragmático como amarrete y cicatero. Coleccionista de eminentes trotones pollaescoba, amontona fantasiastas en su banquillo, donde se pudrirán hasta que el partido este más que ganado. Su mirada es un corte de mangas en la jeta de todos aquellos que alguna vez nos reímos de él y que nos seguimos preguntando qué es lo más importante el camino o dónde acabas llegando.

martes, septiembre 18, 2007

El enemigo en casa


"El Ultimátum de Bourne" es el requiem final de la mejor trilogía de acción de la historia. Matt Damon se enfunda por última vez la piel del invencible ex-agente proscrito de la CIA Jason Bourne. Me aficioné tarde a esta saga, pero a tiempo de ver su conclusión en el cine.

Joan Allen es una de las mujeres de medio siglo más atractivas sobre la faz de la tierra y además una actriz que siempre está bien. Eterna candidata al Oscar, su carrera está plagada de buenas películas; como esta, en la que encarna a una jefa con un lado claro, dentro de la oscuridad general con la que se refleja a los servicios de inteligencia americanos.

Sobra acción trepidante, sobre el suelo empedrado del Lavapies más añejo. El director de la función es Paul Greengrass, un cineasta pseudo-independiente disfrazado de palomitero, que disfruta como pocos meneando la cámara en busca de la inmortalidad del protagonista.

¿Qué esconde el personaje de Nicky Parsons/Julia Stiles? Se intuye, pero no se confirma. Esta actriz es una de las más inquietantes promesas del cine mundial, una secundaria que algún día se convertirá en un cruce entre Meryl Streep y Mata Hari: invisible para los paparazzi y con la suprema elegancia de las que no necesitan elevar la voz para ser oídas.

Buscando un enemigo cinematográfico, hemos topado con nuestros fantasmas interiores, que no nos dejan discernir entre el eje del bien y del mal. Mientras nos llega la inspiración no etílica, podemos pasar el rato con la última de Bourne, se recomienda ir a verla al cine más cercano y, si se puede, en sesión matinal.

miércoles, septiembre 12, 2007

Forjadores de Himnos



Pereza están bajo sospecha de ser demasiado comerciales, de llevarse demasiado bien con El Canto del Loco y de que no les importe que les metan con ellos en el mismo saco. Su redención no puede ser otra que "Aproximaciones", un disco con el que se han acabado de consagrar como uno de los mejores grupos españoles y que fue el penúltimo descubrimiento de Chema Rey en el Bulevar.

Al oír hablar a Rubén y Leyva es inevitable odiarles: demasiado pasados a la par que guays. Para apreciar a los Pereza es obligado concentrarse en su música y apagar la radio o la tele cuando aparezcan para decirnos algo a capella.

Han dejado atrás las influencias de sus primos mayores los Hombres G y han vuelto a los orígenes: los Beatles, los Rollings y todos los grupos que parieron. Mucho organo, mucha guitarra y , en definitiva, gran cantidad de himnos de los que echabamos de menos en nuestro idioma desde que se separaron los Piratas y los Planetas se dedican a versionar cantes flamencos.

Exaltación de la amistad y del rock, amores más posibles que improbables, letras con mucho de autobiografia y poco de canalla, un mundo lisérgico multicolor de bacanales con miles de grupis en celo.

El disco también tiene canciones infumables, pero son las menos. Es de lo mejor que se ha publicado este año en nuestro idioma y quién diga lo contrario tendrá que demostrarlo.

sábado, septiembre 08, 2007

Los Rojos de Warren


"Rojos" es la historia de Jack Reed y Louise Bryant, una película multinominada al Oscar de la que el año pasado se celebró su 25 aniversario. Para aquellos que no sepan quién eran los protagonistas - yo mismo antes de ver la cinta - diremos que el bueno de Jack es el único americano enterrado en el mausoleo de los bolcheviques del Kremlin.

La película dura más de tres horas, en las que la acción se entremezcla con las opiniones de venerables ancianos que conocieron a la pareja protagonista, un recurso cinematográfico que copiaría años después la genial "Cuando Harry encontró a Sally".

Warren Beatty se pone la capa de Orson Welles para escribir, dirigir y protagonizar una obra maestra con la que demostró que era mucho más que el fucker oficial de Sunset Boulevard y que no le importaba gritarle al mundo que él está mucho más a la izquierda que la mayoría de sus compatriotas.

Diane Keaton nunca estuvo tan guapa, el suyo es un papel difícil del que sale airosa en todo momento, con ese talento tan desordenado, que solo las más grandes son capaces de esconder tras una sonrisa o el menos audible de los llantos. Su Louise Bryant rebosa ternura, crudeza, sacrificio e inteligencia a partes iguales: es imposible no enamorarse de ella en esta historia.

Jack Nicholson esta vez es un secundario de lujo, un circunspecto Eugene O'Neill: irlandés, bebedor, salvaje y elegante. Un perdedor que en la encrucijada de un amor equivocado decide tomar el camino de Rick en Casablanca, sabedor de que ni siquiera su inmenso talento como escritor le salvará de mil noches de melancolía.

"Diez días que estremecieron al mundo" es la obra maestra de Jack Reed, pocas veces un título fue tan descriptivo y magnético. No hablaré de revoluciones necesarias que acabaron en dictaduras innecesarias, lo que importa es ese aroma romántico de las utopías improbables, capaces de convertir historias de amor intermitentes en epopeyas transoceánicas en las que un abrazo evocador tiene más fuerza que todas las ideas políticas del mundo.

lunes, septiembre 03, 2007

La roja de la ÑBA (Año II)


Todo empezó hace seis años, cuando un joven repeinado y lampiño Gasol decidió dedicar el verano a jugar con su selección el Europeo de Turquía. Un par de meses antes, Pau había sido elegido con el número 3 en el draft de la NBA, la mejor posición para un europeo hasta entonces.

En aquel Europeo turco apuntamos maneras; caímos en cuartos al año siguiente en el mundial de Indianapolis; fuimos subcampeones en el 2003 en Suecia; los yankees nos echaron de las olimpiadas del 2004 y en el 2005 nos quedamos fuera de las medallas en un europeo, por primera vez desde el 97.

Don Pepu Hernández nos hizo campeones del mundo el año pasado, lo consiguió con los mejores mimbres y dándole al equipo ese punto de familiaridad que lo ha convertido en invencible en los últimos 26 partidos.

Esta vez jugamos en casa y somos los favoritos, no se había visto un dominio semejante desde los tiempos del Dream Team original. No debemos ser víctimas del triunfalismo, somos los mejores pero como buenos españoles estamos más que acostumbrados a darnos de bruces contra el suelo en eventos deportivos de alto nivel.

Las lágrimas de Garbajosa anunciando su presencia en el europeo y la ausencia de Trías, son más que sintomáticas. Los jugadores de la selección están deseando que llegue el verano para jugar con España, me cuesta imaginar algo parecido en otros deportes, en los que parece que más que roja nuestra camiseta es marrón.

La selección de basket es un motivo de orgullo y algo de lo que podemos presumir fuera de nuestras fronteras. Este año 5 de estos muchachos jugarán en la mejor liga del mundo y se esperan 7 u 8 para la siguiente temporada.

Las clave del éxito de este equipo no es otra que la inteligencia de su entrenador y sus jugadores, capaces de rotar y hacer que no se noten las bajas en la cancha o fuera de ella.

Pase lo que pase en este Eurobasket, nos vamos a divertir viéndoles jugar, casi tanto como ellos lo hacen en la cancha. Toca disfrutar las dos próximas semanas con el mejor equipo deportivo que nos ha representado jamás en una competición internacional.