domingo, junio 25, 2006

Tiki-Taka

Estamos ya en octavos de un Mundial a la alemana: casi todo esta siendo predecible y ajustado a los pronósticos de los “expertos” tipo Martin Jol, entrenador del Tottenham que predijo que España sería segunda de grupo por detrás de Ucrania, habría que verle la cara el día que los nuestros le calzaron 4 a Sheva y compañía.

Con la selección española sigo teniendo la sensación de haber llegado tarde a la fiesta y ahora todo el mundo está borracho menos yo. Parece que me perdí el mejor partido de la selección desde que le metimos 9 a los austriacos en tiempos de Camacho o tal vez desde que el Buitre le clavó 4 a los daneses en el mundial de México.

En la primera parte del partido contra Túnez me quedé sobado, fue un auténtico tostón y a las primeras de cambio me empecé a acordar de tantas y tantas decepciones con la roja, está muy claro que no soy un incondicional de la selección ni nunca lo seré. El partido de Arabia fue otro coñazo, aunque esta vez aguanté sin dormirme, porque me había echado la siesta antes.

El fenómeno del Mundial está siendo sin duda Montes, que ha sido descubierto por el gran público. Hay división de opiniones, a algunos les encanta y otros le odian, no deja a nadie indiferente. Su tándem con Salinas es de lo más surrealista, las excentricidades de Montes se están contagiando al vasco que en cada retransmisión se reivindica como garrulo oficial del fútbol español.

Tiki-taka, “Tiburón” Puyol, “Tócala otra vez Sam” y otras por el estilo ya forman parte de las muletillas de turno y se han unido a la mítica Jugón para entretenernos en los partidos más aburridos, que no son pocos.

Alemania va como una bala hacia el título, la “Revolución Alemana” –Segurola dixit- se aleja de sus orígenes jugando en casa. El Kaiser lo observa todo desde el palco mientras Klinsman, ese espigado delantero teutón que tendría que haber jugado en el Madrid, reinventa el fútbol más lineal del Planeta.

Maradona pega brincos desde la grada con la camiseta de “Le coq sportif” como si no hubiera pasado el tiempo y sus Muchachos - mal que le pese a Dani – ya han pasado la frontera de octavos, con más pena que gloria y sin acabar de encontrar un sucesor para el Diego: gran futbolista pero mediocre comentarista de los partidos españoles en Cuatro.

Los ingleses también están ya en cuartos, con un fútbol ramplón y cicatero, en el que tan solo Rooney da la nota discordante con sus jugadas imposibles y su pinta de Hooligan henchido de cerveza. Espero que Sven permanezca alejado unos cuantos miles de kilómetros del Bernabeu, porque ese tipo es una auténtica lacra.

En un rato Portugal-Holanda, el duelo de los extremos, el fútbol de verdad, sin cuadrados mágicos ni memeces por el estilo. Me gustaría que pasara Holanda, pero si al final gana Portugal también me alegraré y espero que cualquiera de los dos le dé un buen repaso a la Pérfida Albión en cuartos.

Es de traca que uno de los semifinalistas de este Mundial vaya a ser Italia, Australia, Suiza o Ucrania: caprichos del sorteo. Tengo cierta simpatía por los Aussies, el resto se merecerían haberse quedado en la primera fase y que selecciones como Costa de Marfil o República Checa estuvieran batiéndose el cobre en cuartos por méritos futbolísticos y para preservar la salud mental de los aficionados a este deporte.

Después de la primera fase Brasil sigue siendo la favorita para ganar el torneo, pero su fútbol no enamora. Tienen recursos como para que dos selecciones distintas estuvieran disputando este mundial con garantías. El partido contra Japón dejo bastante claro que a la vieja guardia de los Cafú, Roberto Carlos, Emerson & CO se le ha pasado el arroz. Brasil con Juninho, Robinho y Cicinho da mucho miedo y tarde o temprano Parreira los acabará poniendo, por la cuenta que le trae.

Hay que ganar a los gabachos. No quiero recurrir a los tópicos sobre camiones volcados, invasiones napoleónicas y su perpetuo complejo de superioridad sobre nosotros. Hay que ganarles porque somos mejores, porque somos el futuro y ellos el pasado. Porque hoy en día, deportivamente hablando, somos muy superiores. De una vez por todas, la selección tiene que hacer lo mismo que Gasol, Alonso o Nadal: demostrar que merece estar en lo más alto.

miércoles, junio 21, 2006

Serpaco


Pacino es uno de los actores más carismáticos del planeta, a sus 66 años la mayoría de sus películas están disponibles en DVD, entre las descatalogadas en España destaca "Serpico", que pide a gritos que alguien se digne a editarla en nuestro país.

"Serpico" esta basada en la historia real de un joven agente que poco después de graduarse en la academia se adentra en el ambiente policial neoyorquino de los 70. Los chanchullos y la corrupción están a la orden del día, pero Frank Serpico se niega a pasar por el aro.

"Mis amigos me llaman Paco" le dice Pacino a una de sus novietas en esta película, una de las imprescindibles del actor que se dio a conocer con "El Padrino", para luego consagrarse en esta, llegando incluso a ser nominado para el Oscar.

La impecable dirección de Sidney Lumet hace que los que apenas vivimos unos meses en los 70 sintamos que aquellos tiempos fueron irrepetibles y reivindica que el cine de aquellos años supera con creces a todo lo hecho hasta la fecha, siendo difícil que algún día se pueda igualar.

Serpico no acepta sobornos. Él es el último reducto de la honestidad policial y aunque sus compañeros le marginen, él seguirá sin tragar, porque si lo hace no podrá mirarse en el espejo por las mañanas, ni bailar al ritmo de uno de sus discos favoritos. Eligió el camino difícil y no tiene intención de cambiar de dirección aunque le vaya la vida en ello.

¿Qué es una película dogmática? Una de esas que cuando acabas de verla no solo te da la impresión de que eres mejor persona, sino que además parece que has aprendido algo útil para el día a día. "Serpico" es el ejemplo perfecto de película dogmática. Hay que revisitarla varias veces al año, porque no es fácil de ver, pero merece la pena adentrarse una vez más en las malas calles neoyorkinas de la mano del maestro Pacino, reencarnado en un personaje insobornable.

lunes, junio 12, 2006

A propósito del Mundial


Este es mi cuarto mundial (de los del 82 y el 86 no me acuerdo) y el primero que veo empezar fuera de España. Ahora mismo estoy en Cambridge, a unas 50 millas de Londres. Desde que aterricé en esta isla me di cuenta de que esta gente se toma el mundial muy en serio. Para empezar la mayoría de coches y casas están adornados con la bandera inglesa: la blanca con la cruz roja de San Jorge; no confundir con la Union Jack, que es roja, blanca y azul y representa a todo el Reino Unido.

Me cuesta imaginar semejante despliegue patriotero en España, no solo porque nuestra bandera más que un símbolo patriótico sea un elemento nacionalista español o antinacionalista (de los demás nacionalismos); sino porque los españoles estamos más que escaldados de ver a nuestra selección estrellarse en las grandes citas.

Los ingleses primero inventaron el fútbol y luego el merchandising en el fútbol. El sábado en Londres, coincidiendo con el primer partido de Inglaterra en el Mundial, las camisetas de su selección tenían un 70% de descuento. Ni que decir tiene que se vendían como rosquillas. Tampoco me imagino las tiendas de deportes de Madrid rebajando la casaca nacional, más que nada porque ni con esas la gente se la compraría.

Además de las lisas, se vendían también camisetas con el nombre de los principales jugadores del equipo inglés: Owen, Rooney, Beckham, Lampard, Gerrard y Cole. Toda Inglaterra sabe que salvo lesión, esos seis son el centro del campo y la delantera de su selección. ¿Alguien se atreve a pronosticar a quién alineará Aragonés en el España-Ucrania del miércoles? Seguro que a estas alturas ni el Sabio de Hortaleza lo sabe.

Unos días antes de empezar el mundial una televisión inglesa emitió un pseudo-documental titulado “Sven: el entrenador, el dinero y las amantes”. En él se diseccionaba la trayectoria de Eriksson al frente de la selección inglesa, en cinco minutos, los 50 restantes se dedicaron a relatar lo mucho que le gustan al sueco el dinero y las mujeres, por ese orden. En todo momento aparecía un doble de Sven en todo tipo de situaciones ridículas, incluyendo una gran variedad de escarceos sexuales. La conclusión es clara: si Clemente o Iñaki Sáez hubieran entrenado a Inglaterra en lugar de a España, hubieran acabado suicidándose.

En una de esas enormes librerías de Londres me compré la guía del Mundial de “Match of the Day”, que por lo visto es el programa futbolero más añejo de la televisión británica. La guía no está muy actualizada, por supuesto no aparecen Senna o Pernía. Además de los periodistas del programa opina en ella Martin Jol, entrenador del Tottenham Hostpurs. El bueno de Jol hace de pitoniso y pronostica que España será segunda de grupo, por detrás de Ucrania y caerá en octavos con Francia.

A la selección le ha tocado un grupo facilón como pocos, como no sean capaces de ser primeros en la liguilla, lo mejor sería que hicieran las maletas y volvieran a casa para que al menos dejaran de malgastar el dinero de nuestros impuestos.

Lo bueno es que al menos esta vez nadie nos mete entre los favoritos. Nos hemos colado en el mundial en la repesca, y aunque tenemos unos cuantos buenos jugadores, ni el seleccionador sabe como colocarlos para sacar el máximo rendimiento de ellos.

Lo malo es que al menos con Clemente o Sáez nos consolábamos pensando que el entrenador era un paquete y teníamos a quién echarle la culpa de nuestros fracasos. Pero esta vez me da la impresión que Aragonés es, de los disponibles, el entrenador más capacitado para sacar algo en claro de este equipo.

En previsión de un más que probable descalabro de nuestra selección yo ya he empezado a buscarme otros equipos a los que seguir de cerca. Sin duda me quedo con Argentina y Holanda. Los argentinos tienen un equipazo de arriba a abajo y vienen con ganas de quitarse la espinita del 2002. Los holandeses están dirigidos por Van Basten, posiblemente el jugador más elegante de la historia del fútbol, y ya va siendo hora de que ganen un mundial: se lo merecen por su eterna apuesta por el juego ofensivo con extremos.

Nos espera un mes interesante. Habrá que guardar un último cartucho de esperanza para nuestra selección y apoyarla como siempre lo hemos hecho: sin banderitas ni camisetas, a pecho descubierto y sin complejos. Al fin y al cabo nos podemos consolar pensando que tenemos la mejor liga del mundo y tarde o temprano surgirá una generación que cambie el rumbo de la selección española en los mundiales.

jueves, junio 08, 2006

La hora de los Jugones


Ahora que Montes se ha ido a narrar el Mundial a la Sexta supongo que la palabra "jugones" se utilizará un poco menos en las retransmisiones de la NBA. Lo que esta claro es que con las finales entre Dallas y los Heat lo vamos a pasar en grande.

Nowitzki es el mejor blanco que ha jugado en la NBA desde los tiempos de Larry Bird y lo ha demostrado cargándose en semifinales a Steve Nash, el otro aspirante a gran esperanza blanca. Nash es el mejor base de la liga, pero este año no se merecía el MVP de la liga regular.

Los Mavs y los Heat tienen algo en común, llevan años intentando colarse en las finales a golpe de talonario y hasta la fecha siempre se habían dado de bruces con la cruda realidad: para ser campeones, además de dinero, hace falta tener suerte, sin olvidar ese punto de fiereza y hambre de títulos que marca la diferencia.

Ver otra vez a Mr.Gomina entrenando en una final de la NBA es un lujo. Ryley ahora parece el padre del que ganaba anillos a pares con los Lakers, no ha envejecido nada bien y se ve que esta media temporada al frente de los Heat no ha sido nada fácil para él. Esta más que claro que está ahí para quitarse la espinita de ganar un anillo con un equipo que no sea los Lakers, si lo consigue volverá a su sillón de presidente o se jubilara y no le volveremos a ver el pelo engominado.

Mark Cuban es el Abramovich del baloncesto, uno de esos millonarios de las puntocom que ha invertido millones de dolares a fondo perdido en un equipo perdedor y que año tras año ha visto como su esfuerzo no valía para nada. Shawn Bradley, Nash, Finley, Laettner, Juwan Howard, Antoine Walker, Van Exel y hasta Dennis Rodman pasaron por el equipo tejano sin dejar poso. La imagen de Cuban gesticulando en la banda forma ya parte del imaginario colectivo de los aficionados de la NBA.

Algo parecido pasa con los Heat, desde que Riley entro en la franquicia jugones como Tim Hardaway, Majerle, Danilovic, Eddie Jones o Mourning han desfilado por Miami dando glamour al equipo, pero con escasos resultados deportivos. Tan escasos que cansado de no ganar, Riley decidió ejercer de presidente hasta que este año ha preferido saltar otra vez al ruedo.

Shaquille vuelve a las finales dos años después para demostrar que sigue siendo el mejor pivot del baloncesto actual. Como aficionado de los Lakers, espero que se vuelva a salir, porque se lo merece. Un jugador como el no puede salir por la puerta de atrás de ningún equipo y mucho menos de los Lakers.

Jason Williams, el blanco más negro de la liga, puede ganar este año un anillo de campeón, y eso es una buena noticia para el baloncesto. Williams representa como pocos la anarquía y la dejadez pero a la vez la magia y el espectáculo en estado puro.

Además del genial base de los Heat otros colegas suyos como Payton, Walker y Mourning tienen la oportunidad de hacerse con un más que merecido titulo después de largas carreras llenas de luces y sombras.

Dwayne Wade es el jugador de la NBA que más camisetas vende, uno de los tantos herederos de Jordan, que puede ser la pieza clave que decante la balanza a favor de los Heat.

El alemán Nowitzki va camino de convertirse en el mejor jugador europeo de la historia. El teutón de 2.10 las enchufa desde cualquier parte de la cancha y captura más de 10 rebotes por partido. El es el jugador franquicia por antonomasia y a poco que le ayuden Terry, Howard y Stackhouse la igualdad estará garantizada en estas series finales.

El "Pequeño Gran General" Avery Johnson volverá a aplicar su disciplina marcial a los tejanos con el único objetivo de hacerse con el anillo. En tan solo un par de años ha conseguido situar a su equipo en las finales y se postula como uno de los entrenadores mas prometedores del baloncesto actual.

En definitiva, nos esperan unas finales de la NBA de lo más interesantes. Mi corazoncito angelino me pide que sean los Lakers del Este (tambien conocidos como Heat) los que se lleven el titulo; pero a la vez apetece ver a un europeo consagrándose como el mejor jugador del planeta.