lunes, junio 25, 2007

Pintxo de Merluza


En Bilbao se bebe Calimocho en cualquier sitio, allí no es una bebida reservada a los botellones o el O'Nabo, la sirven hasta en los sitios de postín. Es una tierra de contrastes en la que en diez minutos puedes pasar de un paisaje típico galés, con tus laderas verdes y el mar de fondo, a la calle desde la que se ve el escudo del Athletic de fondo (Pozas), pasando por el pueblo en el que nacieron personajes tan nefastos para el fútbol como Clemente y Núñez.

La arquitectura metálica del Guggenheim es sinónimo de conciertos en un marco incomparable, en el que la Ría tiende a confundirse con las sempiternas melodías de Smashing o los Chilly Peppers. Paseando por sus estrechas calles te hablan del Casco Viejo, un sitio que no te recomiendan ir, por si te cruzas con la Cosa Nostra del lugar.

Entre Pintxos de Merluza, te acuerdas de otras playas más septentrionales, en las que se botellonea a destajo, como si mañana fuera hoy. ¡Aupa! te dice un lugareño, y tu te quedas pensando ¿Vamo a hacer un corral? Tus avispados acompañantes te aclaran que allí se saluda así, que a los Minis se les llama Katxis y que es muy recomendable hacer una visita a la Semana Grande, por lo que pueda pasar allí.

Entre montes escarpados y caseríos, te hablan de festivales sin fin y te preguntas como se dirá Perro Flauta en Euskera, la respuesta es Zakur Xirula y, por supuesto, es un término ampliamente utilizado en la zona. La gente esta contenta porque el Athletic se ha salvado, pero saben de sobra que tarde o temprano se hundirá en Segunda, a no ser que empiece a admitir a futbolistas de allende sus fronteras imaginarias.

Bilbo es un pedazo de nuestra historia, en el que puedes pasar de un siglo a otro son sólo cruzar un par de calles, sin preguntarte qué hay más allá, ni porque no has venido antes.

martes, junio 19, 2007

Madurez Friki



Siempre he sido un moderado aficionado a las películas de Kevin Smith, de todas las que he visto me quedo sin duda con "Persiguiendo a Amy". Más allá de la escatología y el orgullo friki del que siempre hace gala, Smith siempre reserva un lugar de honor para la exaltación de la amistad y los buenos actores. ¿Qué más puedo decir de Rosario Dawson que no haya dicho ya? Pues que en "Clerks 2" se transforma en esa novia que todo Muchacho quisiera algún día tener. Los putos puristas dirán que no se debía haber hecho una secuela de aquella película de culto en blanco y negro que encandiló a toda una generación de friki flautas ... Solo por Rosario y la recuperación que Smith hace de "1979" merece la pena la película, no existe un homenaje mejor para nuestra generación.

Shakedown 1979, cool kids never have the time
On a live wire right up off the street
You and I should meet
Junebug skipping like a stone
With the headlights pointed at the dawn
We were sure wed never see an end to it all
And I dont even care to shake these zipper blues
And we dont know
Just where our bones will rest
To dust I guess
Forgotten and absorbed into the earth below
Double cross the vacant and the bored
Theyre not sure just what we have in the store
Morphine city slippin dues down to see
That we dont even care as restless as we are
We feel the pull in the land of a thousand guilts
And poured cement, lamented and assured
To the lights and towns below
Faster than the speed of sound
Faster than we thought wed go, beneath the sound of hope
Justine never knew the rules,
Hung down with the freaks and the ghouls
No apologies ever need be made, I know you better than you fake it
To see that we dont care to shake these zipper blues
And we dont know just where our bones will rest
To dust I guess
Forgotten and absorbed into the earth below
The street heats the urgency of sound
As you can see theres no one around

lunes, junio 18, 2007

Disquisiciones bizantinas


Hace poco más de una década, un Muchacho en los días previos a la selectividad, paró en la Cibeles para festejar un título muy deseado, aquella liga después de una "larga sequía de títulos" de casi dos años. Capello ha vuelto a ganar la liga dos lustros después, con menos brillo que nunca y un equipo basado en la épica, el sudor y el coraje.

Cuando todo el mundo les consideraba abocados, como mucho, a pelear por entrar en la Champions, los jugadores del Madrid se creyeron que podían ser campeones y al final lo han conseguido, sin atractivo alguno y remontando un partido tras otro hasta que le han birlado la liga al heredero natural del Dream Team, ese que supuestamente jugaba muy bien pero solo era capaz de ganar las ligas en el último minuto.

Capello debe irse y cuanto antes, el madridismo ya tiene callo en eso de echar entrenadores después de ganar títulos. Fabio es un triste, una sombra de lo que fue y al mantearle, los jugadores deberían haberse quitado y estamparle contra el suelo, como hicimos con el Sr. Fo (eterno superviviente) en el Vaivén. Debe irse y llevarse con él a Raul, Guti, Salgado, Emerson, Cannavaro, Reyes, Cassano ... El madridismo estaba desesperado por un título y ya lo tiene, ahora lo de "en tiempo de guerra cualquier agujero es trinchera" ya no vale: de aquí en adelante hay que subir el listón.

Calderón debe pirarse, Mijatovic también y como siga así dejo el Bernabeu vacío. El abuelo cebolleta Mir no es la solución, ni ninguno de los que se presentaron la última vez. En algún lugar debe haber un socio madridista con un mínimo sentido común y saber estar, que tenga unos cuantos millones para avalar y llevarse las elecciones de calle. Esta liga del Madrid ha sido como cuando el Oporto gano la Champions y Grecia la Eurocopa: el triunfo del cicaterismo recalcitrante y el todo vale con tal de que el Barça no gane otra liga.

Nos quedamos con la emoción y los goles vía sms, al final eso también es fútbol. Van Nistelroy ha sido el más grande. Cuando más de un imbécil le daba por acabado, ha enchufado 25 goles que han valido una liga. Al final la disciplina Capellista se ha cepillado la displicencia galáctica. Queremos que el Madrid gane la décima y lo haga cuanto antes, que llegue mayo y volvamos a juntarnos como hicimos en la novena. En los años pares nos toca ganar Champion, creo que el 2008 es múltiplo de 2.

miércoles, junio 13, 2007

Presente, legado y ¿futuro?

Cuando en una misma noche puedes escuchar en directo al mejor grupo del momento y al mejor grupo de tu pasado, merece la pena dejarlo todo a un lado y enfundarse la tercera equipación (la de perro-flauta) para disfrutar a lo grande en la Monumental de las Ventas.

El paso de Kasabian por el festival fue efímero y muy voluntarioso, unos teloneros de lujo, a los que les costaría llenar la sala Moby Dick, se dejaron la piel sobre el escenario, calentando al público a ritmo de "C'mmon Madritz". Dejaron algunas perlitas cultivadas para los que hemos oído alguna vez sus discos (mucho mejor el primero que el segundo).

Dejaron para el final sus canciones más conocidas: "Processed Beats", "Empire", "Club Foot", "LSF", "Shoot the Runner" ... En un esfuerzo claro para que la gente abandonara los botellones de los aledaños de la Plaza y se incorporarán, junto con los currantes tardíos, a un festival afincado en mitad de la semana laboral y auspiciado por la resaca del Festimad.

Los Killers empezaron con "Sam's Town" y siguieron con "Enterlude" y "When You Were Young", en lo que parecía una reedición en directo de su último disco (por aquello del orden de las canciones). Los seguidores de la banda de Las Vegas son una amalgama ecléptica en la que tienen cabida desde los más perro-flautas hasta DJs houseros, pasando por todo tipo de personajes a los que no les gusta ningún tipo de música en particular.

Los Killers son muy buenos en directo y lo saben, la comunión con el público fue total y absoluta, demostrando que son el relevo generacional de U2 y que ellos solos serían capaces de llenar el Calderón o cualquier otra gran superficie que se prestara.

Los dos discos de The Killers tienen canciones enormes, que en directo lo son todavía más. En las Ventas nos deleitaron con "Jenny Was A Friend Of Mine", "Mr Brightside", "Smile Like You Mean It", "Somebody Told Me", "For Reasons Unknown", "Read My Mind", "Bones", "Bling (Confessions Of A King)" ... Sólo eché de menos "This River Is Wild", lo cual es todo un éxito en un concierto que duró poco más de una hora.

Todos en el albero estuvimos entregadísimos, hasta los anti-bailongos como yo nos tuvimos que rendir ante su talento y estuvimos dando botes desde el minuto 1 hasta el 90. Nos dejaron con ganas de más, el guaperas Brandon Flowers con su elegante traje sureño lo dio todo sobre el escenario y acabó diciendo que la Monumental era uno de los mejores sitios en los que había tocado jamás.

Con ese panorama y cruzada ya la medianoche, los "Smashing Pumpkins" (Calabazas Estrelladas para los amigos) resucitaron con un cierto retraso, medido en años y minutos. Billy Corgan había cambiado la sotana negra por una blanca y de la formación original ya solo quedaba Jimmy Chamberlin.

Comenzaron con una canción nueva que dejó frios a todos y pronto tuvieron que tocar "Today" para recuperar a un público que, después de la descarga de adrenalina a la que fuimos sometidos por parte de los Killers, empezaba a pedir camazo.

Debajo de la sotana, el bueno de Billy llevaba un mono que recordaba al de John Turturro en "El Gran Lebowski". Los nuevos componentes de la banda parecían replicantes de D'Arcy e Iha, además, pudimos constatar que Jimmy Chamberlin (dudamos - y mucho - de la condición sexual de Corgan) hizo castings de tías buenas para fichar a la teclista y la bajista.

Corgan nos dejó un par de recaditos: sobre su nuevo disco "Zeitgeist" dijo que sabía que todos nos lo ibamos a descargar de Internet, soltó el típico rollo SGAEista sobre los royalties y acabó diciendo que esperaba que, de cualquier manera, disfrutaramos escuchándolo. El segundo mensaje fue una dedicatoria de "Thirty Three" para todos los toros que mueren: se la podía haber ahorrado, decir que iba para todos los toros que mueren a manos de toreros o echarle huevos y decirlo en español para que le entendieran todos. Una muestra mas de esa doble moral tan genuinamente americana.

Pese a la abundancia de canciones nuevas y rarezas de esas que te saltas cuando escuchas sus CDs, Pete y yo coincidimos en que el concierto fue mejor que el del año 2000, sobre todo por aquello de que no nos torturaron con versiones raras de nuestras canciones favoritas. Esta vez no faltaron las clásicas "Tonight Tonight", "Zero", "Bullet With Butterfly Wings", "1979", "Disarm" y alguna más.

Para mí, el mejor momento fue cuando tocaron "Stand Inside Your Love", el más lamentable cuando la teclista novata se equivocó tocando "Mellon Collie And The Infinite Sadness" y el más insolito cuando se atrevieron con "To Sheila", una canción romanticota del "Adore", que los más viejos del lugar recordaban de aquella vez que un Muchacho eternamente afincado en la semana santa cordobesa, la escuchó en el único garito de su pueblo, a la vez que forjaba su leyenda como Matador Latino.

La noche acabó con un simple bis de "Muzzle", una canción que me trae excelentes recuerdos, por aquello de que sirvió de banda sonora para mi debut radiofónico como colaborador en Radio Miraflores. Eran casi los dos de la mañana, nos esperaba un largo paseo hasta casa, disfrutando de una noche tan estrellada como esas calabazas que pusieron música al final de nuestra adolescencia y que un día cedieron el testigo a unos Killers que con su elegancia y desparpajo son capaces de teletransportarte a Las Vegas sin necesidad de sobrevolar el Atlántico.

domingo, junio 03, 2007

David & Commander (Al otro lado del fútbol)


En su día no me intereso ver "Master & Commander", igual que fui bastante escéptico con el fichaje de Beckham por el Madrid: la película y el jugador me parecían demasiada fanfarria para tan poca pandereta. Años después, de una forma inesperada, te das cuenta de que todo puede cambiar y acabas admirando a la película casi tanto como al jugador.

"Al otro lado del mundo" es la historia de un barco ingles que lucha en los mares del Sur contra otro gabacho en los tiempos de Napoleón. Al capitán Aubrey se le mete entre ceja y ceja que tienen que ganar a los franceses, no le importa que su barco sea peor (algo que el jamas admitiria), ni que parezca tener nulas posibilidades de triunfar, sabe de sobra que sus hombres lo darán todo, hasta el ultimo aliento.

Cuando Beckham llegó al Madrid, lo había ganado todo con el United, era el tipo que más camisetas vendía y aterrizó en la capital para seguir sumando títulos, esta vez con un equipo distinto, al que llegaba como la última pieza del engranaje galáctico. Cuatro años después del "Never, never, never" ni David ni el Madrid han ganado nada y ambos parecían estar sumidos en un proceso de autodestrucción irreversibles.

La imagen de Beckham en el palco, apartado del equipo, siguiendo los partidos con nerviosismo era tan triste como inspiradora. Ver al futbolista que más gana del mundo preocupándose por no poder ayudar a sus compañeros era inquietante, tal vez estuviéramos equivocados y Beckham fuera algo más que una cara bonita con una pierna derecha precisa.

La resurrección del Madrid en estos meses es digna de otra época, en la que las batallas se libraban en la épica y no desde la pantalla de un ordenador. La conjura del vestuario del Madrid es un ejemplo de que cuando los hombres se encabronan de verdad el pasado no importa. Es posible hasta que una banda de futbolistas malcriados seann capaces de convertirse en temibles marineros dispuestos a no dejar que los gabachos acaben obligando a cantar la marsellesa en Picaddilly.

Al final, irse a los Galaxy ha sido lo mejor que ha podido hacer Beckham: su mujer podrá disfrutar de Beverly Hills, mientras nosotros hemos podido disfrutar del mejor Beckham: ese que salía al campo a darlo todo como si estuviera jugando los últimos minutos de su carrera deportiva, con la ilusión del niño que un día soñó ser futbolista y el coraje de los marinos que conquistaron y defendieron el imperio de su Pérfida Albión.