miércoles, marzo 22, 2006

Leyendas Celtas


Supongo que gran parte de mi interés por los pueblos celtas se debe a lo distintos que son sus paisajes del sitio en el que me crié. El perenne color verde de sus campos contrasta profundamente con el amarillo y marrón típicos de la meseta castellana. La lluvia forma parte de la cultura celta y cuando en esos países sale el sol, brilla más que en ninguna otra parte del planeta.

Uno de los últimos resquicios del orgullo celta son sus equipos, ejemplos de cómo el deporte absorbe la cultura de un pueblo para forjar su propia leyenda. La influencia de druidas, duendes y meigas sigue presente en un campo en el que toda ayuda sobrenatural es siempre bien recibida.

Los Boston Celtics son el equipo más laureado de la historia de la NBA, sus 16 anillos son inalcanzables para la mayoría de franquicias. Bill Russell y Larry Bird destacan entre las decenas de excelentes jugadores que han vestido alguna vez el verde de un equipo fundado como homenaje de los inmigrantes irlandeses a sus ancestros. La franquicia del trébol de cuatro hojas ha sabido explotar su suerte como pocos, y aunque lleva un par de décadas a la deriva, su mera presencia sobre la cancha es pura historia y leyenda del baloncesto.

El Celtic de Glasgow es el equipo católico de la ciudad más grande de Escocia. En sus vitrinas 37 ligas, 33 copas y sobre todo la Copa de Europa que ganó en el año 67, convirtiéndose en el primer equipo británico en alzarse con el torneo. Su estadio, el Celtic Park, es conocido también como el "Paraíso" y en los últimos años se ha convertido en un cementerio de elefantes, donde disputan sus últimos partidos jugadores míticos como el irlandés Roy Keane. El derby con el Rangers es uno de los más añejos de todo el fútbol europeo y son duelos en los que la rivalidad va mucho más allá del plano deportivo, enfrentando a católicos y protestantes.

El Celta de Vigo no es el equipo más laureado de Galicia, pero representa como pocos el romanticismo en el fútbol. Cualquier aficionado al deporte rey que se precie no puede olvidar el juego del Celta de Víctor Fernández. Aquel equipo capitaneado por Mostovoi y Karpin destacaba por su fútbol ofensivo y el trato exquisito a la pelota. Año tras año el Celta daba el do de pecho en liga, copa y UEFA. Aunque nunca llegó a ganar nada, siempre mereció hacerse con un título. Lotina relevó a Fernández y consiguió llevar al equipo celtiña a la Champions, hundiéndose en segunda al año siguiente. Por suerte esta temporada se encuentra de nuevo entre los grandes, y de la mano de Fernando Vázquez, vuelve a pelear por clasificarse para su competición, esa UEFA que tarde o temprano acabará ganando.

Estos son solo algunos ejemplos de equipos espoleados por las tradiciones célticas. El espíritu indomable de estos pueblos milenarios sigue vivo en estas escuadras. Su singular mezcla de magia y fiereza se refleja siempre en el terreno de juego. Todo ello sin olvidar el factor suerte: en ninguna otra parte del planeta crecen tantos tréboles de cuatro hojas como en los pastos celtas.

2 comentarios:

zerep79 dijo...

Buen artículo crack, pero antes que el Celta de Vigo digo yo que la UEFA la ganará el Sevilla, ¿no?. Un abrazo y sigue en la brecha

crooner79 dijo...

Esta claro que este año la UEFA será para el Sevilla. De momento metedle 5 al Zenith.