jueves, agosto 14, 2008

Oscuridad y Caos


El día que cumplí 10 años me llevaron a ver el Batman original (me da igual que se hiciera alguno antes), el de Tim Burton y Jack Nicholson. Aquella fue la película que más ilusión me hizo ver jamás. El barroquismo de Tim Burton me sedujo y me obligó a ver todas las demás que vinieran en pantalla grande, aunque en cada película fueran perdiendo un poco más su esencia.

Christopher Nolan refundó la saga hace unos años y con "El Caballero Oscuro" nos ha regalado la mejor película de superheroes de la historia. El Guardian de la Noche adopta la jeta de Christian Bale por el día, recordándonos que si se lo propone se puede reencarnar en cualquier psicópata trajeado, amenazando la supervivencia de cualquier pantalla de cine.

"El Caballero Oscuro" se toma en serio a sí misma, dejando a un lado los colorines y sumergiéndose en la oscuridad del título, la de las enormes ratas que pueblan las aceras de Manhattan y que sirven de cobijo a Heath Ledger, el último maldito que se dejó la vida en un frasco de pastillas para poder dormir y dejar de una lado la espesura de la noche cuando ya no queda esperanza.

Morgan Freeman vuelve a dar una lección de como interpretarse a sí mismo en cada película y Gary Oldman de como la dualidad de su rostro le puede convertir en héroe o villano, según el minuto de la película y lo que estrujemos nuestra ética, si es que aún nos queda un poco de ella. Michael Caine cabalga envuelto en su paternal manto de mayordomo bonachón, que cree siempre saber que es lo mejor para su protegido, aunque lo único que consiga sea hundirle en la miseria.

Katie Holmes se fue con Tom Cruise y la sustituyó Maggie Gyllenhaal, famosa por los azotes en el culo que le daba su jefe en "Secretary" y que no consigue que olvidemos a la novia de Pacey, por mucho que se haya convertido a la cienciología de Tachín y su matrimonio sea poco más que una mentira.

"El Caballero Oscuro" se atreve a desafiar al mejor cine negro con armas que profundizan en el frikismo de postal y la ciencia ficción tecnológica. Si conseguimos conectar todos los móviles del planeta, obtendremos un todopoderoso sonar casero, que nos permitirá otear el futuro y averiguar si esta película hará historia en los Oscars, luchando por algo más que las estatuillas técnicas. Hasta entonces, no perdáis el tiempo, id a verla, que seguro que no tenéis nada mejor que hacer.

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