Después de un mes de competición se impone hablar un poco de la mejor liga de baloncesto del mundo, sobre todo este año que tenemos a cuatro compatriotas batiéndose el cobre con los mejores del planeta.
Los sueños de Ramón Calderón hablan de una franquicia madrileña en la NBA en unos cuantos años, mientras esta quimera siga siendo sólo eso, nos tendremos que conformar con seguir a los nuestros desde la distancia.
Gasol sigue esperando poder volver a jugar cuando se recupere del todo de la lesión del mundial y, una vez más, nos ha vuelto a demostrar que es un tipo muy listo: su equipo no le valora como merece y por ello no le importó quemarse con la selección, con la que tenía muchas más posibilidades de éxito que con Memphis.
Los de Tennessee cambian de dueño y Gasol no es prioritario para ellos: Celtics, Bulls, Blazers y alguno más esperan impacientes que el de Sant Boi esté en el mercado para pujar por el mejor jugador europeo del momento. Un tipo con el físico, la inteligencia y la ambición necesarias para ser una megaestrella de la NBA y capaz de ganar unos cuantos anillos, si sus compañeros están a la altura.
Desde su puesto de base suplente, Calderón va creciendo como jugador a grandes zancadas. El extremeño ha asumido su rol secundario y ha aprendido a darles a los suyos lo que se espera de un base en la NBA: puntos y asistencias.
La visión de juego de Calderón y su carisma le convierten siempre en un líder nato en la cancha, aunque solo juegue unos pocos minutos. Este es solo el segundo año de la que será una larga y exitosa carrera en tierras yankees.
Garbajosa es el tercer favorito para ser rookie del año, eso resume en pocas palabras la primera temporada del Torrejonero en la NBA. Titular muchas veces y sexto hombre las demás, los que decían que no se adaptaría o que no es la clase de jugador que triunfa en esa liga, se pueden dedicar a otra cosa.
El ex de Unicaza es un seguro de vida que no se achanta ante nada ni nadie, sigue machacando a base de triples, aunque ahora la línea este más lejos, y con el tiempo se acostumbrará a batirse el cobre bajo los tableros con los mejores.
El Chacho Rodríguez es para ellos “Spanish Chocolate”, una versión rejuvenecida y chicharrera de Jason Williams: el genio al que tantos discutieron y que la temporada pasada ganó su primer anillo de campeón.
Tras unos comienzos titubeantes y que amenazaban con acabar jugando en ligas menores, el tinerfeño se ha hecho con un puesto en los Blazers, demostrando que es un base eléctrico, capaz de revolucionar los partidos con su velocidad y asistencias imposibles.
Día a día, Sergio demuestra que es mucho más fiable, pierde menos balones, sabe jugar con seriedad cuando el partido lo requiere y hace mejores a sus compañeros. Malas noticias para los escépticos: El Chacho ha venido a la NBA para quedarse muchos años.
Pasará algún tiempo antes que un español sea campeón de la NBA, por las franquicias en las que han caído, lo que esta claro es que los nuestros están dejando el pabellón bien alto, no cabía esperar menos de los campeones del mundo.
domingo, diciembre 10, 2006
La NBA más española
Publicado por crooner79 en 12:22 p. m.
Etiquetas: baloncesto, NBA, ÑBA
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