lunes, enero 23, 2006

81



81 puntos: 28 de 46 en tiros de campo, incluidos 7 de 13 triples, 18 de 20 desde la línea de personal, 6 rebotes, 2 asistencias, 3 robos y 1 tapón en 42 minutos en cancha. Desde el cielo de los jugones el bueno de Wilt Chamberlain tiene que estar sonriendo pero a la vez un poco nervioso porque su galáctica marca de 100 puntos en un partido esta cada día más cerca de caer.

Cuando hace unas semanas Kobe metió 62 puntos escribí un post bastante crítico en el que le acusaba de ser demasiado egoísta. Tal vez se me fue la mano, puede que los compañeros de Kobe no dan más de sí. Lamar Odom decepciona una noche sí y otra también, Kwarme Brown se está consolidando como uno de los peores números uno del draft de los últimos años y el resto no serían titulares en cualquier otro equipo de la NBA: De dónde no hay no se puede sacar.

Ahora mismo los Lakers son séptimos en la Conferencia Oeste y tienen a tiro de piedra la quinta plaza. Cada vez que un jugón está descontento y piensa en cambiar de aires se habla de los Lakers: Stojakovic, Artest, Garnett … Con Kobe y cualquiera de ellos Jack Nicholson y compañía podrían empezar a soñar de nuevo con un anillo. Los Lakers han demostrado varias veces durante su historia que son el ave Fénix de la NBA: capaces de crear una dinastía tras otra con lapsos de poco más de diez años, algo que ninguna otra franquicia ha conseguido.

Mientras tanto Kobe Bryant sigue lavando su deteriorada imagen. Se habla de que estará en el Mundial de Japón y en las Olimpiadas de Pekín, hace una semana hizo las paces con Shaq delante de todo el Staples Center y ya casi nadie se acuerda de su juicio por violación hace un par de años. El viejo maestro Zen observa todo esto con Mente de Principiante desde el banquillo. La NBA pasa por buenos momentos, hay mucho que contar y unas cuantas estrellas que van haciendo que la gente poco a poco se olvide de Jordan.