martes, enero 31, 2006

Cabezabote



Sam Mendes es uno de los directores más prestigiosos del cine actual, su opera prima se llevo cinco oscars y la segunda es una de esas joyas de las que nadie se acuerda a la hora de repartir premios pero que deja la sensación de estar muy por encima de la media. Su tercera película se estreno hace unas semanas y su título es "Jarhead".

Cuando empiezas a ver "Jarhead" te esperas que sea tan buena como "American Beauty" o "Camino a la Perdición" y eso es elevar demasiado el listón. El protagonista absoluto de la cinta es Jake Gyllenhaal que interpreta a un muchacho de 20 años que se alista en los marines poco antes de que Sadam invadiera Kuwait y que se ve inmerso en una guerra contra un enemigo invisible en pleno desierto.

La escena que mejor resume el espíritu de la película ocurre cuando en plena batalla comienza a sonar por megafonía una canción de los Doors y el protagonista dice algo así como: "Ni siquiera tenemos nuestra propia música, esto que suena es una canción del Vietnam". La generación que estuvo en la primera guerra del Golfo nació en plena resaca de la gran derrota del ejército americano y creció viendo todas las películas que se hicieron sobre aquella guerra, que no son pocas.

"Apocalypse Now" es el gran referente de la cinta de Mendes, los homenajes se suceden durante el metraje, pero sobre todo la historia refleja el contraste entre las dos guerras. Después de caer en Vietnam los americanos aprendieron que la clave para no repetir sus errores era hacer una guerra por control remoto, sustituyendo los ataques humanos por misiles y ofensivas aéreas, para ganar sin bajarse del autobús. Pero no contaron con el precio psicológico que ese tipo de tácticas tendrían sobre sus tropas.

"Jarhead" muestra la frustración de los marines cuando no les dejan matar al enemigo y como se tienen que buscar las habichuelas para pasar el rato y no volverse majaras pensando que a sus novias se las está tirando otro en su propia casa. La película está basada en un best seller de un tipo que realmente estuvo en la guerra y a veces cuesta adentrarse en la historia, supongo que los que hayan nacido en el país de las barras y estrellas la entenderán mejor.

La última de Sam Mendes es una de esas películas que sin ser mala tampoco deja poso en el espectador. No aporta novedades al género bélico y el director no se moja nada a la hora de juzgar aquella guerra y mucho menos la que tuvo lugar diez años después. Un pena, seguiremos esperando con impaciencia su siguiente película.

viernes, enero 27, 2006

Escuchando como crece la música


Un buen amigo me recomendó el programa Bulevar justo antes de que los Smashing Pumpkins publicaran "Adore". Lo que me encontré la primera vez que lo oí fue una fórmula sencilla: rock y pop más o menos alternativos acompañados de breves introducciones por parte de un maestro de ceremonias. Una hora de música sin más: radio en estado puro. Ocho años después la fórmula sigue intacta y se ha convertido en uno de los programas abanderados de Radio 3.

Chema Rey es el jefe, él elige las canciones y se recrea con brillantes presentaciones en las que demuestra sus dotes de prestidigitador verbal. El tipo es una auténtica enciclopedia musical andante y se puede aprender mucho con solo escucharle un rato, y no solo de música, también de cine, libros y de la vida en general. Se le podría definir como un Peter Pan cultureta con una inagotable capacidad de sorprender a sus oyentes.

El secreto de Bulevar es la repetición. Gran parte del programa está dedicado a avances de nuevos discos obra de viejos conocidos o nuevos valores. Hay canciones que al oírlas la primera vez no dejan poso o incluso desagradan, sin embargo, algunas de ellas acaban enamorándote cuando las oyes casi a diario durante semanas. Muchas canciones se repiten día tras día en Bulevar, pero al ser novedades o poco conocidas no suelen cansar. El programa genera una sensación de familiaridad que si durara más de una hora podría llegar a cansar, pero que en 60 minutos encuentra su justa medida.

Entre los grupos fetiche del programa siempre han estado Smashing Pumpkins y las sucesivas reencarnaciones musicales de Billy Corgan, Radiohead, P.J. Harvey, Placebo, Ocean Colour Scene, Ryan Adams o Strokes entre otros muchos. También es destacable su labor de promoción del pop/rock patrio: Sidonie, Deluxe, Sexy Sadie, Dover y demás siempre han tenido su hueco y hasta en ocasiones han ofrecido en exclusiva mini-conciertos en acústico para el programa.

De vez en cuando Chema Rey se encariña con alguna canción poco conocida y la pone a diario durante meses, muchas veces incluso como la primera del programa. Algunas de esas "elegidas" han sido "Child Is My Name" de Kemopetrol, "You Get What You Give" de los New Radicals o "Save Me" de Aimee Mann dentro de la banda sonora de "Magnolia".

A parte de las canciones de vez en cuando Chema Rey nos obsequia al final del programa con algún concurso en el que si contestas unas cuantas preguntas de menor a mayor dificultad consigues entradas para conciertos o regalos varios. En esas ocasiones Chema Rey se pone borde con los oyentes, en parte para que los pedigüeños no cojan confianza y también para fomentar una imagen que no se ajusta a la realidad, o eso dicen los que le conocen.

Hace unos años Bulevar incorporó una sección llamada "La Sonrisa Bestia" en la que un par de estudiantes de periodismo de la Francisco de Vitoria hacían una genial parodia de "Hablar por Hablar". Una pena que su espacio no se mantuviera mucho tiempo en antena porque aunque no tuviera mucho que ver con el resto del programa su descarnada visión de la realidad daba un aliciente extra para escuchar Bulevar.

Los viernes el programa se transforma en Sunset Bulevar y Chema Rey se dedica a repasar los albores del pop y del rock desde sus orígenes en tierras californianas allá por los años 60. A mí esta música no me hace mucha gracia, pero supongo que tendrá su público porque lleva dos o tres años en antena.

En resumen, Bulevar es un lujo que podemos escuchar de lunes a jueves a mediodía y me alegro mucho de que mis impuestos lo financien parcialmente. Sería estupendo que el resto de la radiotelevisión pública fuera así de buena, sobre todo la Primera que cada día tiene más programas que dan vergüenza ajena, eso por no hablar de la programación de Telemadrid.

miércoles, enero 25, 2006

Metáforas deportivas


Más vale tarde que nunca, varios meses después de su estreno al fin he visto "Match Point". El protagonista es un jugador de tenis venido a menos y Woody Allen empieza la función recordándonos que en la vida estamos a expensas de la suerte, de que cuando la pelota toque la red caiga en nuestro campo o en el contrario.

Allen es un genio con pinta de tristón, pero además tiene una autodisciplina envidiable, lleva cuatro décadas haciendo cine y cada año nos ofrece una película nueva. Siguiendo los paralelismos con el mundo deportivo sólo se le podría comparar con Maldini en el fútbol, Kareem en el baloncesto o Agassi en el ténis. El gran Woody es un artista de largo recorrido que nunca se cansa de demostrarnos su talento tras la cámara.

En "Match Point" Allen estrena musa, se trata de Scarlett Johansson, que en esta película se consolida como mito erótico del cine actual. Además de su extremada sensualidad Scarlett es una chica lista, sabe que trabajando con Woody Allen su prestigio se va a disparar y la gente le va a tomar mucho más en serio como actriz. En esta película su actuación es más que correcta, rebosa sexualidad por todos sus poros, y sin necesidad de desnudarse es capaz de dejar una huella imborrable en la retina del espectador.

El protagonista de la cinta es Jonathan Rhys-Meyers, que lo hace bien sin más. Es el nombre más conocido del resto del plantel. En su primera aventura londinense Woody Allen cambia los repartos corales plagados de estrellas típicos de sus películas neoyorkinas por unos cuantos actores ingleses desconocidos para el gran público y que reflejan con veracidad la Alta Sociedad británica. Parece ser que a los ingleses no les ha hecho mucha gracia la película por la imagen de elitismo y pijerio que destila al exterior. Cualquiera que haya paseado por Londres se da cuenta de que no debe estar muy alejado de la realidad.

"Match Point" es la historia de un braguetazo a ritmo de ópera, de cómo tu vida da un vuelco en un momento dado y los acontecimientos pueden superarte si te dejas llevar por tus pasiones. Woody Allen deja de lado sus habituales comedias plagadas de humor inteligente y nos muestra su cara más seria en una de sus mejores obras en los últimos años. Esta es una película que hay que ver por su propia calidad y por su director, ya que hasta el peor Woody Allen es mejor que la mayoría del cine actual.

lunes, enero 23, 2006

81



81 puntos: 28 de 46 en tiros de campo, incluidos 7 de 13 triples, 18 de 20 desde la línea de personal, 6 rebotes, 2 asistencias, 3 robos y 1 tapón en 42 minutos en cancha. Desde el cielo de los jugones el bueno de Wilt Chamberlain tiene que estar sonriendo pero a la vez un poco nervioso porque su galáctica marca de 100 puntos en un partido esta cada día más cerca de caer.

Cuando hace unas semanas Kobe metió 62 puntos escribí un post bastante crítico en el que le acusaba de ser demasiado egoísta. Tal vez se me fue la mano, puede que los compañeros de Kobe no dan más de sí. Lamar Odom decepciona una noche sí y otra también, Kwarme Brown se está consolidando como uno de los peores números uno del draft de los últimos años y el resto no serían titulares en cualquier otro equipo de la NBA: De dónde no hay no se puede sacar.

Ahora mismo los Lakers son séptimos en la Conferencia Oeste y tienen a tiro de piedra la quinta plaza. Cada vez que un jugón está descontento y piensa en cambiar de aires se habla de los Lakers: Stojakovic, Artest, Garnett … Con Kobe y cualquiera de ellos Jack Nicholson y compañía podrían empezar a soñar de nuevo con un anillo. Los Lakers han demostrado varias veces durante su historia que son el ave Fénix de la NBA: capaces de crear una dinastía tras otra con lapsos de poco más de diez años, algo que ninguna otra franquicia ha conseguido.

Mientras tanto Kobe Bryant sigue lavando su deteriorada imagen. Se habla de que estará en el Mundial de Japón y en las Olimpiadas de Pekín, hace una semana hizo las paces con Shaq delante de todo el Staples Center y ya casi nadie se acuerda de su juicio por violación hace un par de años. El viejo maestro Zen observa todo esto con Mente de Principiante desde el banquillo. La NBA pasa por buenos momentos, hay mucho que contar y unas cuantas estrellas que van haciendo que la gente poco a poco se olvide de Jordan.

jueves, enero 19, 2006

Rollo Naval


Arturo Pérez Reverte es uno de nuestros escritores más famosos, de su extensa obra sólo había leído "El Club Dumas" y "La Tabla de Flandes", los dos libros me gustaron bastante, así que las expectativas eran altas cuando empecé "Cabo Trafalgar".

El pasado mes de octubre se cumplió el segundo centenario de la derrota Hispano-Francesa en Trafalgar, al parecer los ingleses les dieron una soberana paliza. Aprovechando la efeméride, Pérez-Reverte publicó un libro sobre el tema. En el epílogo deja entrever que lo escribió después de años de investigación, pero al leerlo da la impresión de que podría habérselo inventado todo.

Una de las cosas que más chirrían es la actualización del lenguaje: Pérez-Reverte utiliza palabras cotidianas, algunas barriobajeras, que no pegan en absoluto en una novela histórica, supongo que esto será una modernez que hará gracia a algunos, a mí no. En especial hay una alusión a Rocío Jurado que me dio ganas de cerrar el libro y no volverlo a abrir.

Tampoco soporto las continuas menciones a las partes de los barcos: gavia, cofia, etc. No me interesan lo más mínimo. El libro incluye apéndices con dibujos detallados de los veleros, lo cual está muy bien para los que les vaya el rollo naval, pero no creo que el desarrollo de una historia deba depender tanto de unas máquinas tan anacrónicas.

Hay demasiados personajes, tantos que no consigo recordar uno solo de sus nombres, las historias de cada uno se van sucediendo de forma aleatoria y no consiguieron mantener mi interés mucho tiempo. Si el autor se hubiera centrado en cuatro o cinco, como mucho, todo hubiera sido más entretenido y puede hasta que consiguiera un mínimo grado de identificación con ellos.

Pero no todo podía ser malo, hay momentos cuando explica la vasallesca relación de España con la Francia napoleónica que están muy bien, porque aunque no estén repletos de rigor histórico se entienden de maravilla y dan una gran sensación de veracidad. También refleja muy bien el espíritu tozudo y bravucón típico de nuestra tierra. Es inevitable sonreír cuando ves tan bien reflejada la idiosincrasia de tu gente en un libro que habla de algo que pasó hace doscientos años.

En resumidas cuentas, que "Cabo Trafalgar" es un auténtico coñazo que puede que guste a los que adoran los barcos y las historias de batallas navales. El resto del personal es mejor que se abstenga, seguro que encuentran algo mejor que hacer que leer este libro.

martes, enero 17, 2006

Fuerzas de la naturaleza


El Rugby nunca ha sido un deporte popular en España más allá de los círculos universitarios. Sin embargo es frecuente encontrarse con gente que viste zamarras de las selecciones de Inglaterra, Francia, Escocia o Nueva Zelanda. Sin entender las reglas de este deporte siempre nos ha atraído la imagen que proyecta al exterior.

Yo empecé a interesarme por el Rugby en el 95, en aquel año se disputó el Mundial de Sudáfrica en el que venció la selección anfitriona y hubo una figura que destacó sobre todas las demás: un gigante de 20 años, 1.96 de estatura y 120 kilos de peso, capaz de correr los 100 metros en 11 segundos y que respondía al nombre de Jonah Lomu. Sus galopadas por la izquierda quitándose de encima a los rivales hasta llegar a la línea de ensayo dieron la vuelta al globo. Había nacido el primer "mediático" del Rugby.

Jonah Lomu jugaba en los "All Blacks", la selección de Nueva Zelanda que es considerada por muchos uno de los equipos más legendarios del deporte mundial. La imagen de los All Blacks bailando la "Haka" antes de empezar sus partidos forma ya parte del imaginario colectivo. Los gritos feroces y las miradas sanguinarias a los rivales son la mejor representación de un deporte de bestias llamadas a comportarse como caballeros dentro del terreno de juego.

En aquel Mundial de Sudáfrica Lomu consiguió la friolera de 7 ensayos en 5 partidos, lo que le catapultó a la cúspide del Rugby mundial, los más puristas no le consideraban ni de lejos el mejor del mundo, pero era innegable que el público le adoraba por el espectáculo que daba en el campo. Después de aquel mundial Lomu se convirtió en el abanderado de una selección talentosa que se quedó a las puertas del título.

A finales del 96 a Lomu se le diagnostico un síndrome nefrótico, una rara enfermedad que afecta gravemente al funcionamiento del riñón y que ponía en duda su continuidad en el Rugby de alto nivel. A pesar de los riesgos que entrañaba Lomu decidió seguir jugando. Hasta llegar al Mundial de Gales en el 99 siguió con su estela de popularidad aunque con actuaciones más discretas tanto con los All Blacks como a nivel de clubes en la liga neozelandesa.

En su segundo mundial se vio de nuevo al mejor Lomu, esta vez ensayó 8 veces en 6 partidos y fue de lo poco que se salvó de unos All Blacks que fueron humillados por Francia en las semifinales del torneo. La popularidad de Lomu aumentó todavía más y se consolidó como uno de los deportistas más famosos del planeta.

A finales del 2002 saltó la noticia: la enfermedad de Lomu se había agravado y debía someterse a tres sesiones semanales de diálisis: tendría que dejar el Rugby. En 8 años al más alto nivel sus números hablaban por si mismos: 122 ensayos en 185 partidos disputados. Su única posibilidad de volver a jugar era un transplante de riñón. Después de una relativamente larga espera, en julio de 2004 se confirmó que Lomu había sido sometido con éxito al transplante.

Tras múltiples especulaciones sobre su regreso, el 10 de diciembre del pasado año Lomu debutó con los Cardiff Blues en Italia y apenas dos semanas después consiguió su primer ensayo. Su objetivo estaba claro: alcanzar el suficiente nivel competitivo para poder jugar con los "All Blacks" en el mundial del 2007. Tras Sean Elliot y Alonzo Mourning, Lomu se convertía en el tercer deportista de elite en volver a la competición tras ser sometido a un transplante de riñón, aunque en este caso el riesgo es más grande por la violencia inherente a su deporte.

La vuelta de Lomu es una gran noticia para el Rugby que recupera a uno de sus jugadores más carismáticos, pero sobre todo es un gran ejemplo de coraje ante las adversidades. Tal vez Lomu no vuelva ya a ser tan grande como fue, pero seguro que seguirá dando espectáculo y acrecentando aún más su leyenda y la de los míticos All Blacks.

domingo, enero 15, 2006

Maybe tomorrow I'll find my way home


En la próxima edición de los Oscars uno de los premios honoríficos será para Robert Altman, maestro de las películas de reparto coral y metraje infinito. A buen seguro, El viejo Altman se sentirá orgulloso de que su personal forma de hacer cine haya sentado cátedra en el cine Americano. Hace unos años Paul Thomas Anderson se vistió con los apeos del maestro para el rodaje de “Magnolia” y ahora llega a nuestras pantallas “Crash” de la mano de Paul Haggis.


Haggis era un completo desconocido hasta hace sólo unos meses, había sido guionista de infinidad de series de TV y su primer guión cinematográfico se convirtió en la película más laureada del pasado año. Después de adaptar para el cine las historias que componen “Million Dollar Baby” decidió llevar a la pantalla un guión original, producirlo y dirigirlo al más puro estilo Orson Welles. Y consiguió convencer a un buen puñado de buenos actores para que rebajaran su caché y ejercieran todos de secundarios de lujo en un proyecto de ínfimo presupuesto.

Los nombres más conocidos del reparto son los de Don Cheadle, que está soberbio, como siempre. Matt Dillon hace su mejor interpretación desde “La Ley de la Calle”. Sandra Bullock y Brendan Fraser nos muestran una cara distinta, alejada de sus habituales papeles ultra-comerciales. Ryan Phillippe se reivindica como mucho más que la promesa del cine teenager que fue. Y hay otros muchos nombres de intérpretes que habría que nombrar uno por uno pero a los que nadie conocería. Sería injusto obviar la hipnótica banda sonora instrumental a cargo de Mark Isham y las dos gloriosas canciones finales a cargo de Bird York y los galeses Stereophonics.

“Crash” está llena de villanos que se convierten en héroes, héroes que meten la pata, ángeles y demonios, gente llena de prejuicios que se odia por ser de distinta raza y que acaban dándose cuenta de que se necesitan para seguir viviendo. Es un fiel reflejo de la sociedad americana actual, y en especial de la “City of Angels”, observada con atención por el Gobernador Schwarzenegger desde los cuadros con su efigie que cuelgan de las paredes. Una ciudad en la que todo el mundo se mueve en coche y en la que a veces la única vestimenta posible es una caja de cristales y hierro. Una tierra en la que cualquiera puede conseguir un arma con facilidad pero nadie se siente seguro.

Decir que “Crash” es una “Vidas Cruzadas” sobre el racismo es simplificar demasiado las cosas. Es cierto que la película es una amalgama de historias multirraciales que antes o después acaban encajando, pero hay mucho más: se trata de CINE, del que cada vez cuesta más encontrar entre los estrenos semanales, que te deja clavado en la butaca, por momentos te estremece y siempre te sorprende por su originalidad.

“Crash” es una de las mejores películas que he visto nunca en una sala de cine y escribo esto sabiendo que los que la vean después de leerlo subirán tanto sus expectativas que probablemente les decepcione … ventajas de ir a ver una película el día del estreno con smoking y pajarita.

miércoles, enero 11, 2006

Incontinencia musical


Ryan Adams no tiene nada que ver con Bryan Adams; el primero es un cantante country alternativo y el otro un rockero canadiense que vivió sus mejores días a principios de los 90. Ryan Adams, en un alarde de inspiración, publicó 3 discos el pasado año: "Cold Roses", "Jacksonville City Nights" y "29". A sus 31 años el que fuera líder de la banda country Whiskietown atraviesa su mejor momento profesional, con una fecundidad musical solo comparable a la de Prince o Andres Calamaro.

Poco después de los atentados sobre las Torres Gemelas su canción "New York", New York" se convirtió en himno oficioso de aquellos días inciertos. Por aquel entonces Ryan Adams era presentado como la gran esperanza blanca de la música americana, el sucesor natural de Springsteen o incluso Dylan. Cuatro años después ha demostrado ser mucho más que eso gracias a su peculiar capacidad de innovar y volver de nuevo a sus orígenes.

"Cold Roses" es un disco de canciones melancólicas grabadas en acústico junto a su banda de cabecera: los Cardinals. Adams demuestra que es capaz de ponerse meloso después de haber coqueteado en anteriores discos con el punk y el nuevo rock de sus amigos los Strokes. Es un disco muy recomendable para escucharlo tranquilamente en casa o para templar los ánimos durante los infernales atascos de las calles madrileñas.

Con "Jacksonville City Nights" Adams homenajea a su ciudad natal - en el título - y a Nashville en el contenido. La influencia de sus días en la cuna del country está presente en todo el disco, en el que vuelve a estar acompañado de los Cardinals. De todos sus discos es el que menos me agrada, demasiado "étnico" para mi gusto, nunca me sentí atraído por los ritmos Honky Tonk de la América profunda.

Para acabar el año nos obsequió con "29", un disco intimista bastante cercano a "Love is Hell": sus dos EPs repletos de baladas ideales para escuchar en días lluviosos. Esta vez Ryan Adams deja a un lado a los Cardinals y se presenta "solo ante el peligro", dando en muchos momentos la impresión de que más que interpretando una canción nos esta revelando algún secreto.

Así pues, el 2005 ha sido el año de Ryan Adams, que sin ser un superventas se ha consolidado como uno de los artistas más prolíficos de los últimos tiempos, reinventándose a sí mismo pero sin olvidar de donde viene. ¿Qué nos tendrá preparado para el 2006? Con seguridad otro puñado de buenas canciones.

lunes, enero 09, 2006

De camino hacia la Luz


A estas alturas hay pocas series que puedan sorprender por su originalidad, una de ellas es "Tan muertos como yo". El argumento es sencillo: un grupo de aparecidos (muertos con cuentas pendientes en este mundo) tienen que acompañar hacia la luz de la nueva vida a gente que se va muriendo. La protagonista es Georgia, una joven de 18 años que de la noche a la mañana ve como su vida se acaba y comienza otra de ultratumba, en la que se verá acompañada por un grupo de tipos peculiares que están en similares circunstancias.

La serie rebosa humor negro, ironía y sarcasmo por los cuatro costados. La irreverencia forma parte del reparto y los tacos no brillan por su ausencia. La mezcla de géneros es constante: fantasía, drama, comedia, gore ... todo cabe en este insólito producto de la televisión actual. Al principio cuesta entender un poco las reglas del juego: lo que pueden y no pueden hacer los aparecidos, pero después de dos o tres capítulos todo va rodado.

Además de conducir a los muertos hacia la luz, Georgia trabaja de administrativa en una extraña compañía, lo más hilarante de la serie es sin duda ver como unos personajes que ya no tienen nada que perder buscan tareas para pasar el rato. El jefe de los aparecidos es interpretado por Mandy Patinkin y su personaje es otro de los más logrados con una peculiar mezcla de paternalismo y crueldad didáctica. Una buena parte del metraje está dedicado a mostrar la vida de la familia de Georgia tras su muerte, en algunos momentos cae en el sentimentalismo barato, pero al poco tiempo se vuelve a la lúgubre tónica habitual.

En definitiva "Tan muertos como yo" es una propuesta vitalista, divertida y macabra en la que se nos cuenta como podría ser la vida después de la muerte en caso de quedarnos anclados entre el mundo de los vivos y el más alla. El mensaje que intenta transmitirnos no es otro que: Carpe Diem, que la vida es breve; aunque tal vez la muerte no sea tan terrible como la pintan. Y es que en la muerte como en la vida ... nunca se sabe.

viernes, enero 06, 2006

Seis años con Mujeres


Existen libros de autoayuda y hay otros que simplemente ayudan. Un encuentro casual con un libro en las estanterías de la FNAC puede ser el comienzo de una relación imperecedera. Su título era "Mujeres" de Charles Bukowski y el tipo que se encontró con él era yo. De ese encuentro han pasado más de seis años, fue al comienzo de las Navidades del 99, el tiempo justo para que entrará en mi lista de regalos de reyes.

Aquellos fueron días extraños, como la película de Kathryn Bigelow ambientada en aquel tiempo de cambio de milenio. Sin entrar en detalles diré que estuve a punto de tocar fondo por culpa de una mujer. Así que no afronté aquellos Reyes precisamente con la ilusión típica de esa época, sino más bien hundido en la miseria.

Eran días de preparación de exámenes, lo que no impidió que comenzara a leer ese extraño libro verde que me habían regalado. La cosa iba de un viejo escritor que tras años de castidad forzosa ve como de la noche a la mañana le empiezan a llover mujeres sedientas de sexo por todas partes. El tipo responde al nombre de Hank Chinaski que era el alter ego habitual de Bukowski.

Tras un comienzo bastante simple la escritura de Bukowski y lo que cuenta me fue enganchando hasta llegar a acabármelo en un par de días. El libro está plagado de escatología y descripciones de encuentros sexuales que rayan la pornografía barata, se trata de una capa de grasa que Bukowski utiliza para mantener alejados de su obra a los mojigatos de mente estrecha que no merecen ser iluminados por la sabiduría de viejo zorro de Buk. También repelerá a los sospechosos de no haberse emborrachado jamás, que no podrán entender las continuas alusiones etílicas de Hank.

El peculiar sentido del humor de Chinaski impregna toda la obra llegando en muchos momentos a generar incontenibles carcajadas. También contiene algunas frases míticas como: "Es difícil bailar cuando bebes, es difícil beber cuando bailas"; "Un hombre no necesitaba tener una mujer para sentirse real, pero no estaba mal conocer unas cuantas"; "Uno simplemente se cansaba de estar manteniendo apartado el amor y lo dejaba venir porque a algún lado tenía que ir. Entonces, normalmente, venían muchos problemas" ...

Pero si hay una frase que resume como ninguna el libro es: "Cuando un hombre necesita muchas mujeres, sólo era porque ninguna de ellas era buena", una gran verdad que Buk descubre tras conocer - en el sentido bíblico - a unas cuantas decenas de féminas de todos los tamaños, edades, razas y condiciones sociales.

"Mujeres" tuvo efectos balsámicos sobre mi maltrecha moral, sobre todo porque me recordó que en general no conviene tomarse demasiado en serio la vida y en particular a las mujeres que no son buenas.

martes, enero 03, 2006

¡ PEPU SELECCIÓN !


Tras semanas de relativa incertidumbre ayer se confirmó la noticia: Pepu será seleccionador nacional de Baloncesto. Después de 11 años dirigiendo a Estudiantes y en pleno año sabático Pepu asume el cargo con la mejor de las actitudes y apuntando a lo más alto, como siempre.

Cuando hace una década Pepu se hizo cargo del Estudiantes era un gran desconocido para la gran mayoría de los que frecuentábamos el Palacio. Como mucho nos sonaba su barbuda cara de verle acerca del Cura. Cuando se sentó en el banquillo como primer entrenador los únicos que confiaban en él eran los que le conocían del Ramiro, había sido entrenador de las categorías inferiores durante años.

Pepu Hernández representa como pocos lo que significa el “Baloncesto de Patio de Colegio”, que no es otra cosa que la versión española del basket de playground americano. Los que crecimos jugando innumerables tardes con nuestros compañeros de clase a la salida del colegio no podemos evitar soltar unos cuantos lagrimones cada vez que pensamos en aquellos días en los que nuestro único objetivo vital era parecernos un poco a Magic, Jordan, Pinone o Sabonis. Con poco más de 1.70 por mucho que saltáramos con suerte solo machacábamos en canastas de Mini-Basket o en las que colgábamos en nuestras habitaciones para pasar el rato. Y cuando algún compañero pudiente aparecía en clase con las nuevas Nike Air de Penny Hardaway a todos se nos caía la baba de pura envidia.

¿Qué hubiera pasado si Phil Jackson hubiera nacido en Madrid en lugar de en Montana? ¿Y si en lugar de entrenar a Jordan en los Bulls hubiera dirigido a Alfonso Reyes en el Estu? La respuesta a estas preguntas no es otra que Pepu Hernández, un tipo de ambición infinita que siempre ha sacado lo máximo de sus jugadores. Su palmares incluye una copa del rey, una final de liga ACB, otra de Copa Korac y ocho comparecencias de Estudiantes en las semifinales por el título.

Pepu dará a la selección ese salto de calidad que necesita para ganar “medallas más caras”. Para él será un lujo dirigir a Gasol y Calderón, pero sobre todo reencontrarse con los jugadores a los que él dio su primera oportunidad al más alto nivel y que son la base del combinado nacional. Con todo, no puedo evitar algo de tristeza al pensar que Pepu no se sentará de nuevo en breve en el banquillo estudiantil. Espero que algún día vuelva a casa con varios títulos internacionales bajo el brazo, y le den un puesto como entrenador, Manager General o Presidente.

¡ Buena suerte Maestro de Toreros!

lunes, enero 02, 2006

El taxista y siete más


Hace unos años "El Otro Lado de la cama" fue un éxito inesperado de taquilla, sobre todo porque desde los tiempos de Marisol, Rocío Durcal o los Hombres G el genero musical no había cuajado en el cine patrio.

La apuesta era clara: actores jóvenes (la mayoría miembros de Animalario) y canciones de la edad dorada del Pop Español. Tres años después la fórmula se repite cambiando a las protagonistas femeninas por Lucía Jiménez, Verónica Sánchez y Pilar Castro.

La película gustará a aquellos que disfrutaron con la primera, aunque tal vez echen en falta elementos novedosos. Ernesto Alterio y Willy Toledo están en su papel: planos a la vez que divertidos. Lucía Jiménez actúa bien y presume de voz, que para eso es cantante semi-profesional. Verónica Sánchez no convence, hace gala de la sosería recalcitrante a la que nos tiene acostumbrados en los Serrano. De los demás actores cabe destacar a Pilar Castro, que demuestra sus tablas como secundaria tapa-agujeros.

Con diferencia el mejor actor y personaje de toda la cinta es el encarnado por Alberto San Juan. El taxista bravucón, calzonazos, hortera y cañí ya daba muestras de su madera de crack en la primera. En esta se come literalmente al resto del reparto, le han dado más minutos y los ha sabido aprovechar. Este tipo está pidiendo un Spin-Off a gritos, aunque tal vez como protagonista absoluto acabaría indigestando o convirtiéndose en una enseña nacional tipo Torrente. En cualquier caso yo sigo partiéndome de risa cada vez que le veo en pantalla con sus camisas imposibles y sus mocasines acompañados de calcetines blancos con rayas roja y negra. El taxista Rafa es un fenómeno sociológico en si mismo, representa como nadie a la España urbanita y casposilla de principios de milenio.