lunes, enero 14, 2008

Padrino negro


El 1 de enero es ese día que no existió durante casi una década por culpa de resacas de dimensiones bíblicas y fiestas de dispar éxito. Al levantarme de la cama en mitad de la tarde me solían esperar los restos del roscón de la comida de año nuevo y alguna película mítica como "El Cazador" o "New York, New York". Cuando echo la vista atrás y me pregunto que es lo que me perdí en aquellos primeros días del 98 al 2006, la respuesta esta clara: nada de nada.

Empecé el 2008 en unas calles desiertas que escondían un cine pequeño en el que disfrutar de "American Gangster", de la que hace unos meses vi un trailer impecable, que nos la vendía como la reencarnación de "El Padrino", en versión afroamericana. A la salida del cine, Diego de León parecía la Gran Vía en "Abre los Ojos", era tarde y a algunos nos tocaba currar al día siguiente.

Denzel es un género en sí mismo, da igual el papel que interprete: abogado, militar, mafioso, entrenador, político ... Denzel siempre se reencarna en Denzel, aunque cambie su peinado y el bello facial, siempre se interpreta a sí mismo. De la virtual mano de su maestro Sidney Poitier, siempre será ese actor elegante y reivindicador de la genialidad interpretativa de su raza.

La única vez que se salió de la norma fue en "Training Day", su malvado y corrupto madero le valió un Oscar porque, por una vez, Denzel dejó por un momento de ser Denzel. En "American Gangster" es otra vez el protagonista, un chofer de Harlem reconvertido en Capo listo, capaz de cruzar el mundo para cerrar negocios de estupefacientes a gran escala. Todo nos suena, como si ya lo hubiéramos visto antes.

Veo a Denzel entrando a Miss Puerto Rico y me acuerdo de Andy Garcia en "Cosas que hacer en Denver cuando estas muerto", ya saben : "Te deslizas ...". Le veo perdiendo los nervios y me acuerdo del pasadísimo Pacino en "El Precio del Poder": puestos a liarla parda, es imprescindible quemar todo lo que se nos ponga por delante.

Ridley Scott tiene una filmografía tan ecléctica como irregular, en los últimos tiempos se ha propuesto que Russell Crowe salga en todas sus películas, aunque se tenga que pasar las dos horas de metraje sin hacer otra cosa que beber vino, como en "Un Buen Año". En esta, Crowe interpreta a un incorruptible policía, que nos lleva de nuevo a la nostalgia, ahora nos acordamos de Frank Serpico y del McNulty de "The Wire". Russell es un fucker consolidado que en sus ratos libres se dedica a desmantelar tramas narcóticas a gran escala, todo muy creíble.

Pocos días después, coincido con el Sordo y el Pelusa en una comisaria cercana a Alonso Martínez, en su conversación hablan en calé de lo buena y necesaria que es "American Gangster" y de lo mucho que les gustaría darle un par de mecos al poli que les ha dado número para renovar el DNI. El Pelusa le dice al Sordo que la próxima vez que le revienten la boca a alguien en un garito le va a gritar: "¡¡¡ Esto es ESPARTA !!!". Parece que al final, "300" le dejó más poso.

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