jueves, julio 05, 2007

El día que perdimos la inocencia


La Biblioteca Presidencial JFK no tiene nada que envidiar a su homóloga en la SOLFA, a parte de homenajear al primer presidente católico de los States, allí se celebran toda clase de saraos, en los que como aliciente, se permite visitar a los invitados el museo en el que se esconden objetos que pertenecieron a Kennedy, además de proyectar un interesante documental sobre su vida antes de llegar a la Casa Blanca.

Junto a JFK, a su diestra aparece un joven con un gran parecido físico con él, se trata de Robert (RFK), el benjamín de los Kennedy, tan pichabrava y buen político como su hermano, y cuyo asesinato inspiró la película "Bobby", opera prima del siempre irregular Emilio Estévez.

A parte del propio Estévez, en la película intervienen Helen Hunt, Anthony Hopkins, Demi Moore, Sharon Stone, Lindsay Lohan, Elijah Wood, Heather Graham, Ashton Kutcher, William H. Macy, Joshua Jackson, Christian Slater o Laurence Fishburne. Todos ellos convierten a "Bobby" en una experiencia coral que podría haber firmado el mismísimo Robert Altman (q.e.p.d).

La película está ambientada en el Hotel Ambassador, lugar en el que asesinaron a RFK, en las horas previas al magnicidio. Todos los personajes conforman un mosaico de lo que fue esa convulsa época, en la que un país herido por una guerra absurda, trataba de recuperar su identidad a través de un candidato a presidente tan carismático como ilusionante.

El día que mataron a Bobby Kennedy, todos perdimos la inocencia, incluso los que no habíamos nacido y lo acabaríamos haciendo a miles de kilómetros de los States. Aquel 5 de junio del 68, tuvimos que empezar a llamar demagógico a cualquier discurso político que reivindicara los derechos civiles, lo justo y una forma de ser y estar en el mundo que no pensara sólo en arrasar todo lo que se interpusiera en su camino.

"Nixon" de Oliver Stone, los representa como un clan de magnates con sombreros de cowboy que mueven los hilos del país más poderoso del globo y le dicen al Presidente lo que tiene que hacer. Lobbys, Sociedades Secretas, Canteros ... da igual como los llamemos, ellos fueron los que ordenaron matar a JFK, a Luther King y a RFK. Tal vez se confirme dentro de 100 años, cuando a nadie le importe, lo que cuenta es que no consiguieron eliminar del todo la semilla de esperanza que estos personajes consiguieron sembrar en un mundo gris y dominado por el odio y el miedo a todo lo que fuera diferente.

La película es muy buena y nos muestra una época de la historia muy parecida a la que vivimos hoy en día, con la diferencia de que nosotros todavía no hemos encontrado a nuestro Bobby y tenemos que conformarnos con políticos que mienten, intercambian sangre humana por petróleo y se aseguran una dorada jubilación gracias a las comisiones ilegales.

Es necesario destacar la genial actuación de Lindsay Lohan, la golfilla oficial de Hollywood, que en "Bobby" demuestra que su talento va mucho más allá de sus adicciones al alcohol, las drogas, las orgías y las fiestas perpetuas. Lohan es la mejor actriz de su generación y en esta película demuestra que es capaz de reencarnarse en una criatura adorable, inocente y valiente; capaz de hipotecar su felicidad y sus sueños por salvar la vida de alguien a quien apenas conoce .

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