miércoles, marzo 21, 2007

Racheado


Hace una semana, el bueno de Phil Jackson vivió uno de los episodios más tristes de su exitosa carrera como entrenador, al sufrir su séptima derrota consecutiva al frente de unos Lakers que tenían buena pinta este año y que en un mes han dilapidado sus posibilidades de anillo.

El tío Phil es un ganador nato, y cuando no gana utiliza a la prensa para motivar a sus jugadores o buscar arbitrajes más benévolos. Nada nuevo bajo el sol, al final, detrás de toda la filosofía Zen, se esconden soluciones mediáticas para problemas deportivos.

Mariano de Pablos es un tipo al que nadie conocía hace un par de meses, un entrenador de patio colegio que lleva mamando la filosofía estudiantil desde la adolescencia; y que, de la noche a la mañana, se encontró dirigiendo al primer equipo de la mejor cantera de España.

De Pablos cuenta sus partidos por victorias: 9 en otros tantos partidos, que vuelven a acercar al Estu a los play-offs, en un año en el que parecían condenados a luchar por no descender de categoría. El estilo que ha impuesto Mariano está basado en aprovechar al máximo las cualidades de sus jugadores, algo que sobre el papel es lo que todos los entrenadores buscan, pero que no todos consiguen.

Se trata de una versión renovada de Pepu, sin barba y con una elegancia en el vestir que recuerda por momentos al engominado Pat Riley: el sexagenario ganador del último anillo, al que Phil Jackson desprecia por su autoritarismo. La mentalidad de De Pablos es la de un ganador nato que sabe de sobra que su equipo no puede pagar a los mejores jugadores, pero que conoce el secreto para hacer mucho mejores a los jugadores que paga.

El Estu sigue siendo una explosiva combinación de juventud y veteranía. Se echa de menos a Nachocho Azofra, pero gracias a Mariano de Pablos ya no nos acordamos tanto de Pepu. El barbudo maestro que nos hizo campeones del mundo, siempre fue el Phil Jackson español, ahora el Estu está en buenas manos: las del Pat Riley de Serrano.

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