martes, febrero 07, 2006

Jerry vs. Yanke


Cada día Telemadrid tiene menos audiencia, las razones son obvias: se ha convertido en una extraña mezcla entre una televisión de partido y La 2. La última vuelta de tuerca de la cadena de Pozuelo se ha producido esta misma semana con la inclusión en su parrilla de "Seinfeld", de lunes a jueves en horario estelar.

Cuando Esperanza Aguirre consiguió la presidencia de la Comunidad de Madrid lo primero que hizo fue colocar a Germán Yanke como presentador del telediario de la noche. El autor de "Ser de derechas" y "Euskal Herria Año Cero: la dictadura de Ibarretxe" no necesita confesar de que pie cojea. En poco tiempo las audiencias cayeron en picado, ni siquiera la presencia de la guapa Sandra Barneda pudo evitar el desastre.

Desde sus inicios Telemadrid había sido una excelente cantera de presentadores de informativos: Hilario Pino, Juan Pedro Valentín, Marta Fernández o Javier Reyero tuvieron su primera oportunidad en la cadena autonómica. Poner al frente de su principal informativo a un tipo que hace que Urdaci parezca un progresista era un insulto a la inteligencia de los espectadores y en poco tiempo tuvieron que rectificar.

Yanke cambió el Telenoticias nocturno por el de media noche y desde entonces cada madrugada podemos verle en "Diario de la Noche", un personalísimo repaso de la actualidad diaria de la mano de nuestro reaccionario amigo que de nuevo aparece acompañado de Sandra Barneda. Esta chica demuestra noche a noche su paciencia, está claro que debe ser una de las presentadoras mejor pagadas o más masoquistas de la televisión nacional.

Para redondear el esperpento Yanke además presenta "El Debate" los miércoles en horario estelar. Se trata de un espacio cuyo título no deja lugar a dudas y en el que se abordan temas de alto contenido apocalíptico nacional. Un plató con una iluminación tenebrosa contribuye a alterar el sueño del incauto espectador que en los descansos de "Aquí no hay quién viva" o "Los Serrano" se atreve a hacer zapping por las inhóspitas tierras de la cadena que todos los madrileños pagamos con nuestros impuestos. Es curioso que nunca se debata sobre temas de interés meramente regional, seguramente ello obligaría a criticar al gobierno autonómico, y lo último que quiere Yanke es morder la mano que le da de comer.

En el otro lado del cuadrilátero catódico de Telemadrid tenemos a Jerry Seinfeld, pionero de los recitadores de monólogos y que a principios de los 90 nos brindó una de las mejores telecomedias de la historia de la televisión. "Seinfeld" es una serie que no trata sobre nada y en la que es imposible no identificarse con los cuatro neoyorkinos protagonistas aunque no hayas pisado jamás la gran manzana. La serie ha envejecido bastante bien y a mí me sigue haciendo la misma gracia que el primer día, aunque hay capítulos que ya me sé de memoria.

Pero no todo es Yanke o Seinfeld, Telemadrid tiene otros programas bastante lamentables, como la versión remozada de "Noche de Fiesta" que presenta Andoni Ferreño los viernes noche, las retransmisiones deportivas que estropean los flojos comentaristas o los concursos que no interesan a nadie. Sin embargo entre tanta morralla también hay cosas muy buenas, como el cine clásico los domingos por la noche o los documentales en prime time, algo con lo que sólo La 2 se atreve. En general la calidad del cine que se emite en la cadena es bastante alta y es raro el día en que no hay al menos dos películas.

No es extraño que a Telemadrid la vea cada día menos gente, es el resultado de dos concepciones televisivas que repelen al gran público: manipulación informativa y televisión de calidad. Extraño cocktail para una cadena que ha vivido días mucho mejores pero que todavía tiene tiempo para cambiar de rumbo antes de acabar en el abismo mediático.

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