El pasado fin de semana Cuatro estrenó la primera temporada de la telecomedia “Joey”, se trata de un spin-off de “Friends”, una de las series clásicas de Canal + y que ahora también se puede ver en Cuatro desde sus primeros capítulos.
El fenómeno de los spin-offs consiste en tomar a un personaje de una serie de éxito y hacerle protagonista en una nueva, cambiando el contexto e incluyendo miembros de su familia entre los nuevos personajes. Algunos ejemplos de spin-off son “Frazer” que salió de “Cheers” o el más cercano de “Aida” a partir de “7 Vidas”.
“Friends” siempre ha tenido fieles seguidores y también gente que no la soporta. Diez temporadas dan para mucho, la mejor forma de distinguir una de otra es por los cambios de peinado de los personajes. Al parecer los protagonistas tuvieron que rodar sedados los últimos capítulos de la serie, llevaban 10 años haciendo lo mismo y les costaba hacerse a la idea de que ya no habría más. En todo ese tiempo su popularidad se ha multiplicado y hasta han tenido oportunidad de probar fortuna en el cine, con desiguales resultados.
A mí el personaje que más gracia me hacía en Friends era sin duda Joey Tribbiani, un tipo que cada temporada parecía más tontorrón e histriónico. Su obsesión por la comida y las mujeres se va acrecentando temporada a temporada. Por eso me alegré cuando oí que seguiría haciendo de las suyas en TV.
La idea de la nueva serie es simple: como se supone que Joey es actor se traslada a Los Angeles para probar fortuna en la meca del cine, allí vive su hermana Gina, a la que da vida Drea de Matteo. Esta actriz es bien conocida por los seguidores de “Los Soprano” donde era una de las secundarias de lujo. En su nueva andadura cambia totalmente de registro pasando del drama mafioso a la comedia de risas enlatadas. Supera con buena nota el cambio de tercio, aunque se echa de menos que la doble la misma actriz que lo hacía en “Los Soprano”.
Entre los demás personajes sobresalen el universitario sobrino de Joey -hijo de Gina -, la vecina de al lado buenorra y casada y la representante artística del Sr. Tribbiani. Aún es demasiado pronto para juzgar la química del conjunto de los personajes, aunque el hecho de que en USA ya se emita la segunda temporada garantiza que la primera temporada no fue un desastre, al menos de audiencia.
Que nadie espere humor inteligente en esta telecomedia, lo que se intenta explotar en todo momento es la aparente ingenuidad del protagonista, su éxito con las mujeres y su obsesión por la comida. Se trata de un producto más que recomendable para los adeptos a “Friends” y que puede que enganche a nuevos televidentes. La apuesta es clara: chistes sencillos, caras bonitas y situaciones absurdas.
El cambio de ciudad también jugará un papel determinante en los escenarios: el rellano y el Central Perk se sustituyen por un patio “tipo Melrose Place” que incluye piscina y dará mucho juego. La noche neoyorkina se sustituye por los soleados días californianos y Joey tendrá que cambiar sus adorados Knicks por los Lakers de Jack Nicholson.
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