jueves, diciembre 22, 2005

En peores plazas hemos toreado


Nací en el año 79, un año fronterizo entre dos décadas, por ello como tantos otros de mi generación tengo la sensación de que he llegado demasiado tarde a algunas cosas y demasiado pronto a otras. Nací en Madrid y cuando empecé a tener consciencia futbolística, en España solo había un equipo: el Madrid de la quinta del Buitre.

Aquel equipo ganó 5 ligas seguidas y fracasó año tras año en la Copa de Europa: contra el Bayern, el PSV, y sobre todo el Milán, que nos humilló sin piedad a finales de los 80. Desde entonces a los madridistas de mi generación se nos quedó un tinte agridulce en la mirada: estábamos aburridos de ganar ligas y daba la impresión de que jamás veríamos ganar la Copa de Europa a nuestro equipo.

A principios de los 90 surgió el Dream Team de Cruyff que ganó 4 ligas seguidas, 2 de ellas se las levantó al Madrid en el último partido: Más leña para el fuego del espíritu perdedor de la cosecha del 79. Después de eso vino la liga de Valdano, el doblete del pateti, y la liga de Capello. Entre medias vinieron años de fichajes surrealistas cortesía de Mendoza y Lorenzo Sanz.

Aquel 20 de mayo del 98 el Madrid se enfrentaba en la final de la Champions al mejor equipo de Europa: la Juve de Lippi, Zidane y Del Piero. Jugaban su tercera final consecutiva de la máxima competición continental. Nadie daba al Madrid como favorito, que había naufragado en la liga y se jugaba la temporada en aquel partido. El gol de Mijatovic ejerció el mismo efecto que 100 sesiones de psiquiatra sobre la desencantada afición madridista: al fin una Copa de Europa en color, habían pasado más de 30 años desde la última.

Los que estuvimos en la Cibeles celebrando la séptima teníamos la sensación de que algún día tendríamos que contarle aquello a nuestros nietos, porque aquel equipo no daba para más, jugaba a ráfagas y con el viento de la suerte a favor. Pero estábamos equivocados: en el 2000 y el 2002 el Madrid volvió a ganar la Champions, y la novena la celebramos desganados, porque pensábamos que en el 2004 tocaba volverla a ganar.

El público del Bernabéu es como el de las Ventas: muy exigente. Cuando el equipo gana el ambiente es bastante silencioso y cuando pierde no tardan en pitar a los jugadores, al entrenador o al que toque. Por eso no es extraño que en el 2000 echaran a Lorenzo Sanz un mes después de haber ganado la Champions.

Con Florentino parece que se acabaron los fichajes delirantes y la deuda. Se vendió la Ciudad Deportiva y se empezó a fichar cracks mediáticos. Se ganaron títulos por doquier y parece que el Madrid había encontrado la fórmula del éxito infinito. Pero Florentino no supo delegar la gestión deportiva en alguien competente, y sus continuas ingerencias en los fichajes han llevado al Madrid a la patética situación actual.

A diferencia de otras veces el Madrid tiene dinero de sobra para superar esta crisis, el problema es encontrar a las personas adecuadas para sacarlo adelante. Yo no soy un experto en fútbol, pero creo que lo que el Real Madrid necesita deshacerse Butragueño, Roberto Carlos, Gravesen, Raúl, Beckham, Ronaldo, Baptista y Zidane. Fichar a un entrenador competente y que apueste por los jóvenes (Wenger, Van Basten …), darle plenos poderes y rejuvenecer el equipo pensando en que esté compensado y no en vender camisetas o coleccionar balones de oro.

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