viernes, noviembre 02, 2007

Ojos tristes


Nikki Reed es la niña que escribió y protagonizó“Thirteen”, la crónica nada hagiográfica de una adolescente inmersa en una sempiterna espiral de sexo, alcohol y drogas; llamando a las puertas de una madurez temprana, con la inocencia de las que perdieron la virginidad a los 11 años.

Unos cuantos años después Nikki se reencarna en Sadie, la enésima conquista de Chino, el protagonista de "O.C.", serie naranja plagada de tópicos que se diferencia de “Sensación de Vivir” en el aroma friki y las voces profundas de sus personajes, que a veces nos llegan a tocar la fibra sensible y no paran de deleitarnos con una banda sonora de inagotables talentos más o menos indies.

Sadie/Nikki Reed esconde una sonrisa perfecta que disimula bajo unos ojos tristes de princesa cíngara, capaz de hacer que nos peguemos con quien sea por ella y a la vez sepamos que nunca tendremos que hacerlo. Representa a una chica terrenal abducida por la soleada California. Su casa esta en Oregón, allá donde el Chacho ve llover a diario esperando que le traspasen de una vez a tierras más cálidas.

En los pocos capítulos en los que aparece Nikki, es capaz de destacar sobre sus perfectas compañeras de reparto, mucho mayores que ella en la realidad, dejando claro que a sus 19 primaveras le espera un futuro brillante como actriz, escritora, o lo que se proponga ser en esa industria en la que un día las palomitas sustituyeron a la magia de una mirada color canela.

Ella es el catalizador que lleva a ese momento en el que “todo se acaba”, en el que las palabras sobran y aquel/la a la que tuviste más cerca mucho tiempo, ya no puede estar más lejos; en el que no te puedes seguir engañando más tiempo y lo único que puedes hacer es huir hacia delante. A veces la tele imita a la vida… otras es al revés.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Esa chica es una musa para cualquiera con sangre bombeando en el alma. Dulce, bella y autodestructiva. Y con sentido del humor. Y la seguiremos con curiosidad y, por qué no, imaginación. 19 años contra 28. Diez después, una ceremonia de los Oscar. Un periodista, una actriz de éxito. Y el macarrónico inglés levantando otra oda a lo que una vez nos parecía imposible...Para eso sirven estos blogs, para que la tristeza de unos ojos no deje de mirarnos.