domingo, noviembre 18, 2007

Me lo merezco


Una noche triunfal tras una larga travesía por el desierto, volviendo a casa le mandé un SMS a un amigo, para informarle de la trabajada goleada de la noche, acabándolo con un "Me lo merezco", que al día siguiente mi amigo tuvo a bien recordarme que era lo mismo que Michel le gritó a la cámara la noche que le clavó tres chicharros a Corea en el mundial de Italia 90.

¿Dónde acaban los méritos y empieza la suerte? La frontera es demasiado turbia para saberlo. Hace años leí un artículo en el que se contaba lo mucho que había mejorado Mista gracias a la práctica de la visualización y el pensamiento positivo. Eso fue en el 2004, la temporada en el que el murciano se salió jugando en el Valencia de Benítez. Desde entonces el bueno de Mista se ha consolidado como un jugador normalito tirando a paquete.

El libro en cuestión se llamaba "Entrenamiento Mental" y su autor Terry Orlick. En él se van explicando en que consisten las distintas etapas del "Círculo de la Excelencia": herramienta esencial para llegar a convertirnos en los mejores en nuestro deporte, trabajo o en la vida en general. Más allá de la venta de humo en estado sólido típica de los libros de auto-ayuda, sus páginas rebosan buen rollo y recitan unas cuantas perogrulladas que casi nunca nos habíamos parado a pensar.

Uno de los ejemplos recurrentes en el libro es Michael Jordan, sin duda uno de los mejores deportistas de la historia, capaz de aunar las mejores condiciones físicas, con la moral de un titán y una competitividad que rayaba en ludopatía. Si algo me ha impresionado siempre de MJ, son esas anécdotas de cuando tenía una mala noche, los periódicos neoyorkinos le daban cerita de la buena, Jordan se leía atentamente las críticas, y al siguiente partido metía 50 o 60 puntos, que, por supuesto, iban dedicados al oportunista plumilla de turno ... y a su santa madre.

La moraleja principal de "Entrenamiento mental" es que si en la vida miramos sólo hacia delante sin lamentos por el pasado, estamos siempre atentos a lo que pasa a nuestro alrededor y pensamos en positivo, tenemos muchas más posibilidades de que nos vaya bien, y de paso nos amargaremos menos la existencia. No hace falta ser un gurú deportivo para darse cuenta de ello, pero tampoco está de más que lo recordemos de vez en cuando.

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