Lo dice hasta el imdb, con su 9.7 de media, "The Wire" es la mejor serie de la historia de la televisión. Estoy a cuatro capítulos de su final definitivo y ya no es una cuestión de adicción, sino de saber que jamás he visto ni veré algo mejor en la tele.
Las malas calles de Baltimore son un microcosmos en el que se revelan todos los males de nuestra decadente sociedad. Allí los camellos conviven con paisanos que solo buscan sobrevivir sin que la mierda se apodere para siempre de sus existencias. Los maderos acechan en las sombras, espiando con sus artilugios y buscando no caer en la tentación de bajar los brazos, de dejarse seducir por la desidia, el alcohol y los polvos de medianoche.
Omar es un ladrón robinhoodiense que roba a los camellos y es respetado por toda su comunidad, imparte justicia porque alguien se tiene que ocupar de los asuntos que nadie quiere o se atreve a resolver. Los capos se suceden y van dando boleto a sus predecesores. El negocio es el negocio y su modelo no está escrito en los libros de economía. Siempre hay que liquidar cuentas pendientes para poder seguir avanzando en la trama.
Las vidas del reparto coral se irán cruzando sin olvidar ni perdonar viejos pecados, si no son listos, los buenos pasarán a peor vida, ya sea dando clase en un instituto o patrullando los muelles subidos en una lancha fueraborda. Los políticos venderán su integridad a cambio de una alcaldía, el senado o la presidencia del país. Besarán todos los niños que haga falta y pactarán con el diablo hasta conseguir los números que necesitan para ganar.
Algo se cuece en nuestras pantallas, los periódicos no paran de alabar una serie cuyas dos primeras temporadas ya están en DVD. No me cabe la menor duda de que su final estará a la altura del resto de la serie.
miércoles, diciembre 10, 2008
Más enganchado que nunca
Publicado por crooner79 en 7:52 p. m.
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1 comentario:
habrá que darle una oportunidad a esta serie...despues de sopranear, iré a por ella, a ver si hace honor a tu post.
Señor Fo.
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