miércoles, diciembre 10, 2008

Las Cosas de Palacio


En la senda de la HBO, pero esta vez de la mano de Showtime, "Los Tudor" prolongan hasta el infinito la historia de "Las hermanas Bolena". Si ya chirriaba Eric Bana como Enrique VIII, el guaperas Jonathan Rhys Meyers se atreve a desafiar a la memoria de todos aquellos que hayan visto algún retrato del orondo monarca británico.

"Los Tudor" es la historia que todos conocemos, la de un hombre sometido a los caprichos de una mala mujer, que cambiará para siempre el devenir de Inglaterra y de su Iglesia. Las intrigas palaciegas se suceden en una corte amenazada por la peste, los conspiradores y los vicios más atávicos.

La reina Catalina de Aragón representa a los españoles de aquella época, los tiempos del emperador Carlos I, en el que eramos un digno enemigo de la Pérfida Albión y nos podíamos permitir el lujo de buscarles las cosquillas desde el catolicismo más radical, mientras desde dentro de nuestras inmensas fronteras se usaba y abusaba del poder del Kaiser.

La presencia de Sam Neill es otro de los pequeños lujos de una serie shakesperiana en su concepción y moderadamente adictiva en su desarrollo. Cuando metes a actores de cine a hacer televisión de la buena, el resultado no suele decepcionar, siempre que los guiones estén a la altura, como en este caso.

Nos gusta Gabrielle Anwar porque al verla nos acordamos de "Esencia de Mujer" y "Cosas que hacer en Denver ...", esta vez no hace de criatura adorable, pero da igual. Su Princesa Margarita es la oveja negra de una familia en la que reina la oscuridad, en la que el absolutismo se vive de la forma más intensa y se respeta a la Iglesia siempre que la Iglesia respete los deseos del Rey.

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