Ambientada en la exclusiva zona californiana de Newport Beach y repleta de personajes guapos, O.C. nos cuenta la vida de un grupo de adolescentes forrados de dinero y sus familias. A la serie también se le podría llamar "Los pijos también lloran", y de paso homenajear a uno de los primeros culebrones sudamericanos que se emitió en España.
El protagonista es un joven conflictivo de los suburbios al que en algunos momentos llaman "Chino", por sus rasgos algo orientales y haberse criado en ese barrio. Al comienzo de la primera temporada "Chino" fue adoptado por el abogado Sandy Cohen y su familia, convirtiéndose en un auténtico hermano para Seth y un nuevo hijo para Kirsten y el propio Sandy.
Podría seguir contando los diversos parentescos de los personajes de esta serie, endogámica como pocas, pero supongo que acabaría aburriendo. Así que prefiero hablar de la banda sonora, que se vende como rosquillas en los países anglosajones, y reúne a algunos de los mejores grupos del panorama indie-pop inglés y americano. La música de gente como Ryan Adams, The Vines, The Killers, Beck, Keane o Kasabian desfila por la serie convirtiéndola por momentos en un video-clip dramatizado, además de un excelente producto de marketing.
Lo mejor de O.C. es, sin duda, que no se toma demasiado en serio a sí misma. Sus actores y creadores son conscientes de que están haciendo un culebrón sofisticado y su pretensión no va más allá del puro entretenimiento. Es una de esas series que sin haber pisado nunca California hacen que te identifiques con sus personajes.
Los capítulos de O.C. hablan de las incertidumbres e inseguridades típicas de los quinceañeros y al verla te das cuenta de que no desaparecen con el paso de los años: en el fondo todos acabamos comportándonos como el joven asustadizo que alguna vez fuimos, sobre todo en materia amorosa.
En principio O.C. puede repeler a mucha gente por el tufo a pijerío americanoide que desprende, pero merece la pena ver unos cuantos capítulos antes de juzgarla. Cuando te enteras de quién es quién en la serie, acaba enganchando. Espero que los que se nieguen en redondo a verla al menos escuchen su banda sonora, que es de las mejores que se pueden oír en televisión actualmente.
sábado, marzo 25, 2006
La Naranja Mediática
Publicado por crooner79 en 1:47 p. m.
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