Se han hecho 19 adaptaciones de la obra de Bukowski para el cine o la televisión. Hasta la fecha las más conocidas era "Ordinaria Locura" y "Barfly", ambas descatalogadas en nuestro país. "Factotum" se estrenó hace unos días y es la última película engendrada a partir de los vapores etílicos del genio.
Bukowski es un grandísimo escritor, pero cuando se trata de reflejar su universo en imágenes, la tarea es extremadamente compleja. El noruego Bent Hamer se ha atrevido a intentarlo, y para ello ha contado con un elenco interesante, en el que destacan Matt Dillon, Lili Taylor y Marisa Tomei.
Matt Dillon toma el relevo de Mickey Rourke en el papel de Henry Chinaski, el eterno alter-ego de Bukowski. Los que fueran hermanos en "La Ley de la Calle" se reencarnan en dos Chinaskis muy distintos. Con los años Rourke se ha convertido en el perfecto Hank: una cara curtida en mil batallas, voz perpetua de ultratumba y un físico sobrado de kilos. Pero el neoyorquino es demasiado viejo para interpretar al Chinaski de "Factotum", así que se entiende que se eligiera a Dillon, un tipo tal vez demasiado guapo para el papel, pero que no desentona demasiado con el espíritu de Buk.
En "Factotum" están presentes muchos de los elementos que componen el universo bukowskiano: el alcohol, las mujeres malditas, los trabajos basuras, las carreras de caballos, su peculiar sentido del humor, su mala relación con su padre, la honestidad brutal ... Se trata de un excelente punto de partida para aquellos que no conocen su mundo.
Uno de los críticos de "Factotum" preguntaba al viento quién lee a Bukowski hoy en día. En una época en la que Dan Brown bate records de ventas, es normal que nadie quiera leer al viejo zorro de las 360 resacas al año. Seguro que a él no le importaría, se conformaría con que de vez en cuando algún Muchacho brindara a su salud en una de esas noches inspiradas como el 17-O.
Este "Factotum" capta en parte el espíritu de Buk, pero lo hace desde un punto de vista inodoro, abusando de la elipsis y sin querer mancharse las manos. Lo mejor son sin duda los ratos de voz en off, en los que Chinaski martillea nuestras conciencias con sus pensamientos ultra lúcidos.
Es una pena que no fuera Sean Penn quién se haya reencarnado en Bukowski, porque además de ser uno de los mejores actores del momento, ambos eran buenos amigos y Penn ya le dedicó una de sus películas: "Cruzando la oscuridad".
Lili Taylor y Marisa Tomei encajan por físico y carácter en el papel de mujeres bukowskianas, pero en ellas se echa de menos algo más de acción y locura. Si alguna vez se adaptara al cine "Mujeres", la mejor novela de Buk, sería una clasificada X o una elipsis continua. El viejo Hank utilizaba el sexo como parte del decorado, no como un fin en sí mismo, sin él su obra se resiente demasiado, porque su punto fuerte como escritor no es lo que cuenta, sino como lo cuenta.
Es una buena noticia que doce años después de su muerte Buk siga vivo, aunque sea en el cine, en una de esas películas que hay que ver, no porque sea buena o mala, sino porque mantiene vivo el espíritu del genio.
miércoles, mayo 31, 2006
Bebiéndose la vida
Publicado por crooner79 en 10:39 p. m.
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1 comentario:
grande grande, crack!
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