No pudo ser, pero dio un poco igual. Ya hacía demasiado tiempo que el equipo llevaba dando tumbos a la deriva, en tierra de nadie. El Palacio tiene un color especial, es nuestra casa y no hemos vuelto a ser los mismos desde que la abandonamos por culpa de un incendio no del todo aclarado. El Palacio sabe a partidos europeos después de clase, a quedadas en la estatua de Gala, a palomitas con fanta naranja en el descanso, a forjas de amistades imperecederas ...
Un Estudiantes vestido de oscuro llegó más lejos que en los últimos siete años. Un cuarto del equipo (Brewer, Jasen e Iturbe) estuvieron en la final del 2004 y siguen dando guerra un lustro después. Ya no quedan casi canteranos, pero el "Chimpa" Suarez está mejor que nunca. La afición sueña con días de play-off y un retorno para siempre al Palacio.
La Copa es una sucursal de la "March Madness" de la NCAA, equipos de otra galaxia como Unicaja, Tau o el Barça, se enfrentan a los de la zona media, que aspiran a dar la sorpresa mientras acunan a la próxima estrella de nuestra multi-campeona selección de basket. Los más cenizos pronosticaron que la ley Bosman sería un cáncer para nuestros equipos nacionales, pero al final las selecciones han salido reforzadas y ahora nos sobran jugadores decisivos. Aquellos que se ganan minutos en la ACB están de sobra preparados para medirse a cualquiera a nivel internacional.
Pepu comenta el partido por la tele, mientras Scariolo toma notas desde la grada. El gran pecado del barbudo fue no querer pasar por el aro de Pepe Saez y da la sensación de que con Pepu si que hubiéramos ganado las olimpiadas. Casimiro se amasa los cabellos pensando en la vuelta a casa el próximo domingo, sopesa con inquietud el apretón de manos y las preguntas incómodas cortesía del Tío Pete.
13t pierde la cabeza por los rincones del Palacio, mientras las nuevas generaciones rememoran tiempos pretéritos, en los que los Martín, Norris, Jofresa, Creus o Pinone viajaban como titiriteros por la España profunda, para demostrar que existen pocos deportes más divertidos. En aquellos tiempos soñábamos con una selección campeona y veíamos boquiabiertos los partidos de una inalcanzable NBA.
Los Celtics ya no se pueden considerar campeones del Mundo, sólo de su decadente país. La cuna del baloncesto moderno se desplazó hace tiempo a tierras más orientales y hoy en día su epicentro reside en una mítica cancha en el sudeste de la almendra madrileña: El Adelfas Arena, en el que unos cuantos intrépidos inaugurarán en un par de semanas el apasionante curso baloncestístico 2009.
lunes, febrero 23, 2009
Bienvenidos a casa
Publicado por crooner79 en 7:50 p. m.
Etiquetas: baloncesto, Estudiantes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Gran post amigo! No veo el momento de comenzar ese curso baloncestistico. Un abrazo
Gracias troncoso !! Ya falta menos para empezar a destrozar aretes y devorar sepiasplancha.
Publicar un comentario