Alan Moore, autor de la novela gráfica original, ha repudiado “V de Vendetta”, sus motivos tendrá. A mi me ha gustado más que el cómic original, tal vez sea por falta de costumbre, pero cuando leí la obra de Moore me perdía un poco entre los personajes: los malos me parecían todos iguales.
Los Wachowski vuelven a lo más alto con esta película, ese lugar que consiguieron con “Matrix”y que no supieron conservar con sus secuelas. Esta vez han cedido la dirección a un tal James McTeigue, que tras colaborar con ellos varias veces debuta como realizador en esta ocasión.
Natalie Portman esta realmente bien en esta película, es la primera vez que la veo actuar en versión original y me ha impresionado mucho su dominio de la voz y lo bien que se maneja en todo tipo de situaciones. Con apenas 24 años, la Portman es ya una veterana delante de las cámaras. Ya sea con mucha, poca ropa, con o sin pelo, es una mujer que rebosa inteligencia y sensualidad por todos sus poros.
La cara de Hugo Weaving no aparece en toda la película, pero su personalidad impregna cada palabra y movimiento de V, el protagonista de la cinta. A sus 46 años el nigeriano vive su mejor momento profesional y parece que se ha consagrado entre los grandes, después de darse a conocer al gran público como el Agente Smith de “Matrix” y en su papel de Elrond en la trilogía del Anillo.
La ambientación de la película está muy conseguida. Nos traslada a un Londres futurista, sometido por el fascismo de su gobierno, que controla férreamente el comportamiento de sus ciudadanos y en el que la libertad es un bien escaso.
La novela gráfica original fue concebida durante los años de Thatcherismo y ha envejecido realmente bien. Sobre todo porque sus reflexione sobre el terrorismo y como los gobiernos utilizan el miedo de la gente para aumentar su poder y control sobre el pueblo, están hoy más vigentes que nunca.
“V de Vendetta” es una película que hay que ir a ver: En sus dos horas de metraje mezcla con maestría acción, un sólido guión, buenas actuaciones y una temática sobre la que merece la pena reflexionar a la salida del cine.
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