miércoles, enero 11, 2006

Incontinencia musical


Ryan Adams no tiene nada que ver con Bryan Adams; el primero es un cantante country alternativo y el otro un rockero canadiense que vivió sus mejores días a principios de los 90. Ryan Adams, en un alarde de inspiración, publicó 3 discos el pasado año: "Cold Roses", "Jacksonville City Nights" y "29". A sus 31 años el que fuera líder de la banda country Whiskietown atraviesa su mejor momento profesional, con una fecundidad musical solo comparable a la de Prince o Andres Calamaro.

Poco después de los atentados sobre las Torres Gemelas su canción "New York", New York" se convirtió en himno oficioso de aquellos días inciertos. Por aquel entonces Ryan Adams era presentado como la gran esperanza blanca de la música americana, el sucesor natural de Springsteen o incluso Dylan. Cuatro años después ha demostrado ser mucho más que eso gracias a su peculiar capacidad de innovar y volver de nuevo a sus orígenes.

"Cold Roses" es un disco de canciones melancólicas grabadas en acústico junto a su banda de cabecera: los Cardinals. Adams demuestra que es capaz de ponerse meloso después de haber coqueteado en anteriores discos con el punk y el nuevo rock de sus amigos los Strokes. Es un disco muy recomendable para escucharlo tranquilamente en casa o para templar los ánimos durante los infernales atascos de las calles madrileñas.

Con "Jacksonville City Nights" Adams homenajea a su ciudad natal - en el título - y a Nashville en el contenido. La influencia de sus días en la cuna del country está presente en todo el disco, en el que vuelve a estar acompañado de los Cardinals. De todos sus discos es el que menos me agrada, demasiado "étnico" para mi gusto, nunca me sentí atraído por los ritmos Honky Tonk de la América profunda.

Para acabar el año nos obsequió con "29", un disco intimista bastante cercano a "Love is Hell": sus dos EPs repletos de baladas ideales para escuchar en días lluviosos. Esta vez Ryan Adams deja a un lado a los Cardinals y se presenta "solo ante el peligro", dando en muchos momentos la impresión de que más que interpretando una canción nos esta revelando algún secreto.

Así pues, el 2005 ha sido el año de Ryan Adams, que sin ser un superventas se ha consolidado como uno de los artistas más prolíficos de los últimos tiempos, reinventándose a sí mismo pero sin olvidar de donde viene. ¿Qué nos tendrá preparado para el 2006? Con seguridad otro puñado de buenas canciones.

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